NO ELUDIR LO QUE ES ( Pero…¿qué pintan aquí estos arquitectos?)

En tiempos no muy lejanos, cuando el paseante se encontraba en la calle con alguien joven dibujando en un banco o sobre una acera, solía deducir que se trataba de un estudiante de Bellas Artes o más bien de Arquitectura, si intentaba dar cuenta de un chaflán o de un balcón.

No sé si ahora se dibuja ya tanto, en esta era de smartfones, tablets y diseño por ordenador, pero me consta que algún que otro arquitecto todavía tiene cierta vocación artística, oculta o manifiesta, y que sigue tirando de una «mano que piensa» como diría el arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa.

Algo de todo esto puede verse en la excelente exposición recientemente inaugurada en la sede bilbaina del COAVN, y titulada «NO ELUDIR LO QUE ES ( ¿Pero qué pintan aquí estos arquitectos?)» ( ver infra ) , bajo el comisariado de José Luis Burgos y Javier González de Durana.

Se recogen en ella obras de diez arquitectos, cinco de ellos históricos ( como Manuel María Smith y sus delicados dibujos , o las sorprendentes composiciones de Juan Daniel Fullaondo) y otro cinco contemporáneos, como las finísimas tintas de José Luis Burgos o los excepcionales grabados de Javier Idirin.

Es de esperar que esta muestra circule, a poder ser por toda la red de Colegios profesionales al efecto, pues bien merece la pena en la medida en que resulta una intención muy lograda y puede permitir rescatar ese retrogusto artístico que debería tener toda arquitectura.

http://www.coavnbiz.org/evento/exposicion-no-eludir-lo-pintan-aqui-estos-arquitectos/

https://arquilectura.com



LA VERDAD( verdadosa y Hegel)

Se cuenta que en un Congreso , un filósofo post-moderno estaba exponiendo con alegría la última variante de su pensamiento cuando desde un pasillo llegó una voz grave y reposada que decía : » Fe-no-me-no-lo-gía, pá-gi-na cien-to vein-ti-dós…»

Viene lo anterior a que la afirmación de que la verdad no es una substancia sino un sujeto, que se puede encontrar al comienzo de la Fenomenología del Espíritu ,de Hegel, siempre me ha parecido muy sugerente.

Pues desde ella se puede comprender que la verdad no es algo sustantivo que haya de desvelarse removiendo capas de mentiras e intereses, sino más bien algo variable y proactivo sin solución de continuidad.

Y si a todo esto se añade que, también para Hegel, tal verdad sólo se puede manifestar como concepto, es posible entrever que la verdad es un proceso de conocimiento sucesivo y colaborativo, muy alejado de una concepción estática y definitiva que siempre precisa de un guardaespaldas metafísico.

Todo esto, creo yo, debería tenerse muy en cuenta a la hora de pretender acercarse a la verdad, sobre todo en relación a lo histórico, sea hablando de ETA o del Franquismo, o de la última Guerra Civil.

Pues sólo así, colectivamente, consensuadamente, con auténtico deseo y necesidad de comprensión, se podrán apartar del camino las tendencias a la imposición de relatos siempre interesados, con la excusa de hacer aparecer La Verdad Única, esa verdad como sustancia , herencia de la teología medieval que ya Hegel, hace muchos años ,despejó del pensamiento moderno…

TURISMO ( ¿rural?)

El video ( 1) que supuestamente ha grabado un vecino del pueblo asturiano de Soto Cangas acerca del dueño de un hotel rural que ha denunciado, con éxito judicial, a otro vecino que tiene una casa contigua a su hotel porque sus gallinas molestan a los hospedados , se ha vuelto viral.

Y no es para menos porque de la anécdota y de las reflexiones que se recogen en el vídeo se desprende una ácida crítica a cierta versión de esa nueva modalidad de colonización que se ha venido en llamar » turismo rural».

Pues en efecto, y como queda muy claro, algunos ( y algunas, of course) de quienes se acercan a estos establecimientos pretenden que se les ofrezca una naturaleza adaptada a la idea que tienen de La Naturaleza, que como toda idea, es ideal (» de la muerte» que diría una querida amiga).

Y cuando no es así, cuando este personal » cara-pijo» y » pecho- palomo» ( sic) no se encuentra con cantos programados de pajarillos y atardeceres orgásmicos, sino más bien con gritones gallos matutinos , olorosas y pringosas bostas de vaca, o, como en este caso, ruidosas por libres gallinas , se queja » a la dirección » como si esta pudiera cambiar a su merced el rigor rítmico de lo natural…

Y, en fin, que todo esto se convierta en un casus belli, y que haya alguna autoridad que se avenga a terciar y que sentencie contra un gallinero , más allá de parecer un episodio surrealista digno de Luis Buñuel ,sólo es comprensible en un lugar en el que se piense que se ha llegado a la post-modernidad sin tener la menor conciencia de la modernidad…

Por eso, quizás, el testimonio vivo y en ocasiones escatológico que se ofrece resulta tan directo como relevante…

(1)

DESCAMISADOS ( AS, of course)

Hay una moda que no pasa de moda: la moda de los descamisados. Y digo descamisados porque fue implantada y se mantiene fundamentalmente en contextos de varones gordos y flacos.

