» Y no pueden bender ,trocar nin enajenar la dicha Ysla Dons» ( Foro Dons)»
ONS (2020),el recomendable film de Antonio Zarauza,adscrito por la crítica al Novo Cine Galego, fue para mí la primera referencia directa sobre esta isla aparentemente apartada y bella del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.
Y ayer, por fin, pudimos visitarla en este nuestro periplo gallego comprobando desde el primer momento que ya está tan turístizada como las Cies, a pesar de los esfuerzos de la Xunta por mantenerla bajo un cierto control medioambiental.
Aun así, comimos decentemente en Casa Checho ( almejas, pimientos de Padrón y caldeirada de pulpo) bebiendo un ribeiro aceptable, si bien rodeados de adolescentes plurilingues y gritones que luego se abrieron en turbamulta por las cuatro rutas recomendadas de la isla.
Un breve paseo y una larga y sugerente conversación a la sombra en la Playa das Dornas nos reconcilió brevemente con el roquedal blanco y el Atlántico azul, pero la verdad es que personalmente estuve esperando el momento de la partida ante la avalancha tumultuosa que recorría la isla,sintiéndome yo mismo un invasor más…
«A cada hectárea quemada, más erosión en la confianza de las instituciones» decía hace muy poco Iván Redondo, Augur Mayor entre los augures.
Y por aquí, en la Galicia marítima, ese puede ser un buen resumen de lo que está ocurriendo en la Galicia interior y particularmente en Ourense.
Pues la destrucción confirmada de 73.000 de hectáreas de bosque – y a pesar de saber que muchos de los fuegos han sido provocados – desagua , como el Sil en el Miño, en un descrédito ,bien preventivo, bien efectivo, de las instituciones implicadas , desde la Xunta al Gobierno de España.
Y si bien el fuego desata un terror bíblico, y nunca mejor dicho, el descrédito de las instituciones es la antesala del populismo.
Un populismo que, tal y como se está versionando desde el decadente imperio americano, camina hacia el iliberalismo de extrema derecha, partidario de soluciones drásticas y autoritarias, bajo el mando de un liderazgo iluminado.
Así que será necesario mantener la atención ante esta ocasión o cualquier otra situación que pueda desatar el miedo colectivo como, por ejemplo ,una crisis en los medios de transporte público, pues ,como avisó Umberto Eco ,ese tipo de miedo suele ser una condición básica del ascenso del fascismo…
En el viaje entre la Praza do Ferro de Ourense y la Praza da Constitución de Vigo, me he enterado de que en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela está abierta hasta el próximo enero una novedosa exposición sobre Castelao titulada Castelao.Mirar por Galicia.
La novedad consiste, según la información ad hoc, en que «aprovechando el potencial de las tecnologías de animación 3D y de los motores de inteligencia artificial generativa» se ha elaborado un relato interactivo basado en «videomapping o realidad virtual que nos traslada una visión innovadora de la vida y obra literaria y política de Alonso Daniel Rodríguez Castelao».
Y , como diría el Gatopardo, la iniciativa me parece bien, sobre todo si sirviera para que la figura del infrascrito fuese más conocida en toda la pell de brau, pero todavía más si fomentara la lectura de su libro más famoso, Sempre en Galiza, obra singular e interesantísima que debería ser de comentario obligatorio para cualquier interesado en nuestra historia contemporánea.
«Un home saíu funxido da cidá en chamas…» comienza el poema Fábula do home e do lobo, del ya citado Longa noite de pedra, de Celso Emilio Ferreiro. Y también nosotros hemos salido huyendo de un Ourense cubierto de humo blanco a 36 grados de temperatura.
La huida ha estado bien encaminada, pues en media hora ya estábamos a las puertas del recoleto monasterio de San Pedro de Rocas en el Concello de Esgos.
El lugar es sin duda singular pues junto a la sorprendente capilla enclavada en el roquedal, en la aledaña Casa Prioral se encuentra un sugerente Centro de Interpretación da Ribeira Sacra e Vida Monástica.
