En su estudio sobre Rabelais (1), Giuseppe Tomasi di Lampedusa , muy conocido por su célebra obra El Gatopardo, comenta la tendencia de este famoso escritor francés , » por ir a la contra de lo que fuere, nunca a favor», algo que califica como «típicamente medieval» .
Está tendencia a la polémica sistemática se desarrolló probablemente por la necesidad de intentar acoplar los principios de la filosofía griega clásica a la tradición judeocristiana ,largo y penoso trabajo disciplinario que sin embargo fue capaz de producir obras tan imponentes como la Summa Theologiae de (santo) Tomás de Aquino, aún dejando en los alfoces a gentes tan preclaras como Guillermo de Ockham , o tan atrevidas como Meister Eckhart.
Al parecer, este espíritu polémico no ha fenecido, y si en aquellos tiempos se destacaban sobre todo los errores y minusvalías del contrario – y, si aquel no los confesaba, se le extraían literalmente a través de la tortura – ahora sobrevive amortiguado.
Pero tal principio de evitar la comunicación proactiva es sin duda uno de los mayores obstáculos para la acción política democrática, pues se utiliza tanta fuerza para desacreditar a los demás que luego ya no queda ninguna para apuntalar los propios postulados: así ha ocurrido mayormente en esta campaña electoral, en la que defenderse del supuesto enemigo ha sido más importante que afirmarse .
Este fenómeno tiene además otra consecuencia muy importante que no es sino que, encrespados los ánimos una y otra vez ( y aunque sea para la galería), obstaculiza la aprobación formal de algunos acuerdos de mínimos que serían de fácil consecución…
Así que…¿De verdad queremos seguir como en la Edad Media? ¿No sería mejor comenzar a hablar y a escuchar sin mostrar de entrada ningún objetivo de vencer, sino de convencer?
(1) Tomasi di Lampedusa, G.1983.Conversaciones literarias.Barcelona: Ed. Bruguera / 2011. Opere. Milano: Feltrinelli Ed.