Acaba de morir a los noventa y tres años Andrea Camilleri, escritor siciliano muy conocido en el mundo de la novela negra a raíz de su saga sobre el comisario Salvo Montalbano – en homenaje explícito, como es conocido, a Manuel Vázquez Montalbán.
Camilleri se dedicó a este género literario muy tardíamente, una vez jubilado, habiendo cumplimentado una larga carrera profesional en el teatro y la televisión. Aún así, su éxito fue inmediato y muy pronto se filmó una serie protagonizada por Luca Zingaretti que multiplicó su popularidad.
Camilleri tenía una escritura ágil y un tanto desaliñada, pero fue muy hábil a la hora de pergeñar un mundo virtual – Vigata- desde el que describir el mundo siciliano de las últimas décadas del siglo pasado, siempre condicionado por la actividad de una mafia resiliente.
No obstante, su obra no sería comprensible sin la tradición inmediata representada por Leonardo Sciascia quien, con más erudición y perspectiva histórica, abrió esta temática particular en obras como A cada cual lo suyo ( 1966) o El contexto ( 1971), llevadas en su momento a la gran pantalla.Tampoco es posible comprender la obra de Camilleri sin el referente de Luigi Pirandello, quien, por ejemplo, en El difunto Matías Pascal (1904) dio un toque de humor al mundo severo y oligárquico que había descrito Federico de Roberto en Los Virreyes ( 1894) , obra cumbre del naturalismo autóctono.
Pirandello, Sciascia y Camilleri nacieron muy cerca de Agrigento, al sur de Sicilia, y mantuvieron un constante diálogo más o menos explícito entre sus obras :el mismo Camilleri escribió una biografía de Pirandello – Biografía del hijo cambiado: La novela de la vida de Luigi Pirandello (2000) con abundantes citas de Sciascia.
Los tres, junto con el mentado De Roberto y acaso añadiendo a Elio Vittorini ( por su Conversación en Sicilia , 1941) y a Tomasi di Lampedusa y su célebre El Gatopardo (1958) ,forman un cuerpo literario único en el que la isla y sus circunstancias adquieren una proyección universal que bien merece la pena ser visitada.
Por ejemplo, y como comentaba hace unas semanas, a lo largo de esta literatura, resulta muy curiosa la configuración progresiva de la idea de Sicilia como «nación», como una nación hasta entonces inconsciente de sí misma que, sin embargo, habría sobrevivido a las invasiones griegas, romanas, árabes y normandas, aragonesas y españolas…y, finalmente, a la «ocupación» piamontesa a fuer de liberal,en un intento desesperado de convertir La Isla en una mera provincia italiana. Una configuración de Sicilia como «nación», que se articula ya a finales del siglo XIX, y que es estimulada secretamente y públicamente defendida siempre que la clase dirigente siciliana, heredera de la aristocracia española, quiera oponerse al «centralismo» de Roma y , en general al Estado italiano…
Disfruté mucho con el Montalbano de Camilleri, pero las novelas de Vazquez Montalban eran mucho mejores.
Sin duda, mucho mejores…