Mucho se ha hablado y publicado , a pesar del silencio eclesial, sobre la operación inmobiliaria para reconvertir la parcela ocupada actualmente por la Escuela de Magisterio diocesana BAM del barrio bilbaíno de Abando en un gigantesco edificio multiservicios. Una operación orquestada entre el Obispado de Bilbao, la constructora Murias y la empresa Mutualia con el aval del Ayuntamiento de la Villa.
Los movimientos de técnicos y materiales presagian un inminente comienzo del derribo del edificio actual y la desaparición de sus dos emblemáticas palmeras, como si nada hubiera cambiado desde que se presentó públicamente el proyecto hace un año para sorpresa de propios y extraños.
Y sin embargo, la situación se presenta ahora en un contexto urbano, empresarial, judicial y político diferente tal y como se resume en el excelente artículo del profesor de Historia del Arte Javier González de Durana, titulado «Obispado de Bilbao, ¿socio fiable para Mutualia?»
Y, ciertamente, poco más se puede añadir a sus palabras, salvo el deseo de que no se lleve a cabo este atropello urbanístico impropio de una concepción postmoderna de la ciudad…Y, por otra parte, que la Escuela de Magisterio diocesana BAM que ha formado a varias generaciones de maestros y maestras no sucumba ante esta arbitrariedad.