La tele tripolar

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Tres por la tarde

El sueño de todo programador es crear un género que supere a Sálvame, rey de las tardes y algunas noches. De momento, nadie lo ha conseguido. ¿Qué puede ser más apetitoso que los chismes de alcoba y la profanación de la privacidad? La televisión vasca fue capaz de 2004 a 2010 con la tertulia Pásalo, presentada por Adela González e Iñaki López, arrolladores y convincentes, que rompieron los audímetros demostrando que era posible derrotar a la murmuración como entretenimiento popular con una oferta atrevida, en ocasiones dura y jocosa a veces. Hasta que llegó Patxi López y fulminó con su torpeza aquel éxito. El mazazo fue duradero, porque nunca después ETB ha recuperado el liderazgo vespertino y arrastra desde entonces su ansiedad por esa franja. Vuelve ahora a intentarlo con una propuesta épica, ¡Qué me estás contando!, síntesis y evolución de muchas experiencias y que va en serio contra cotillas y chismosos de Telecinco y a competir con La Sexta y su buen pulso en los debates.

QMEC es un magazine tripolar: tres secciones, tres presentadores y tres estéticas, distintas pero compatibles y solapadas. Y entre los tres se racionan equitativamente las cuatro horas del programa. Al nuevo, Jon Aramendi, algo acartonado todavía, tiene asignados los temas livianos que bordean lo frívolo. En este punto el debate es de sofá y distendido. Luego viene Adela con los asuntos sociales, de seguridad, salud y conflictos de vecindad. Puro servicio público. Entonces la tertulia cambia de registro y adopta un tono intensivo. Y la última parte es para Klaudio Landa con el diálogo político y sus complicados equilibrios. ¿Muchas cuerdas para un violín? Quizás, pero la apuesta es la variedad y el ritmo presto, con el riesgo de exceso de ligereza. Ser contenedor de todo, humor y gastronomía incluidos, tiene sus límites.

¡Qué me estás contando! es la nueva alternativa para una tarde respetable: usted elige entre diarrea con Belén Esteban o digestión a gusto. Como en la vida bien aprovechada, quédese con quien sólo pueda quererle mucho.

 

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