Ahora que estamos sometidos según los expertos ( y expertas, of course) a un inusitado estrés meteorológico, me he refugiado en el sofá, manta de cuadros marrones en ristre ,y me he visto una peli que me ha hecho reír un buen rato.
Se trata de Cashback ( 2006), una comedia escrita y dirigida por Sean Ellis, basada en un cortometraje ( 2004) del mismo título que obtuvo varios premios internacionales y que está protagonizada mayormente por Sean Biggerstaff , un joven actor escocés muy conocido por su participación en la serie de películas de Harry Potter
En el film, Biggerstaff desempeña el papel del estudiante de arte Ben Willis que, aquejado de insomnio, comienza a trabajar en un supermercado en el turno de noche. Para escapar del aburrimiento , Ben imagina que puede detener el tiempo para poder caminar en un mundo que está congelado.Finalmente, la capacidad de detener el tiempo se vuelve real y la aprovecha para disfrutar de los mejores momentos de cada día.
Como siempre que una película desconocida me ha hecho reír – o llorar- no he podido evitar buscar información y me he dado cuenta de que la crítica especializada no fue muy benevolente tras su estreno, pues , por ejemplo, tanto el New York Times como el Washington Post , la calificaron de superficial cuando no de sexista. En Filmaffinity mantiene una puntuación 6.5/10 que no esta nada mal y, por lo visto, en la la revista Fotogramas Antonio Trashorras le dió una puntuación de 4/5 destacando «su coherente mezcla de humor, sensualidad y melancolía».
Any way, lo que a mí me ha llamado más la atención es esa capacidad del personaje para congelar el tiempo y disfrutar de esos momentos detenidos, sobre todo en estos periodos de agitación política interna e internacional que cual tren de tormentas ( esta expresión la tomo también de la metereología)tanto nos arrebatan para generar una plusvalía que no se sabe muy bien a quién va a beneficiar.
Ese tiempo detenido- otro- al que algunos y algunas intentan acceder por medio de arduos ejercicios de meditación ( mindfulness que le llaman hogaño) o bien por un uso- se supone que atemperado- de todo tipo de enteógenos de proximidad…
(c) by Vicente Huici Urmeneta
Poder detener el tiempo. Es lo que pienso que hace esa gente que parsimoniosamente y en solitario disfruta de un buen puro en la más inmensa soledad, como si la vida no fuera asunto que le interesase lo más mínimo, Servidor que no es fumador siente envidia cuando observa un personaje de tal estirpe.
Preciosa figura, la del fumador solitario…Pero también, se me ocurre, la del flaneûr o gastasuelas sin rumbo – «ir de propio» que le dicen en Pamplona- o la de quien lee detenidamente el periódico, café en ristre, en un velador frente al mar…Ocasiones para la duración, esos momentos – momenticos- ajenos al tiempo histórico, político y social…Gracias, como siempre, dilecto D. Antonio, por su atención.