Mi viejo amigo Gabriel Albiac , en sus tiempos marxista-leninista y ahora columnista del ABC ( no verdadero, según Luis María Anson ), apuntaba el otro día ,en medio de sus cultas y por lo general apocalípticas palabras ,que el fracaso de la política en relación a la crisis del COVID-19 se debía a la fragmentación del poder político español en una serie de autonomías «sin ninguno de los correctores de un modelo federal».
El tono final de esta afirmación en quien ha terminado por ser un hegeliano pro-estatal a machamartillo, abría una puerta cerrada desde hace tiempo: la discusión sobre el estado federal.
Por otro lado, se puede sospechar que el artículo 155 de la Constitución de 1978 es precisamente algo así como un «corrector autonómico» y como tal se aplicó en su momento en la C. A. de Catalunya y es posible que se aplique en la C. A. de Madrid.
Pero aunque un «corrector autonómico» no sea un «corrector federal» este ideológico saque-bombeado-a-la-pasa puede ser una buena ocasión, en el sentido griego del kairós, para devolverlo en una deriva reflexiva y atisbar si un régimen monárquico puede llegar a ser federal o precisa de otra forma de Estado, deriva quizá más operativa y menos hiriente que el iniciado debate agónico y agonístico entre Monarquía/República.
Miro hacia atrás , hacia cuando el camarada Albiac era m-l ( y otro viejo amigo y polígrafo, Jon Juaristi , militante trotskista de ETA VI ) y recuerdo que hasta un colega, ya desaparecido, del viejo y siempre renovado Partido Carlista era partidario de una «monarquía federal»…
Y es que por distintos caminos se puede llegar a Roma, aunque una vez allí , acaso , «Roma veduta, fede perduta…»
Pero, bueno, dejemos de lado el 155 y comencemos a hablar del «corrector federal»… A ver qué pasa…
D. Vicente, creo, sinceramente que hablar de «corrector federal» y 155 son cosas absolutamente contradictorias, tanto como sus amigos Gabriel Albiac o Jon Juaristi.
Efectivamente, como apunta en su escrito, el 155 es un «correctivo autonómico» y no «un correctivo federal», porque autonomía y federación son conceptos per se contradictorios. Uno parte de territorios que «voluntariamente» se unen tras un «foedus» y otro parte de un estado «magnánimo» que acepta que unos territorios tengan unas ciertas capacidades. Da igual si en el resultado, como muchas veces han apuntado los antifederalistas, las capacidades son más o menos. Muchas veces hemos oído que la Comunidad Autónoma Vasca tiene más autonomía que los » länder» alemanes o los estados americanos o brasileños, pero la filosofía del surgimiento son sustancialmente diferentes… Todo depende del «foedus», y en el «foedus» no se cuestiona la monarquía o la república (como su amigo carlista decía, los carlistas eran federalistas ya desde la guerra de sucesión, antes de que surgieran como tales).
Gracias por el comentario.