Pero,particularmente, lo que más me ha interesado ha sido el caminito que llevaba hasta la fuente de San Benito entre pinos centenarios recubiertos de musgo verde y grandes rocas pálidas, y que inmediatamente me ha recordado a los caminos mínimos de algunos jardines zen entrevistos en Kyoto.
Y, ya de vuelta a la civilización, he estado pensando que esta búsqueda del aislamiento y la meditación que se dio tan tempranamente en estos lares puede ser perfectamente hermana de las tendencias místicas de nuestros congéneres orientales y que al cabo sus mantras, como apuntó Marcel Mauss, no difieren mucho de nuestras oraciones…
Volvíamos del monasterio de Santo Estevo, embargados por una dulce y densa niebla blanca hasta que el simpático conductor de la lanzadeira que nos llevaba hasta el Embarcadeiro Ponte do Sil rompía el encanto:»Es humo, no niebla».
Y vaya si era humo, tanto humo que la contaminación del aire alcanzaba 170 µg/m3 sobre un índice de salubridad de 79,06 µg/m3. No era el acabose, pero sí el continuose del empezose del ayer de los incendios galaicos, como diría la ilustre Mafalda, y desde luego, como para recuperar la oportuna mascarilla de marras.
De forma y manera que el que suscribe contentose con atisbar entre una tibia lluvia de ceniza las bellas vistas del cañón del Sil desde el interior de barco que lo recorría arriba y abajo, a pesar de que su inclinación de marinero en tierra le tentaba una otra vez a aproarse en la mismísima proa.
Aun así , concluida la travesía, y de nuevo camino de Monforte,perduraba el recuerdo de los bancales de las viñas entre terrazas de piedra y escaleras de piedra, bajo un sol redondo muy rojo aplacado por el humo amarronado.
Y luego,en el apartamento , con un vaso de tinto mencía en la mano, sin saber porqué ,me venían a la cabeza algunos versos de Longa noite de pedra de Celso Emilio Ferreiro:
«…o aire, as fenestras, as olladas, son de pedra…»
Hemos estado cuatro horas en un bar de carretera de O Pereiro do Carrizo, rodeados de fuego y mucho calor entre familias desesperadas y niños aburridos.La televisión gallega tan solo daba constancia de lo que podíamos ver con nuestros propios ojos, que no era sino un reguero de incendios en todas las colinas aledañas a la carretera nacional 525 y a la autopista A-52.
Entre conversaciones rumorosas, un bombero de una cuadrilla que se estaba tomando un refrigerio ,ha comentado que la mayoría de los incendios son provocados y que son muchos los intereses implicados, pero que al cabo lo que se pretende es destruir completamente el bosque para sustituirlo por grandes molinos blancos de viento y campos grises de placas solares.
Por otro lado, el bombero confesaba que estaba agotado tras varias jornadas de veinte horas, cobrando el salario mínimo y sabiendo que su contrato temporal se extinguirá en septiembre.
Cuando por fin se ha abierto la autopista y hemos podido reanudar el viaje, la primera radio que hemos pillado mostraba varios testimonios indignados de algunas gentes y también los reproches cruzados de la clase política en el mismo tono beligerante que explotó tras el desastre de la dana valenciana.
Al pasar a la altura de Verín, entrevisto entre un humo denso y oscuro, yo he recordado aquella canción de Os Resentidos que precisamente se titulaba Arde Galicia…
A pesar de los rigores de la canícula, siempre hay algún individuo ( o individua, of course) de esos que Aristóteles caracterizaba por su «bilis negra» al que le da por mirar y reflexionar, incluso en lo más peregrino y hasta aleatorio.
Tal es el caso de mi análogo sociólogo-en-excedencia Mikel, otro sí contertulio fino de la Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes– que por cierto ha aplazado sus tenidas sine die- adscrito al subgrupo de micro-fenomenología de calle, que se ha percatado del ascenso emblemático de la marca de ropa Scalpers.
