LO MEJOR DE 2023 ( entre Rousseau y Matsúo Bashoo)

No tengo dudas de que las clasificaciones, que no dejan de tener un aire de liga futbolera cuando no de propaganda entreverada, tengan un cierto fundamento cualitativo.

Suelo leer – en papel y por deformación profesional – los suplementos culturales de los periódicos más conocidos, añadiendo el ahora de propio EL CULTURAL. Y como es habitual en estas fechas navideñas, unos y otros se afanan en componer listas de «lo mejor» del año en sus diversas manifestaciones.

No tengo dudas de que las clasificaciones, que no dejan de tener un aire de liga futbolera cuando no de propaganda entreverada, tengan un cierto fundamento cualitativo, siempre teniendo en cuenta las prevenciones que en su momento apuntara Pierre Bourdieu en su ya famoso Las reglas del arte.

Pero como no me quiero quedar atrás y puedo hacerlo documentadamente ya que llevo un puntual registro de lo que leo, veo y visito, ahí va mi pequeña lista por si a alguien le pudiera resultar interesante.

Comenzando por el cine, El sol del futuro de Nanni Moretti, me ha resultado el film más sugerente del año, en fondo y forma como antes se decía, pues a su frescura vital añade una trascendencia sin complejos ni arrepentimientos.

En el mundo de la plástica, me ha gustado la nueva exposición de Pedro Salaberri que espero circule adecuadamente en los próximos meses , y el descubrimiento , de la mano de Javier González de Durana, del pintor extremeño Godofredo Ortega Muñoz en quien he encontrado muchos ecos comunes.

Pasando al ámbito literario, he de destacar la obra de Tere Irastortza Garmendia titulada Son nueve, los pájaros , en magnífica traducción de Felipe Juaristi de su Txoriak dira bederatzi. En el mundo del ensayo me ha sorprendido la obra de Xavier Pla El soldat de Baltimore- Assaig sobre literatura i realitat en temps d´ autoficció, pues sistematiza magistralmente el tratamiento de uno de mis temas – o insistencias- como es el de la escritura autobiográfica. Y al respecto no puedo dejar de recomendar los Diarios de Rafael Chirbes, lúcida muestra de escritura autodiegética. Y asimismo El tranvía fantasma, de Miguel Sánchez-Ostiz.

Y, en fin, este breve recorrido no puede finalizar sin la mención intempestiva al repaso reflexivo de Roland Barthes por Roland Barthes, a una profunda relectura de las Confesiones de J.J. Rousseau y a la meditación sobre algunos haikus de Sendas de Oku de Matsúo Bashõ.

Y para ti, querido lector, querida lectora, mi hermano,mi hermana ¿qué ha sido lo mejor de este 2023?

(c) by Vicente Huici Urmeneta

EL ARTE COMPROMETIDO ( y mi abuelo Ataulfo)

Ya he comentado en varias ocasiones que en su momento heredé algunos libros de mi abuelo Ataulfo Urmeneta, jelkide sutsua según las crónicas de la época.

Pues bien , hoy, ordenando la biblioteca, al ir a recolocar Origen de la familia,de la propiedad privada y del Estado , de F. Engels, en una edición valenciana de 1925, se ha desprendido de sus páginas una ficha manuscrita en la que se podía leer en letra muy menuda – la transcripción es mía -:»Bakotxak zeregin bat dau, nahi badau, une historiko bakoitzean.Nik, adibidez, ez dot inoiz artista gisa politikokiro parte hartu nahi izan, beste herritar baten gisa baizen. Eta artista gisa, espazio mentalak edegiten saiatu naz, iraupenean sarteko, eta, agian, gero denpora kronologikora itzultzeko, indarbarrituta».

Hechas las consultas pertinentes, la traducción podría ser :»Cada uno tiene una tarea, si quiere, en cada momento histórico.Yo, por ejemplo, nunca he querido participar políticamente como artista, sino como un ciudadano más. Y como artista, he intentado abrir espacios mentales para entrar en la duración y, quizá, volver después al tiempo cronológico, revitalizado».

No tengo ni idea de quién puede ser el autor de este párrafo, ni me consta que mi abuelo lo utilizara en ninguna de las columnas periodísticas que escribía en euskera firmando con el seudónimo de Latz. Supongo que la duración- iraupena– de la que se habla es la de Henri Bergson, y que esta mención le habría atraído la atención pues aquel Urmeneta tenía una amplia cultura,a fuer de ser matemático y filólogo aficionado, lo cual no le impidió,por cierto, rezar el ángelus todos los mediodías, ni acudir a comulgar todas las mañanas a la Iglesia de San Nicolás.

