Esta mañana estaba leyendo en la versión digital de un periódico que en la tarde de ayer, domingo 23, hubo en Bilbao una gran manifestación contra la emisión y utilización del denominado Pasaporte COVID.
Los lemas de la marcha , no por conocidos eran menos repetidos, destacando aquellos que denunciaban el pasaporte en cuestión como una operación táctica de una estrategia general de control social que se quería imponer desde El Sistema.
Era de suponer que, mayormente , los asistentes no estaban vacunados ( ni vacunadas, of course) y que la mascarilla les sobraba a juicio de la foto que acompañaba a la información.
Por la curiosidad que siempre me informa como sociólogo en excedencia, he ampliado la foto para poder observar detenidamente el paisanaje de las primeras filas de manifestantes. Entre los portadores de la pancarta – «STOP- PASAPORTE A LA DICTADURA- DIKTADURARAKO PASAPORTEA»- de cinco , dos de ellos parecían estar más bien ocupados por sus smartfones, y de estos dos, uno llevaba una visera ribeteada que me ha parecido muy curiosa. He ampliado la foto y he podido comprobar que la gorra llevaba incorporada una Cruz Templaria, diseño básico de la Cruz de Hierro prusiana que en la cultura popular aparece vinculada a la Alemania Nazi.
El hallazgo me ha dejado un tanto anonadado, y de inmediato he recordado la manifestación de colectivos anti-vacunas que presencié en Valencia durante las navidades pasadas y en las que ondeaban banderas españolas con el aguilucho franquista y emblemas carlistas.
Y, a pesar de que sé que un golondrina no hace verano, ni un cuervo negro invierno, no he podido evitar pensar en todos los que caminaban detrás de este individuo sin saber la Cruz que llevaban delante y que probablemente la incultura del portante sobresignificaba, escupiendo en la memoria de los Templarios.
A continuación,he recordado aquellas sabias palabras de Sigmund Freud en su El porvenir de una ilusión , que decían “calificamos de ilusión una creencia cuando aparece engendrada por el impulso a la satisfacción de un deseo, prescindiendo de su relación con la realidad” y que sin ser yo precisamente freudiano – y para nada ortodoxo freudiano- se alzaban ante mi preguntándome sobre la satisfacción de qué deseo movía a estos y a estas manifestantes, toda vez que parecía manifiesta su discrepancia radical con eso que llamamos, construcción social mediante ( Berger y Luckmann), la realidad.
Pero, ¡oh maravillas de la era electrónica!, de pronto la noticia en cuestión ha desparecido de mi pantalla y ha sido imposible recuperarla. Así que no sé si todo ha sido una fake-new ( si es así , no renovaré la suscripción a este medio) o una ilusión de la resaca del lunes , o una pesadilla en forma de Cruz de Hierro…
Desengáñese don Vicente, el mejor pasaporte Covid que hay que recuperar es el «Detente bala». Cambiamos lo de bala por bicho ¡y ya está! Así hemos ganado más gentes para la causa.
Es preocupante – y molesta – esa campaña contra las personas que osan decidir no vacunarse. Molesta que siempre se les trate de analfabetos y fachas. Yo sé que mi hermano, mi pareja y yo mismo no pensamos vacunarnos y somos universitarios y de izquierdas; no sé, puede que seamos los únicos… Lo que si sé es que somos mucho menos fachas e ignorantes que un montón de gente que piensa que hay que obligar a los demás a vacunarse.
Y también preocupa que los que participan en la caza de bruja recurran a «argumentos» tan cutres. ¿Será porque no los tienen de peso?
Lo cierto es que que no veo relación entre esta columna y lo que usted comenta. Por lo demás, mi posición respecto a las cuestiones que plantea ya ha sido expuesta en numerosas entradas anteriores.
He recibido tambien al respecto un email más ordenado y razonado,y a su firmante le recomiendo que relea dichas entradas para que no vea en esta última tanto maniqueísmo, sino una aportación más, en esta ocasión fenomenológica.
¡Si al menos funcionara el detente-bicho!
A Politincorr (o eso)
«(…) mi hermano, mi pareja y yo mismo no pensamos vacunarnos y somos universitarios (…)»
¿Quién le ha dicho a usted que ser universitario inmuniza contra la estulticia o contra la insolidaridad?
¿Entiende usted que, si nos conociéramos, en algún momento le dijera que no quiero que se acerque a mí? ¿o eso sería imposición para usted?