España crepuscular

Esto es España hoy, un rey malhechor y una abuela subrogada, de quienes la televisión -y también la prensa de élite, con imágenes en portada- se ocupan y agobian como expresión de su miseria profesional. Dos personajes que definen el devenir de una sociedad devaluada. Se dice de ambos que no tienen causas con la justicia; pero uno, intocable constitucional, puso a buen recaudo en paraísos fiscales la fortuna amasada en negocios opacos, y la otra cometió en Estados Unidos un acto considerado delictivo aquí -alquilar el útero de otra mujer- al amparo del chantaje emocional por la muerte de su hijo.

¿Deberían haberse silenciado las andanzas náuticas y sanitarias del Borbón en Galicia y Euskadi y el exhibicionismo feroz de esa mujer narcisista? Claro que no, pues hay libertad de información incluso para lo detestable; pero un país con una pizca de autoestima tendría que reducir, mediante sordina ética, el protagonismo de este dúo casposo. Lejos de aplicarse con decencia, las cámaras y los micrófonos han ido detrás de ellos, servilmente, generando contenidos de telebasura. Sabemos que el interés real sobre Ana Obregón -que ha publicado un libro doloroso, El chico de las musarañas– quedó pautada en el 9,1% de audiencia del programa especial de Telecinco en horario y noche estelares.

La tele honrosa va derrumbándose al paso de la ultraderecha emocional que representa ¡Hola!, su medio crepuscular. Y mientras se entretiene con tonterías deja pendiente los debates sobre la regulación -o no- de los vientres de alquiler y la derogación de la inviolabilidad del rey, herencia franquista insertada en la Constitución. Así están nuestras pantallas y quien quiera más madera tiene este próximo sábado la coronación del monarca británico. Los que sienten fascinación por la solemnidad y la aristocracia deberían hacérselo mirar

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

2 comentarios en «España crepuscular»

  1. En fin, nunca mejor dicho: «No hay puta ni ladrón que no tenga su devoción».
    Pachacútec (siglo XV), Soberano Hijo del Sol, estadista y caudillo guerrero inca…un gran administrador, planificador, filósofo, observador de la psicología humana…fue quien dijo: En ninguna manera se deben permitir ladrones…los cuales, pudiendo ganar hacienda con honesto trabajo y poseerlo con buen derecho, quieren más haberla hurtando o robando…por lo cual es muy justo que sea ahorcado el que fuere ladrón.
    Otra, que fue muy anterior…»y entonces Pilatos preguntó a la multitud, ¿a quién suelto?…y el pueblo clamaba, a Barrabás, el ladrón»…y tras más de 2000 años, el pueblo sigue eligiendo a los «LADRONES».
    Sería bueno, por lo tanto, ahora que se acercan las elecciones, pensáramos a quienes damos nuestros votos…porque «No hay ladrón sin encubridor»…¿o acaso habrá alguien que crea que al susodicho le aprobaron la «INVIOLABILIDAD TOTAL» a cambio de nada?…y el colmo de los colmos, es que en la actualidad siga «VIGENTE» dicha «PRERROGATIVA»…lo cual lo hace más grave todavía.

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