Pero esa diferenciación del artista en tanto que ciudadano por una parte y creador en un ´ámbito determinado de la cultura por otra,que se expresa tan sintéticamente en esas frases , no deja de sorprenderme , pues da cuenta de una polémica acerca del arte comprometidoengagé– que ya por entonces ( murió en 1954) debía de estar muy vigente.

Y así que no he podido sino sentarme un buen rato para meditar sobre todo esto e intentar dilucidar cuál podría ser la interpretación que se le podría dar a este texto hoy en día y en estos lares, en medio de la trifulca mediática y el desasosiego histórico que nos rodean… ¡Vaya con don Ataulfo!

(c) by Vicente Huici Urmeneta

CERCY ( y Annie Ernaux)

El ciclo CINE y CIUDAD-ZINEMA ETA HIRIA, organizado por el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco- Navarro (COAVN)en su sede de Bilbao y presentado por Eneko Lorente , ha continuado con la proyección de J´ aimé vivre là ( Me encantó vivir allí), de Régis Sauder.

El film, hábil docudrama, se desarrolla en Cergy, un ciudad de nuevo cuño, situada en la periferia de Paris, aportando los testimonios de sus habitantes, desde quienes llegaron cuando apenas era una espacio sin urbanizar hasta los de quienes ya se han socializado en esta joven urbe.

Entre los testimonios, sobresale el de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura 2022 y vecina de Cercy, que recoge diversos textos de su Diario de afuera (1993), La vida exterior (2000) y Los años ( 2008), rememorando su propia experiencia comunitaria bajo ese nuevo género literario denominado autoficción.

Y más allá de la excelencia de la pel´ícula, delicada y emocionante, quizá por mi interés por todas las modalidades de la escritura autodiegética ( diarios, dietarios, memorias, autobiografías),he recordado un sugerente artículo del hoy olvidado Roland Barthes , titulado «Délibération», publicado poco antes de su muerte en la revista Tel Quel ( y que se puede encontrar en Lo obvio y lo obtuso, Ed. Paidós, Barcelona , 1986), en el que mostraba su incertidumbre ante la práctica de llevar un diario.

Así, afirmaba que «la justificación de un diario íntimo ( como obra) solo podría ser literaria, en el sentido absoluto, aunque sea nostálgico, de la palabra». Pero a continuación señalaba una serie de aspectos negativos que podían disuadir de la escritura de un diario. En primer lugar , decía, el diario íntimo no responde a ningún objetivo externo, por lo que su escritura resulta una modalidad blanda de catarsis irrelevantemente narcisista. Consecuentemente, el diario «no es necesario» y, cuando parece que lo es , opera como un simulador de escritura que satisface todo lo más una analidad compulsiva. De todo ello proviene, concluía Barthes, la sensación de que los diarios íntimos sean tan aceptables cuando se escriben y tan decepcionantes cuando se leen.

Sorprendentemente, nada más entregar el aludido artículo, el mismo Roland Barthes iniciaba la escritura de un diario íntimo que más tarde fue publicado bajo el título de «Noches de Paris» ( en Incidentes, Ed. Anagrama, Barcelona 1987). Es este un diario sin duda adulto, pero a la vez fresco y casi se diría que adolescente , con algunos toques de suave lirismo cotidiano. Pero es sobre todo un diario muy trabajado en el que la labor de construcción literaria predomina sin alharacas sobre la necesidad de expresión.

Probablemente Barthes se estaba probando, o , mejor dicho, estaba intentando ver si era capaz de crear un tipo de obra al margen de su deriva ensayística, de aquella deriva ensayística que siempre había considerado su verdadera obra y que le inclinaba teóricamente a no escribir un diario y , sin embargo y por otro lado,le llevaba a iniciarse en lo que por entonces no tenía nombre : la autoficción. Esa autoficción hoy ya consagrada en la figura de Annie Ernaux y que tan eficazmente contribuye a redondear obras como J´ aimé vivre là

(c) by Vicente Huici Urmeneta

SE HACE SABER…

No parece de recibo que a un ciudadano que simplemente va a buscar un libro, se le atribuya por defecto una «cesión de derechos de imagen».

«Se hace saber a toda persona que entre en este recinto que el rodaje que en él va a celebrarse será grabado para su uso comercial en plataformas digitales por Sony Music y/o sus colaboradores.

