Hace ya algún tiempo comenzaron a ofrecerse los Free Tours. Eran y son tales los que se desarrollan con una cita previa on line para una «quedada», y a partir de ahí efectúan un recorrido por los sitios convencionalmente más celebrados del lugar, con la particularidad de que quienes acuden pagan según la satisfacción que les ha proporcionado la visita y sobre todo su guía.
Curiosamente, dentro de esta nueva modalidad de gestión «turística» ha aparecido una variante que propone un tipo de «tour» que en vez de circular entre monumentos famosos ,calles comerciales y barrios típicos, se interesa por un itinerario que recorre los desastres urbanísticos más representativos de cada pueblo o ciudad.
Y material para nutrir este a modo de «tour» divergente no debe (de) faltar, teniendo en cuenta que , según se comenta en una de estas propuestas, «entre 1998 y 2008 las ciudades españolas crecieron entre un 35-40% sobre lo construido en veinte siglos» y no siempre el ladrillazo se libró de la tan hispánica y elogiada picaresca.
Al respecto, el catálogo de desastres urbanísticos acumula expedientes cual rayo que no cesa, dada la tendencia vernácula al pelotazo, por lo que esta modalidad de «tour» puede llegar a desatar la envidia de los que, por ejemplo, recorren actualmente la ciudad abandonada de Chernóbil entrando en las zonas de exclusión , convertidas ahora en parque temático: ¿Alguien tiene algún ejemplo para alimentar esta novedosa fórmula de turismo alternativo?
Pues yo diría que el barrio de Santuxu en su totalidad podría calificarse de horror urbanístico ,a excepción, del barrio de casas baratas ( lamento no saber el nombre del conjunto, que están en la campa de Basarrate, también conocida como la del Muerto. Otro barrio que para mi no le va a la zaga ( en mi opinión, of course) es uno más moderno es la zona nueva de Basurto ,cuyos rascacielos creo que podrían compararse a Hong Kong y el mazacote de edificio hotel-residéncia que está encima de la estación de Termibus es un edificio que aumenta su horror con una mezcla de colores que no se a quien se le habrá ocurrido.Es una zona muy saturada de edificios que resulta agobiante,al lado del hospital.Por otro lado (justo es decirlo) la estación de Termibus me parece muy buena. Hay otros horror es en Bilbao ( el franquismo y la oligarquía lo hicieron posibles) pero lo dejó para que otros lo expongan mejor que yo. Un saludo
Gracias por contribuir al «catálogo». Una buena lista servirá ( esperemos) para la reflexión , antes de dejarse llevar por la manía de ocupar cualquier metro disponible hasta volverlo una pared.
Añadiría, no sé si entraría dentro del catálogo, la » escultura » de Cristina Iglesias en la isla de Santa Clara en Donostia. ¿ Hay cosa más demencial que destruir un espacio natural para reconstruir uno artificial ?
Un saludo.
No sé si viene al caso. Quizá sea simplemente una ocurrencia. La epidemia ha vuelto a darle sustento a la vieja idea: la ciudad es peligrosa para la salud de sus habitantes. Después de todo han sido las ciudades donde la COVID-19 ha provocado más muertos. Y tal como las pandemias de siglos pasados llevaron a modificar la fisonomía de las ciudades para acabar con la suciedad, ojalá esta crisi también provoque una transformación profunda del paisaje urbano (más espacios verdes, veredas anchas, carriles para andarines, hábitats con mayores distancias…) para acabar con el amontonamiento. Las ciudades se han vuelto carísimas y axfisiantes. Parece desmostrado que el virus se difunde más fácilmente en lugares cerrados cuando varias personas comparten un mismo ambiente. Los edificios, y sobre todo los edificios accesibles al público, deberán brindar todas las garantías para la no transmisión de los microbios (los existentes deberán volverse antibacterianos y de fácil mantenimiento, puertas que se abren sin contacto, edificios alimentados por una energía libre de carbono (circulación de personas en una dirección, mascarillas, geles, baños automáticos… aire interior de mayor calidad. Posibilidad de reconvertirlos rapidamente en casos de crisi: salas multiusos que puedan servir de refugio para indigentes, un centro de conferencias que pueda reconvertirse en hospital de campaña, complejos vacacionales que puedan funcionar como centros de cuarentena, etc… bueno son ideas que quizá puedan debatirse y aplicarse a ese lugar al que hace referencia el litigio de un Abando más habitable. Pleito cuya discusión parece que se está resolviendo como si aquí no hubiera pasado nada.
Por otra parte, totalmente de acuerdo con el señor Zuluaga que señala el barrio de Santutxu como ejemplo de horror urbanístico. ( El grupo de viviendas al que hace referencia se llama “Sociedad Cooperativa de Casas Baratas de Unión Begoñesa” . Se puede cnsultar en la Bilbaopedia.) Y para terminar no se nos olviden las horrorosas promociones del grupo Neinor en Bolueta (bolsa de basura negra, con perdón) y de obra nueva en Getxo, Iurreta, Leioa, Santurtzi o Urduliz.Este grupo podría ampliar extensamente el catálogo de las atrocidades allá donde se instale. Gracias.
Muchas gracias por sus interesantes reflexiones: es evidente que hay que plantearse un «nuevo urbanismo» según las pautas que se señalan. En otros lugares ya se lo han tomado en serio…Pero en estos lares se insiste en proyectos especulativos, más propios del siglo pasado…
Gracias por la pregunta que resulta de gran interés: ¿ hay alguien que quiera contestar?
Perdona Vicente, pero me voy a contestar yo mismo con un ejemplo más gráfico de esta insensatez ( Hondalea ) que, como Donostiarra, me produce un gran cabreo.
Homenaje al Roble
Talo un roble en un bucólico bosque ( centenario ).Interpreto lo que es para mí un roble y lo fabrico ( todo con dinero público ). Lo coloco donde estaba el original, y de esa forma….hago el homenaje al roble. Luego, para ver la «gran obra», se hace un camino forestal y se organiza un horario de visitas…. en autobús.
De locos ¿no?
Un saludo