Catalunya le da otro susto a España

Lo más cómico de la tele es la ceremonia de la tristeza ante los resultados electorales. La noche de San Valentín fue un velatorio y las lágrimas siguen hoy. ¡Qué mal le sienta a España la realidad democrática! Antonio García Ferreras, comandante en jefe de La Sexta, no pudo ocultar su disgusto cuando el escrutinio confirmó la victoria soberanista del plebiscito. Sus palabras y lenguaje corporal coincidían. Desde hace años La Sexta ejerce la tutela de la izquierda y entre sus objetivos está propiciar el idilio entre ERC y PSC para salvar al país de la ruptura. Fíjense que el título de su programa es Al rojo vivo, tan naif. El casamentero salvapatrias hizo piruetas retóricas al calificar de independentistas a los mismos que en los rótulos llamaba separatistas. Y ambos términos, amigo mío, no son sinónimos por la connotación franquista de la segunda expresión, insultante.

            El grito del 14F fue ¡Catalunya existe! Ya lo creo que existe, negada su utopía por el Estado. Al Ferreras de luto le quedó el consuelo de liderar la audiencia, superando a TVE, 10% frente 7,8%. El espacio conducido por Ana Blanco fue un fiasco desde el principio hasta llegar al deterioro toral en la riña a gritos entre Pilar Rahola y Xabier Sardá, catalanes de distintas orillas e idéntica educación fallida. No está bien que la televisión pública se homologue al telecinquismo. 

            La 1 esperó al día siguiente para cambiar el diseño visual de sus telediarios, ahora más digital y minimalista. ¿Y esta finura aporta credibilidad? No hay estética que valga si permanece la vieja ética. El cambio de apariencia y no de fondo se parece al intento del PP de exorcizar su pasado corrupto mediante la mudanza de su sede central, la siniestra Génova 13. Casado podría haber seguido el precepto de Ignacio de Loyola: “En tiempo de desolación nunca hacer mudanza». 

Un perro negro llamado Williams

En un parque de la zona más rica de mi pueblo, Getxo, un joven llama a su perro, que ha escapado corriendo.

Es un perro totalmente negro. El muchacho grita: «¡Williams!».

Sí, sí, como el apellido del jugador negro del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams. La primera reacción ante la sorpresa de escuchar un nombre tan raro para un perro es sonreír. Qué gracioso. 

Sin embargo, pienso después que es una gracia cargada de maldad y racismo, una idiotez del chico permitida en su casa, tan millonaria como mal educada.

Es una forma de racismo de un niño mentecato y bobo.
Es lo que hay todavía en Neguri. El chico sigue la estela de un fascismo mamado en familia. ¡Qué desgracia, qué desgraciado!

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

ETB y el exilio

Quizás exista un registro actualizado de los vascos residentes en Madrid, que pueden ser miles. ¿Lo tiene la Euskal Etxea de allí? No pocos de los que emigraron trabajan en las cadenas de la capital tras iniciarse en la radiotelevisión vasca. Y son famosos. Están Carlos Sobera, Iñaki López, Ane Igartiburu, Emma García, también Iker Jiménez. Y Silvia Intxaurrondo. Son incontables los guionistas, realizadores y ejecutivos euskaldunes. Y ahora, nuestra Adela González se ha ido al destierro de Telemadrid a presentar La Redacción, un ameno magacín de tarde, esa hora que tanto le gustaba en Euskadi y en la que triunfó durante felices años.

            Doy por hecho que Adela cautivará a los espectadores madrileños. Pocos saben del esfuerzo profesional y emocional que hace cada día para ser la más entregada en la tarea de entretener e informar. Porque tiene el corazón roto en mil pedazos tras perder hace poco a su hija de 8 años por un cruel cáncer. Y allí se planta ella en el plató, como una heroína, a seguir con su vida y su labor. Deja cinco días a la semana, más de veinte al mes a su otro niño, su familia y su casa de Bilbao para cumplir un cometido que ETB le ha negado. ¡Maldita sea, esto no se hace! Cuando más apoyo necesitaba y era más urgente una oportunidad de recuperación y cercanía, los rectores de nuestra televisión la han forzado al exilio. Me siento abochornado.

            Trabajar en Madrid, bien lo sé, es ir a cuchillo. Lo último es el despido del guionista catalán Bernat Barrachina (¡honor para él!) por ser autor de un irónico e ingenioso rótulo insertado sobre la imagen de la heredera. “Leonor se va de España, como su abuelo” es un retrato absoluto de la democracia hispana. Rosa María Mateo, tan caducada en RTVE como Carlos Lesmes en la judicatura, ha ejercido de Torquemada. Qué desgracia de país que llora por no reír.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

Catalunya y la libertad

La ciudadanía catalana habló ayer alto y claro. Y el resultado, con una mayoría independentista del 52%, superior a la que ya tenía, expresa la dimensión del problema político que existe entre España y Catalunya y en la propia sociedad catalana. ¿Qué se debería hacer para afrontar y resolver este conflicto histórico? ¿Cuáles son las prioridades?

En mi canal Youtube «Puente de 3 minutos», expongo mi parecer.