Por el mero hecho de entrar en este recinto, Ud.entiende y acepta que el rodaje va a ser grabado, consiente a ser filmado, y cede a Sony Music ( y sus cesionarios y terceros colaboradores autorizados) todos los derechos necesarios para que puedan usar y explotar su imagen en producciones audiovisuales, por cualquier medio conocido o por conocer, para todo el mundo y a perpetuidad,aceptando que no existirá pago o compensación de ningún tipo a su favor».

Este es el cartel con el que ,al parecer,se topó ayer un buen amigo cuando entró en el edificio Azkuna Zentroa -Alhóndiga Bilbao, camino de la Mediateca.

Según su testimonio, el texto estaba escrito en mayúsculas en castellano y en minúsculas en euskera y llevaba por título: «GRABACIÓN DEL RODAJE.CESIÓN DE DERECHOS DE IMAGEN DEL PÚBLICO ASISTENTE. 29 NOVIEMBRE 2023-GRABACIÓN RODAJE COQUE MALLA».

Y más allá de la torpeza sintáctica que denota, probablemente debida a una apresurada traducción del inglés, y al estilo autoritario y casposo que connota, no parece de recibo que a un ciudadano que simplemente va a buscar un libro se le atribuya por defecto una «cesión de derechos de imagen».

Y tanto más cuando pretende acceder a un centro municipal aunque presente las excelencias , que son muchas, del mencionado,y su equipo directivo sea hasta cierto punto libre en el desarrollo de su política cultural.

Así que, una vez más, y aunque no suele formar parte del estilo de trabajo habitual en estos lares, alguien debería dar una explicación…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

ARTE (Bilbao)

BilbaoArte, el Centro de produccion art´ística patrocinado por el Ayuntamiento de Bilbao ha cumplido 25 años y se ha aprovechado la efemérides para abrir un nuevo local de caracter expositivo en Uribitarte 40.

El nuevo local se ha inaugurado con una exposición de una selección de los fondos del Centro, comisariada por Javier González de Durana que, asimismo, ha escrito una Presentación al catálogo editado.

En dicha Presentación, se desarrolla una reflexión tan personal como aguda y penetrante acerca del devenir de la comunidad artística de Bilbao que, por otro lado, constituye un buen prontuario para una consideración global de más calado , dados los temas que se van exponiendo.

Así, se menciona la penuria en que sobrevivió el medio artístico hasta los años finales del franquismo, el despegue de las políticas culturales generado por la acción institucional vasca y la Facultad de Bellas Artes de la UPV-EHU que dio sus primeros frutos a finales de los años ochenta (Sala Rekalde , 1987) y la creación de una cierta infraestructura articulada bien en la autogestión particular ( Consonni, 1996) , semipública (Museo Guggenheim Bilbao ,1997), sin olvidar la potenciación del Museo de Bellas Artes de Bilbao (1991), y por fin la inauguración de BilbaoArte en 1998.

Pero, como se ha dicho, más allá de este recorrido histórico, González de Durana trata en la Presentación de la dinámica entre la iniciativa pública y la privada, asunto siempre controvertido, del equilibrio entre las proyecciones ideológicas identitarias y la dimensión creativa, que ha dado lugar a muchos debates, así como finalmente, de la función de la Crítica como articulación interna y externa del medio artístico, una función también sometida a las modas coyunturales e internacionales.

Un texto, en fin, que debería estudiarse a fondo tanto por la hábil ordenación de su temática como por las derivas y referencias que se apuntan y que, sin duda , resultará una eficaz guía para los planes futuros de BilbaoArte. ¡Que así sea!

(c) by Vicente Huici Urmeneta

NAPOLEÓN ( ¿Solo?)

Con Napoleón, de Ridley Scott, se puede retomar de nuevo la discusión sobre las relaciones entre la realidad y la representación, la ficción y la verdad.

«El historiador Paul Veyne afirma que la verdadera distinción entre la Novela y la Historia es que la Historia  alcanza la verosimilitud utilizando  en el desarrollo de su esquema narrativo  materiales científicamente contrastados , mientras que la Novela puede añadir a estos  , otros,  fruto de la imaginación de quien escribe».

Haciendo la oportuna analogía entre la novela y el cine, he recordado este apunte de un viejo libro recientemente actualizado, a raíz de la polémica que se ha suscitado tras el estreno oportunamente navideño de Napoleón, de Ridley Scott, rodada para Apple TV+ y distribuida por Sony.

