Segun leo en el periódico Público, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos ha difundido a través de su revista de divulgación, Tierra y Tecnología, un artículo de corte académico que niega la crisis climática , desvincula el calentamiento del planeta de las causas humanas y lo vincula más bien a los ciclos climáticos habituales de la Tierra.
Las reacciones ante un tema tan sensible en estos tiempos no se han hecho esperar y las ha habido de todos los tipos.
Las más rápidas y elementales han sido utilizando lo que antes se denominaban argumentos «ad personam», desacreditando al Colegio como tal, por estar «vendido» a intereses económicos superiores.
El segundo tipo de argumentaciones ha exhibido criterios científicos totalmente opuestos ,articulados en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU que viene a representar un consenso general.
Por fin ha habido reacciones de carácter más ideológico- político, poniendo el punto de mira en el negacionismo estratégico que exhiben por lo general las fuerzas conservadoras y al que se opone todo el conjunto progresista compuesto por la izquierda global , incluido el ecologismo más o menos radical.
Como el primer tipo de reacciones no aporta mucho, y para el segundo hay que tener bastante más conocimientos que intuiciones , es la dimensión socio- política la que más llama la atención.
Y llama la atención por cuanto tiene de performativa ,ya que el informe mencionado supone una deslegitimación de la lucha a favor de un mejor medio ambiente, por considerarla indiferente frente a la rutina de los cambios climáticos planetarios, lo cual conlleva la relativización, casi absoluta, de todas las políticas de tendencia conservacionista, tanto desde el punto de vista estratégico como táctico.
Sin embargo, lo anterior contrasta radicalmente con la evidencia de que algunas de las propuestas conservacionistas – como el reciclaje selectivo o el incremento de la producción de energía eólica y solar – están siendo asumidas por algunos gobiernos y también por algunas grandes empresas.
De hecho, en el horizonte comienza a atisbarse un gran cambio en el sector energético con la alternativa del hidrógeno líquido que precisará, por cierto, de grandes fuentes de energía eléctrica (¿alternativa?)
Y llegando a este punto, sería sugerente reflexionar sobre si el argumentario geológico mencionado y otros análogos por negacionistas ,pueden convertirse en un refuerzo a la contra para que los movimientos socio-políticos alternativos sean utilizados como ariete inconsciente del cambio energético que se vislumbra.
Pues no sería la primera vez que un movimiento social supuestamente progresista abre camino a una reconstrucción ( en este caso energética) del capitalismo.
A fin de cuentas, ya escribió Antonio Gramci, con mucha lucidez , en Masse e partito – ¡ en 1917! – : «El programa liberal integral se ha convertido en el programa mínimo del partido socialista…»
Así que sería bueno tener en cuenta el efecto boomerang de los negacionismos…
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Lo que me llama la atención don Vicente es que en las televisiones públicas -sean del color que sean- estas cosas les traen al pairo. Eso sí, la información del tiempo les lleva media hora y lo del «conquis» y otras cosas mucho más. Me temo que en cualquier otro lugar pasa lo mismo.
Leí lo que me pasó usted .