«¿Alguien podría decirme por qué se crea una oposición a este proyecto de la Iglesia Católica y no existe la misma oposición al templo Mormón de Deusto ?»
He recibido este comentario firmado por una tal I. B. que no sé muy bien si es la delegada de la asociación anti-aborto «Derecho a Vivir» en Bilbao o la candidata que figuraba en la lista de VOX en las últimas elecciones municipales, o ambas dos cosas a la vez.
El comentario se refiere, supongo, a mis anteriores columnas sobre el proyecto del Obispado de Bilbao de derribar la sede de la Escuela de Magisterio diocesana – BAM – y erigir en el solar, en pleno centro de la ciudad, un gigantesco edificio multiservicios de ocho plantas y cinco sótanos.Y digo «supongo»,porque no se hace ninguna referencia explícita ad hoc. Por otro lado, desconozco la cuestión del «templo mormón de Deusto».
Pero, aún así, puedo responderle- y de paso lo hago dirigiéndome a quien tenga preguntas semejantes- que la oposición ciudadana que ha surgido frente al proyecto aludido no pretende negar nada – lo católico- para afirmar algo – lo mormón, en este caso- , cual si fuera una disputa medieval, recuperando una práctica retórica trasnochada.
Pues, en efecto, esta oposición, que en principio se manifestó como la aspiración del AMPA de la Escuela Cervantes a mantener un espacio libre frente a sus aulas, se ha convertido en una movilización vecinal muy organizada que ha generado una plataforma autónoma (1) que cuenta con el apoyo de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao, Ekologistak Martxan y la Asociación Uribitarte Anaitasuna, así como de numerosos profesionales del mundo del Arte , la Sociología, el Derecho, la Historia, o el Urbanismo.
Y se trata de una oposición a un proyecto que, más allá de su tramitación administrativa ciertamente opaca, choca de frente con la Baukultur o cultura del habitar, del espacio de calidad que Matxalen Acasuso, decana del COAVN ,recordaba hace poco afirmando que «consumir espacio y recursos naturales para hacerlo todo nuevo no es viable» y que más bien hay que rehabilitar y regenerar.
Es decir, que si el delirante edificio lo hubiera propuesto cualquier otra entidad en el mismo lugar y bajo los mismos previos y las mismas condiciones, la oposición hubiera sido muy semejante. Lo que ha agravado el caso es que haya sido la Diócesis de Bilbao de la Iglesia Católica , una de las fuentes públicas de moralidad, quien haya propuesto dicho proyecto que ha supuesto una recalificación problemática del terreno implicado y una venta posterior de la mitad del edifico proyectado difícil de justificar pastoralmente.
Aclarados los términos de la cuestión, es urgente que se abran las consiguientes negociaciones para llegar a un acuerdo que aclare los procedimientos públicos y privados utilizados, que concilie los intereses diocesanos y ciudadanos, y que respete el proceso de reurbanización de la zona según lo previsto en la planificación oportuna (2).
En este sentido, dejar que el conflicto se endurezca, pensando que puede remitir por la pausa estival, es mirar hacia otro lado y avalar inconscientemente un desastre urbanístico así como acaso enormes pérdidas económicas de la constructora Murias, de la mutua privada Mutualia y , por supuesto , del Obispado de Bilbao.
(1) abandohabitable.org
(2)https://arquilectura.com/2019/07/01/pgou-de-bilbao-vicaria-oscuridad/