Pues, al parecer, algunos historiadores franceses han reprochado al director británico haber hecho de Bonaparte poco menos que una caricatura anglosajona , desconfigurando su perfil heróico ante su sumisión a Josefina, alterando gravemente algunos episodios de su agitada vida y, por fin, cometiendo errores de bulto en el relato de algunos hechos -como , por ejemplo, haciéndole presenciar la muerte de María Antonieta en la guillotina u ordenando cañonear la Esfinge de Guiza, durante la campaña de Egipto-.

Scott ha respondido a estas críticas aludiendo a su licencia artística como creador y, harto ya de los reproches, en una entrevista ha llegado a afirmar en relación a algunas incorreciones: “¿Estuviste allí? Ah, no estuviste allí. ¿Entonces cómo lo sabes?”

Con lo cual que nos colocamos en la casilla de salida y se puede retomar de nuevo la discusión sobre las relaciones entre la realidad y la representación, la ficción y la verdad.

Aun así, desde el mundo de la estricta crítica cinematográfica tampoco es que Napoleón haya transitado por una camino de rosas y más de una voz se ha alzado reprendiendo al creador de obras tan relevantes como Los duelistas, Alien o Blade Runner, y desautorizando este colofón tan senil (?) como inesperado.

Pero, curiosamente, la polémica me ha recordado , paradojas de las sinapsis algorítmicas , a aquel Napoleón Solo interpretado por Robert Vaughn, en la sesentera serie estadounidense titulada El Agente de C.I.P.O.L. Aquello sí que era una ficción…¿O no?

(c) by Vicente Huici Urmeneta

ADMUNSEN (Los papeles de MVM)

¿Y a ti, querido lector, querida lectora, mi hermano, mi hermana, qué obras te abrirían la puerta de la confianza…?

Hacia la mitad de Los papeles de Admunsen, recientemente encontrada- y publicada – novela sesentera de Manuel Vázquez Montalbán – y verdadero mapamundi de su obra posterior- se mencionan los libros como claves de identificación del personal durante el tardo-franquismo.

Y así, abunda MVM, como los cristianos se reconocían dibujando un pez o una cruz o los masones apretando los pulgares, la progresía se (auto) detectaba según los libros que se exhibían : «Veíamos a alguien leyendo un libro de Sartre y sabíamos que seguro que se le podía hablar».

Y claro, en esta época atravesada por las redes sociales- y pronto abducida acaso por la IA- en la que muchos libros ya se leen en formato electrónico, ¿ cómo identificar a aquellos y aquellas con quienes se podría hablar?

Será más difícil y habrá que tener un ojo de halcón, pero, por ejemplo, en mi caso, y recurriendo al santoral civil del que habla John Dos Passos en sus memorias Años inolvidables, supongo que alguien que exhibiera los Ensayos de Montaigne, el Oráculo manual y Arte de Prudencia de Baltasar Gracián, Sendas de Oku de Matsúo Bashoo ,La Educación sentimental de Flaubert o El Quadern gris de Josep Pla, me generaría cierta espectativa.

¿Y a ti, querido lector, querida lectora, mi hermano, mi hermana, qué obras te abrirían la puerta de la confianza…?

(c) by Vicente Huici Urmeneta

SALUD MENTAL ( con perspectiva de género)

Marga Sáenz Herrero

La perspectiva de género resulta ya inapelable en el contexto de la práctica psiquiátrica actual, sumándose transversalmente a otras propuestas similares que se están abriendo en otros tantos ámbitos sociales, si bien la particular violencia que hoy sacude el colectivo femenino hace si acaso más urgente su implantación.

¿Por qué a un hombre que llega a urgencias muy alterado con dificultades para respirar se le supone un problema cardio-vascular y a una mujer un ataque de ansiedad? ¿Por qué a las mujeres se les recetan más psico-fármacos que a los varones?

Estas y otras cuestiones salpimentaron la conferencia titulada La otra psiquiatría. La salud mental con perspectiva de género, impartida por Marga Sáenz Herrero, psiquiatra del Hospital de Cruces y profesora de la UPV-EHU, en el Salón de Actos de la bilbaína Biblioteca de Bidebarrieta, y en el contexto del ciclo «Ellas hacen ciencia»

Ante un numeroso público, mayormente femenino, Sáenz Herrero abordó el tema en dos dimensiones.

Así, por un lado se hizo eco de su propia práctica clínica, destacando la constatación de las insuficiencias de su formación médica a la hora de atender a las mujeres ya que su salud mental desde que son niñas se ve muy influida por factores sociales , económicos y educacionales particulares, lo cual le fue llevando a una larga deconstrucción de los fundamentos recibidos por considerarlos insuficientes, en un lento proceso de adaptación de los protocolos terapéuticos.