Así, y según sus observaciones, la meritada marca ha pasado a formar parte del capital simbólico- cultural del pijerío hispano, sumándose a otras distinciones (Bourdieu,my friend!) más viejunas como las de no saludar a quienes, en siendo conocid@s, no consideran de su nivel o añorar el Club de Golf frente a la piscina municipal, o el Lido privado italianizante frente a la demasiado democrática playa .
Pero como quiera que ya no estamos en los tiempos de la Pardo Baz´´an, en los que las jerarquías se escalaban en varios capítulos naturalistas, sino que más bien la globalización y el declive del Imperio Americano han prorrateado el capitalismo de estado comunista chino, añade mi compadre que aquellos amarillos tan denostados han tomado buena nota del aludido fenómeno y ya son capaces de ofrecer prendas pseudo-Scalpers on line a un precio reducidísimo, sin que se llegue a saber muy bien si las que en estos lares se venden a real de vellón son aquellas en inflado precio, o si aquellas son buenas copias de aquestas…
Estúpida duda, me dir´á usted, amable lector, dilecta lectora, mi hermano, mi hermana ( son permiso), pero qué esperabas- concluye el concluyente Mikel- de lo relativo a una marca que tiene por icono una calavera y dos tibias ,por mucha sofisticación que le quisiera otorgar en su momento unos de sus inventores, el distinguido Duque de Feria…
(UDAKERIAK: cosas sin importancia del verano. Escritas para solaz de algunos y sonrisas de otras.Sin mayores pretensiones ni trascendencias. Perfectamente prescindibles, sobre todo a la vista de lo que está ocurriendo en Gaza…)
Una vez más, desde el otro lado del Atlántico, me ha llegado la voz amiga del profesor peruano Ricardo L. Falla Carrillo que , en esta ocasión y en forma de ensayo, abre una nueva deriva en la investigación historiográfica.
Pues, en efecto, su texto , titulado «Tiempos sociales e historicidad crítica en el primer Manuel González Prada», incorporado al libroDesafiando o Tempo -Horizontes da História Intelectual (na América Latina)(1) ,coordinado por Carlos H. Armani, Paul Montoya y Fabrício A. A. Soares, resulta de gran interés.
Así, tomando como referencia «la idea de historia que podría haber interiorizado de forma intuitiva Manuel González Prada», ensayista peruano del siglo XIX, Falla Carrillo explora la formulación de “tiempo social”, que al no existir como un tiempo unificado problematiza la relación con el tiempo histórico.
El ensayo muestra la evolución de la concepción del tiempo histórico , mostrando la crisis del paradigma escatológico-teológico , surgido de la idea del Cronos griego e implementado por el registro cristiano de Agustín de Hipona y Tomás de Aquino, e incorporando las visiones de carácter más sociológico, como por ejemplo las de Georges Gurvitch, asumiendo que desde diferentes posiciones sociales y sus correspondientes tiempos sociales puede haber discrepancias a la hora de articular un tiempo histórico común.
Armado del magnífico aparato crítico que supone la aceptación de las premisas anteriores, el profesor Falla Carrillo analiza la historia intelectual de la vida, la obra y el contexto de Manuel González Prada (1844-1918) detectando , sobre todo en una primera etapa, un desfase entre el discurso modernizador occidental de finales del siglo XIX del que se hace eco y la situación cultural del Perú.
Un desfase que en su resolución práctica y política pudo evidenciarse en que «el tiempo social que emergió en los espacios urbanos ilustrados, más vinculados al sistema global de aquel momento, debe haber colisionado con comunidades cuyos tiempos sociales estaban aun anclados en el conservadurismo criollo o en los tiempos cíclicos del ámbito rural» (p.263), como ya había ocurrido en el Occidente europeo.
No puedo finalizar esta breve reseña sin consignar que este estudio, cuya lectura recomiendo encarecidamente,más allá de proyectar sobre la historiografía peruana una nueva luz, es una muestra de cómo el intercambio teórico entre diferentes tradiciones culturales puede ayudar y mucho a ir comprendiendo en su sentido más weberiano el devenir histórico y social, lo cual es muy de agradecer.
