
Desde latitudes y longitudes varias son tantas las imágenes y palabras que nos llegan que parece que estemos viviendo en una horizontalidad inmediata en la que lo que se podría denominar realidad ya no está al alcance de cualquiera porque todo es representación tan virtual como interesada.
Y en este punto me ha venido a la cabeza el viejo mito de la caverna que figura en el libro VII de La República de Platón.
Pues también en este relato se describe una situación análoga a la nuestra, en la que un grupo de humanos maniatados y encerrados en una cueva desde la infancia, tan solo conocen de la realidad exterior las sombras y sonidos de objetos reales que les ofrecen una reducida cuadrilla. Y se plantea la hipótesis de que cuando uno logra soltarse y acceder tras una penosa subida al exterior, al mundo real, deslumbrado, y decide volver al interior para dar a conocer su descubrimiento, abajo más bien le toman por loco…y lo ejecutan.
Como todo buen mito, este también ha sido motivo para muchas y diferentes interpretaciones y desde hace algún tiempo se ha comparado ese fondo de la cueva con la televisión y ahora con tik-tok u otras redes sociales, siendo fácilmente asignable el rol de la cuadrilla que proyectando las imágenes adecuadas y emitiendo las voces oportunas, intentan que los secuestrados ( y secuestradas, of course) tengan una representación de la realidad acorde con los intereses de los secuestradores y secuestradoras, of course, too).
Pero es el mito en sí mismo, con su contraposición entre la verdad de la realidad y la mentira de las representaciones, lo que manifiesta su vigencia y tanto más con el desarrollo de estas cuestiones que continúa en ese capítulo platónico y que hoy en día adquiere una nueva dimensión tras las aportaciones de la Sociología y la Psicología del conocimiento, cuando no de la Ciencia Política.
Y todo ello, aunque nos quede siempre la duda de si estas distinciones nos piensan en Occidente como otras han hecho pensar en otras culturas, o de si, ciertamente la nuestra es la mejor forma de pensar, ya que desde ella, y precisamente, se ha desarrollado eso que se ha llamado Ciencia…
(c) by Vicente Huici Urmeneta