Y, por otro lado, resaltó las diversas fuentes teóricas y metodológicas que le habían ayudado en el proceso mencionado, incluyendo puntos de vista sociológicos, y psicológicos, como los de Phyllips Chesler ( Mujeres y locura ) o Carme Valls-Llobet ( Mujeres, salud y poder), sin obviar las manifestaciones art´ísticas y literarias, hasta alinear el conjunto en una perspectiva global de género.

Su intervención concluyó con la propuesta de que dicha perspectiva de género, balizada por diferentes estudios empíricos, resulta ya inapelable en el contexto de la práctica psiquiátrica actual, sumándose transversalmente a otras propuestas similares que se están abriendo en otros tantos ámbitos sociales, si bien la particular violencia que hoy sacude el colectivo femenino, amplificada por la repercusión de las redes electrónicas, hace si acaso más urgente su implantación,

Y , sin duda, el conjunto de aspectos que se fueron desgranando en la conferencia y en las sucesivas preguntas y respuestas que se suscitaron, constituye un buen programa para mover a la reflexión – y acaso a la acción- ante las fechas que se aproximan, como el 25 de noviembre, Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

(c) by Vicente Huici Urmeneta

RAMIRO PINILLA (de la mano de María Bengoa)

Ayer por la tarde, bajo una lluvia tan pertinaz como la sequía asoleada de semanas anteriores, me acerqué hasta el bello y ecléctico Salón de Actos de la bilbaína Biblioteca de Bidebarrieta.

Se presentaba El mar de Arrigunaga ( Tusquets, 2023), novela de la escritora y periodista María Bengoa, con el concurso del editor Juan Cerezo, la periodista Elena Sierra, y mi viejo colega de la UNED, y también escritor , Miguel González Sanmartín.

El libro relata la infancia y adolescencia de Ramiro Pinilla ( 1923- 2014), uno de los escritores vascos que dieron justa cuenta, en castellano, de la variedad histórica y social de estos lares en obras tan señeras como su premiada trilogía Verdes valles, colinas rojas, y que fue pareja de Bengoa durante los últimos años de su larga vida.

El mar de Arrigunaga es sin duda una obra singular, sugerente e interesante tanto por la temática como por la calidad de su escritura literaria , al menos en cuanto personalmente he podido apreciar.

Y , además, es un buen ejemplo para retomar el clásico debate acerca de los límites entre la realidad y la ficción. En este caso para intentar dilucidar si lo que aparece en el texto editado viene a ser una recopilación ordenada de los recuerdos de Pinilla y hasta qué punto la autora los ha narrativizado para permitir su clasificación dentro el género de la novela y no de la biografía.

En este aspecto, Bengoa mantuvo un singular equilibrio, más allá de los intentos vagamente inquisidores de sus contertulios, y del esfuerzo longánimo del editor por glosar algunas anécdotas destacadas.

Pero el acto fue breve. No hubo preguntas ni en el sentido aludido ni en ningún otro. Todo, no obstante,muy comprensible por el deseo de la mayoría de quienes asistieron que probablemente apremiaron un final rápido para conseguir la dedicatoria correspondiente, según se pudo ver luego por la larga cola que se formó al efecto.

Cuando salí a la calle, la lluvía seguía allí…

(c) by Vicente Huici Urmeneta

MÚSICA Y PENSAMIENTO ( Los diálogos de Ricardo L. Falla Carrillo)

Sobre la necesidad de una educación musical – ¿y acaso también artística en general?- paralela a la formación técnica y, en ocasiones, meramente tecnocrática, hoy en día tan frecuente en los centros de estudio.

He recibido la bella edición de INDAGACIONES SONORAS (Diálogos entre la música y el pensamiento en tres movimientos), del profesor peruano Ricardo L. Falla Carrillo , de quien ya dí cuenta y razón de otro libro titulado La trama invisible de lo útil ( Reflexiones sobre conocimiento, poder y educación).

En esta ocasión, no me parece procedente más glosa que la reproducción de la Presentación que yo mismo he aportado a la nueva obra, confiando en favorecer el flujo de intercambio intelectual transocéanico:

«La reflexión  sobre la música  ha sido casi siempre ocasional fuera de su ámbito propio, pero se ha manifestado puntualmente a lo largo de la historia del pensamiento  desde Pitágoras o Platón hasta  Juan David García Bacca, pasando por  Agustín de Hipona, Boecio, Descartes, Kant, Hegel, Nietzsche, Kierkegaard o Adorno.

