18 DE JULIO

El 18 de julio siempre fue una fecha significativa.

Al principio, indicaba la llegada de una paga extraordinaria que se recibía con jolgorio en la familia. Después,en la escuela, rememoraba una y otra vez el Alzamiento Nacional, un acontecimiento clave en la Historia de España reciente que había abierto una «nueva época bajo el mando del Generalísimo Franco».

Ya en la universidad, significaba el comienzo de un golpe de estado que pretendía acabar con la II República y que desencadenó una cruenta guerra civil y una posterior y gran represión. Con los años, comenzó a ser una fecha aún significativa pero contradictoria: así , para los carlistas del entorno era el momento de la traición a pesar de haberse incorporado al uniforme de la camisa azul falangista la boina roja; y para los nacionalistas vascos, la reversión del catolicismo en nacional-catolicismo español y la quiebra del bloque de la derecha política civilizada.

Ya en contacto con la oposición realmente existente,a finales de los años setenta del siglo pasado, el 18 de julio suponía el comienzo de un franquismo de antaño que se deshacía hogaño entre planes de desarrollo inconclusos y represión indiscriminada. Posteriomente , durante la denominada Transición , se convirtió en el símbolo cronológico de un Movimiento periclitado y aparentemente detenido.

La Democracia trajo consigo su desaparición como referente salvo para lo que después se configuró como «Memoria Histórica». Con el bipartidismo y la homologación europea, la investigación histórica matizó y mucho las actitudes de quienes tomaron parte en aquellos acontecimientos veraniegos, mostrando que muchos y muchas, como en anteriores conflagraciones civiles, no sabían muy bien lo que hacían, y lo mismo defendían un «Dios, Patria, Rey» sin rey, un protectorado vaticanista sin Vaticano, una conspiración moderada por inmoderadas desapariciones ( como la de Mola) o una «unidad de destino en lo universal» a punta de pistola.

Por fin, la recuperación de algunos testimonios y documentos retenidos durante décadas ha mostrado la participación exaltada de gentes muy próximas en los sucesos de aquel infausto día, cuando no un silencio replegado sobre sí mismo, en ocasiones tan cómplice como ingenuo o miedoso…

Pero claro, todo esto se refiere al 18 de julio de 1936…¿Y qué puede significar aquel día hoy, 18 de julio de 2021, cuando una pandemia vírica y electrónica reclama para sí toda la atención en una inmediatez horizontal y ahistórica?

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

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