«Prisciliano fue convicto de crímenes comunes, cuales eran el maleficio, los conciliábulos obscenos y nocturnas reuniones con mujeres, el orar desnudo y otros excesos de la misma laya…»
Bueno, ahora que estoy preparando un viaje a Galicia, leyendo Sempre en Galiza, Castelao dice que Prisciliano intentó aunar el cristianismo con la tradición druida ,constituyéndose en un antecedente intuitivo de la Reforma Protestante…
…¿ Y…?
….Y que por eso fue reivindicado por el primer galleguismo como un hecho diferencial entre otros muchos ,así como por ser un ejemplo represivo…
Ya, me suena ese tipo de argumentaciones. Ya se sabe, el prestigio de los orígenes , la cristianización compleja, la caza de brujas, aquel «no datamos»…
Bueno, todo muy propio del fin de siglo XIX, cuando, tras la última Guerra Carlista el Estado Español se estaba recomponiendo una vez más y todos tiraban del mismo hilo historicista porque tampoco había otro, y no había surgido el nacionalismo voluntarista.
Pero, ¿nos podemos fiar de un españolista como Menéndez Pelayo?
La ventaja de su gran y extenso libro es que para combatir la heterodoxia da cuenta detallada de los heterodoxos y de sus argumentos.En esto el gallego me ha dado la pista y el cántabro la documentación.
Ya veo, dos libros a tener en cuenta.
Sí ,muy recomendables para quienes quieran analizar las raíces de muchos de los problemas de hoy, apartándose de los españoleros incultos que desvinculándose de las realidades evidentes repiten el sonsonete de «una mística patriotera en perpetuo milagro de levitación «, como afirma Castelao, cuya opción es decidamente federal…
Uf, tema hay, desde luego, pero hace demasiado calor y me voy a la playa…
Como navarro en excedencia , vizcaino no aforado y veraneante cantábrico consolidado, contemplo siempre esta nuestra canícula como un intervalo entre hitos que van desde el almuercico del 6 julio ,víspera de San Fermín, hasta el concurso de marmitako de finales de agosto de las fiestas de San Antolín de Plentzia.
Entre estas celebraciones, siempre hay un lugar especial para las paellas ilustradas que nos ofrecen Santi y Adelaida el primer domingo de agosto, pared con pared de las campas que rodean la ermita AndraMari de Gorliz y que bullen de sofritos y musicotas.
En esta ocasión y entretenido en buscar las frutillas de la sangría ( es un decir), me llegó de parte de Maricarmen un dicho popular que decía «en comunidad no demuestres habilidad», que todavía me paraliza un tanto por si esto de escribir es una habilidad , pero que he decidido superar pues la comunidad a la que se dirije es algo desdibujada y aleatoria.
Así que, puestos a la faena, entre las atenciones permanentes de Rafa, fui moviéndome a lo largo de la mesa – ordenada con fruición por la mano experta de Estrella – a la contra del periplo del girasol, es decir,buscando instintivamente la sombra.
Y en este contra-periplo pude escuchar en un extremo, la bella y solidaria historia que contó Anselmo sobre su acogedora familia, y en el otro, y de la mano de Iñigo,un nuevo capítulo acerca de los orígenes y futuro del euskera, entre el agradable humo de unos buenos vegueros aportados por Ricar y los pequeños sorbos a unos gin-tonics, infantiles por mor de los años.
Tras la foto de familia,llegó después una cierta dispersión, pues los más aguerridos ( y aguerridas ,que eran más, of course) se dirigieron a las txoznas de las campas aledañas a sumarse a la muchachada, y otros ( y otras) quedaron de guardia del recinto en un pasivo aseguramiento del perímetro, fuyendo por la sinistra el que suscribe, como un cobardica de patio.
Pero no acabó ahí todo ,pues con la despedida se hicieron votos y promesas de nuevos encuentros intermedios hasta la cita que nos vuelva a reunir el año que viene…Bitartean,eskerrik asko!
This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish.AcceptRead More
Privacy & Cookies Policy
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.