
Hasta la madrugada del día 22 de abril Césare Pavese era el autor de un libro titulado El oficio de vivir que tenía su lugar correspondiente en la sección de autores italianos que habían practicado los textos autodiégicos a los que he dedicado una gran parte de mi trabajo académico y de mi pasión particular.
Pero esa madrugada fue para mí definitiva porque a lo largo del viaje que, tras una larga escala, me llevo hasta el aeropuerto de Turín, tuve la ocasión de releer esta obra y me quedé sobrecogido por su profundidad tanto sentimental como conceptual, así como por , y principalmente, su habilidad estilística.
Durante los siguientes días, fui recorriendo y reconociendo los lugares que se iban citando en el texto y ya a la vuelta ,no he podido evitar lanzarme a una lectura cronológica y rigurosa de todas las obras del escritor piamontés, insistiendo en su poesía y en las de contenido más autobiográfico , incluido , por cierto, su famoso diario secreto ( il taccuino segreto) donde se da cuenta de algunos aspectos de su postrera ideología teñida ya de un toque esotérico y conservador – tal que le ocurrió otro sí a Fernando Pessoa- que ya sorprendió a Italo Calvino cuando se publicó en La Stampa años después de su suicidio (1950).
Pero hace muy poco, leyendo una excelente recopilación de art´ículos publicados en revistas varias – La Literatura norteamericana y otros ensayos – encontré estos párrafos en el titulado «Ayer y hoy», de 1947: » Pero sin un fascismo al cual oponerse, es decir, sin un pensamiento históricamente progresivo que encarnar, ni siquiera Norteamérica, por muchos rascacielos, automóviles y soldados que produzca, podrá estar en vanguardia cultural alguna. Sin un pensamiento y una lucha progresiva incluso correrá el riesgo de darse ella también al fascismo, y acaso en nombre de sus mejores tradiciones».
Y me he quedado en suspenso, meditando sobre estas palabras, sobre Trump y Elon Musk, y sobre los duros enfrentamientos que mientras escribo estas líneas se están produciendo en Los Ángeles entre manifestantes contrarios a la nueva política inmigratoria y la Guardia Nacional. Y preguntándome dónde están los descendientes de Waldo Emerson o Henry David Thoreau…
(c) by Vicente Huici Urmeneta