Indagaciones Sonoras. Diálogos entre la música y el pensamiento en tres movimientos ,del profesor Falla Carrillo presenta tres interesantes aportaciones  al respecto estructuradas en dos partes y  tres movimientos. La primera parte comprende el movimiento titulado “Ideas sobre la música en el recorrido intelectual de Karl Popper”. La segunda parte abarca los movimientos segundo – “Apuntes biográficos e intelectuales de Bernardo Alcedo”- y tercero – “Música que piensa y cree. La “Resurrección” de Gustav Mahler en la perspectiva de Eugenio Trías”.

La obra, en su conjunto, está atravesada por dos cuestiones de gran relevancia. La primera de ellas es el intento de dilucidación de si, en efecto, “la música es pensamiento”; y la segunda, consecuente con la respuesta a la primera,  de si, por lo tanto, se trata de un arte que debe enseñarse y fomentarse.

Respecto de si la música es pensamiento –  un logos sonoro, al decir del filósofo español Eugenio Trías- emerge una coincidencia  entre los autores estudiados. Pues tanto los dos pensadores estudiados – el mentado Trías y Karl Popper, a pesar de sus diferencias metodológicas- como el músico letrado  José Bernardo Alcedo estiman que los fenómenos musicales se ubican en un tercer ámbito – o tercer mundo – en el que  de la fusión de lo emocional con lo simbólico surge una expresión que dinamiza estructuralmente el pensamiento: “Sostengo que el pensamiento tiene en la música una forma de exponerse. O que no queda confinado en exclusiva, como tantas veces se afirma, al dominio del lenguaje verbal, o a la palabra” (Trías).

En cuanto a la necesidad  consecuente de su enseñanza y fomento, también los tres se suman, desde diferentes perspectivas a una única causa.

Así, el austríaco Karl Popper aboga  por profundizar  en la tradición clásica y barroca, que denomina “música objetiva” desechando el romanticismo y el expresionismo que,  fiel a su concepción general del mundo, la naturaleza y el ser humano, considera decadente – “música subjetiva”- por acentuar  el protagonismo de quien la compone, defendiendo una “música objetiva no como auto-expresión ni como hetero-finalista”.

José Bernardo Alcedo, el músico peruano compositor del Himno Nacional del Perú, intentó crear  una infraestructura de establecimientos musicales en su país apelando a la nueva era que se abría con la fase republicana de construcción del Estado-nación peruano tras la Guerra de Liberación de los años veinte del siglo XIX. Pero, además, y en relación al tema que nos ocupa, dejó publicada  una Filosofía elemental de la Música ,aportando una ordenada guía sobre diversos aspectos formales del arte musical, escritos de manera didáctica, para su estudio y difusión.

Por su parte, el español Eugenio Trías  dedicó varias de sus obras y un gran número de artículos y ensayos a insistir, también desde su concepción simbólico-religiosa del quehacer humano, en la necesidad de aunar los estudios  musicales y los filosóficos, tomando como una de sus líneas de investigación la obra de Gustav Mahler, en la que apreció “una inteligencia reflexiva y fabuladora de primera magnitud, muy dotada para la evocación literaria y para reflexión filosófica y teológica”.

Todo lo anterior nos dispone a reflexionar sobre este tema tan apasionante  desde varias perspectivas.

La primera se refiere a profundizar en la dimensión simbólica del ser humano y a la consideración del logos –  palabra valorativa del zoon politikón que decía Aristóteles en tanto que zoon ejón logón – como una expresión más, no única del pensamiento racional.

La segunda se inclina a cuestionar, por lo tanto, la necesidad de una educación musical – ¿y acaso también artística en general? – paralela a la transmisión convencional y discursiva del pensamiento, en el contexto de  unos Estudios Generales de Humanidades tan escasamente  valorados frente a la formación técnica y, en ocasiones, meramente tecnocrática hoy en día tan frecuente en universidades y centros de estudio.

Por fin, la tercera apunta a no dejar de lado cualquier iniciativa intelectual, profesional e institucional – ¿política, sería necesario añadir?- que contribuya mediante la investigación a matizar más y mejor sobre las cuestiones señaladas.

Y en consonancia con este último punto,  como se ha señalado al principio, este ilustrativo libro del profesor Ricardo L. Falla Carrillo supone  una aportación global a tener muy en cuenta para desarrollos y derivas posteriores».