Con entrada casi completa se celebró ayer por la tarde un debate entre Karmelo C. Iribarren y Santos Zunzunegi a cuenta de unos Diálogos con la literatura, en este caso bajo el lema » Poesía y ensayo, cuestión de géneros».
En el primer round, hubo de intervenir el árbitro- José Fernández de la Sota- en varias ocasiones pues los contendientes no se ajuntaban, golpeando en remolinos cada uno su propia sombra.
Refrescados los púgiles y Premios Euskadi de Literatura 2018 , en el segundo round comenzó un ten con ten de miradas de soslayo, advirtiéndose claramente, al menos a juicio de este cronista, la desigualdad de los implicados pues el peso-pluma de lo poético fue cediendo ante el peso- pesado de lo ensayístico. No en vano se enfrentaban un poeta de la calle y un catedrático emérito.
En el tercer round , mareados crítica y público, el pugilato osciló entre la palabra entrecortada de lo poético literario, presimbólico aunque no ilógico que diría Lezama- Lima, y el discurso denso y profesoral al que no le sobraba ni una coma que diría Pierre Bourdieu y hubiera puesto en solfa Michel Foucault.
En el cuarto round, desfallecidos y abrazados hasta el punto de parecer mas tanguistas argentinos que dialogistas norteños, deshizo el árbitro la armonía y levantó un brazo de cada uno de los dos púgiles y estilistas declarando el combate nulo.
Más vale que no hubo apuestas.
«golpeando en remolinos cada uno su propia sombra». Don Vicente, rectifique, lo suyo no es la filosofía en cuanto argumentación sino la literatura en cuanto discurso simbólico.
Sí usted lo dice, don Antonio…Gracias por su permanente atención.