El video ( 1) que supuestamente ha grabado un vecino del pueblo asturiano de Soto Cangas acerca del dueño de un hotel rural que ha denunciado, con éxito judicial, a otro vecino que tiene una casa contigua a su hotel porque sus gallinas molestan a los hospedados , se ha vuelto viral.
Y no es para menos porque de la anécdota y de las reflexiones que se recogen en el vídeo se desprende una ácida crítica a cierta versión de esa nueva modalidad de colonización que se ha venido en llamar » turismo rural».
Pues en efecto, y como queda muy claro, algunos ( y algunas, of course) de quienes se acercan a estos establecimientos pretenden que se les ofrezca una naturaleza adaptada a la idea que tienen de La Naturaleza, que como toda idea, es ideal (» de la muerte» que diría una querida amiga).
Y cuando no es así, cuando este personal » cara-pijo» y » pecho- palomo» ( sic) no se encuentra con cantos programados de pajarillos y atardeceres orgásmicos, sino más bien con gritones gallos matutinos , olorosas y pringosas bostas de vaca, o, como en este caso, ruidosas por libres gallinas , se queja » a la dirección » como si esta pudiera cambiar a su merced el rigor rítmico de lo natural…
Y, en fin, que todo esto se convierta en un casus belli, y que haya alguna autoridad que se avenga a terciar y que sentencie contra un gallinero , más allá de parecer un episodio surrealista digno de Luis Buñuel ,sólo es comprensible en un lugar en el que se piense que se ha llegado a la post-modernidad sin tener la menor conciencia de la modernidad…
Por eso, quizás, el testimonio vivo y en ocasiones escatológico que se ofrece resulta tan directo como relevante…
(1)
He visto el vídeo. Se puede decir más alto pero no más claro.
Como he leído por ahí … cada vez que amanece, el número de idiotas crece . ( por supuesto el comentario va dirigido hacia el turista y el juez o jueza que ordenó el cierre del gallinero ).
Me recuerda a aquella turista inglesa que reclamaba la devolución del importe de sus vacaciones «porque en Benidorm había demasiados españoles»…
Tenemos una casa para turismo rural en el Pirineo ARAGONES. El contenido, mensaje y reflexiones MUY ACERTADOS. Ahora bien, las blasfemias sobran.
Si quitamos las blasfemias habría quedado perfecto. Bien planteado y argumentado, pero sin acompañarlo de estas expresiones innecesarias e irrespetuosas continuas.