De esta nueva iniciativa estética tuve conocimiento que no bíblico cuando un anteriormente pulcro militante comunista acudió a una cena con su camisa de leñador por fuera del pantalón.

Como quiera que coincidió la revelación con el retorno de uno de mis viajes a Chicago, donde todavía imperaba la drástica división entre los blue collar y los white collar , y hasta estaba mal visto llevar puesto un Levi’ s si no había pendiente algún curro de garage, aquello me pareció una reivindicación de los » descamisaos » históricos , aquellos que , por otro lado, formaban el grueso de la tropa que quería tirar del carro de Fernando VII al grito de ¡Vivan las caenas! – los deseos del pueblo son siempre un incógnito, que decía el Lao zi .

Admitida la moda sin más , le dí ( ganas me dan de decir » la dí» en plan Arturo Fernández) pase foral, porque siempre he sido débil de vientre y me sientan mal las corrientes bajas. Y me olvidé de ello.

Nunca pude suponer, sin embargo, que aquella moda, desataría otras en análoga lógica, como la de la camiseta explícita de manga corta , azul marino de los SEAL y polícromas y con lemas , las alternativas. Ni las de tirantes en ambas dos combinaciones o símplemente blancas al modo del neorrealismo italiano , ni, por supuesto, la extensión homeless que se manifiesta en nuestras calles y plazas en blue- jeans convenientemente agujereados que además valen un riñón…

Cosas veredes, decían los abuelos ( las abuelas, «!Ay, Jesús! ) y algún que otro clásico. Otro sí que lo digo yo…

CANUTOLOGÍA (terugkomend uit Amsterdam)

En Ámsterdam huele a maría por todas las esquinas. El olorcillo llega suavemente, en leves oleadas, y es de suponer que algún día será reconocido oficialmente como patrimonio material blando de la ciudad.

Los coffee-shops en los que se pueden comprar y consumir diversas partes de esta planta en otros tiempos tan afamada, se reparten por toda la ciudad, manifiestos unos y entrevelados otros. Y por supuesto, el ( y la , of course ) paseante puede acudir al Bulldog, primero de estos curiosos establecimientos, sito en Oudezijds Voorburgwal 90, y sacarse una selfie, una vez solicitada la ausencia temporal del vigilante de seguridad ad hoc. Pues The Bulldog se ha convertido en una multinacional seria con muchas subsedes en la mentada calle y delegaciones en Canada. Además, y dado que la ingesta de una simple cerveza en la calle por aquellos lares está penalizada con 75 euros, esta empresa parece haberse forrado con una bebida energética muy conocida , llamada Red Bull, hasta que dejó de fabricarla tras una larga disputa legal.

Pero, en fin, basta como digo dar un paseo por cualquier calle o plaza , o, para mayor indicación, tumbarse en el cesped tupido del Voldenpark – evitando ser cubierto por las defecaciones sistemáticas de unas atrevidas palomillas- para sucumbir a los efluvios que llegan de los cuatro puntos cardinales, cerrar los ojos, y verse rodeado de miles de hippies deseando hacer el amor y no la guerra.

De manera que lo que por aquí se ve ya como un resto de la multiculturalidad de los setenta- reconvertido el canuto de la inocente maría que sólo mueve a la risa en peta de hachís mayormente adulterado que coloniza el hipocampo – ha adquirido en la capital de los polders un estatus de normalidad que aceptan bonachonamente los mílites locales, más preocupados por las cogorzas cervezeras o por las destemplanzas drásticas de los hinchas del Ajax…

BAROJA & YO ( y Andrés Trapiello)

Ha llegado a mis manos un nuevo libro de la colección Baroja & Yo de Ipso ediciones, tan excelentemente dirigida por el pamplonica Joaquín Ciaurriz.

Se trata, en este caso de  Un poco de compañía. Impromptu barojiano , obra del conocido novelista y ensayista, a fuer de mejor dietarista, Andrés Trapiello.

El libro, como siempre de primorosa y cuidada edición, comienza con un ágil y divertido prólogo en clave muy barojiana que se lee con una sonrisa en los labios.

A continuación, Trapiello va desgranando cinco cartas de la correspondencia de Pío Baroja con el diplomático Juan Terrasa a quien había conocido en el Colegio de España de Paris. Las cartas , escritas entre finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta , muestran a un Baroja envejecido, artrítico e insomne, todavía bajo los efectos del desastre de la Guerra Civil , a pesar de haber optado finalmente por Franco y los militares.

A continuación , la obra de recoge un excursus sobre la » filosofía barojiana » ,que Trapiello sitúa más bien en el ámbito de lo moral , en un tono a lo Chamford o a lo Joubert, con el estrambote inevitablemente barojiano, antinacionalista por anticarlista.

Una contribución, en fin, breve, precisa, novedosa y aguda sobre aquel clásico de sí mismo que fue – y es – Pío Baroja, de la mano de una prosa muy personal y directa : una joyita muy recomendable.

«PATRIA» ( ahora, la serie )

Según median los medios, la grabación de la versión televisiva , en forma de serie para HBO, de la muy vendida novela Patria de Fernando Aramburu, está a punto de concluir entre una gran expectación

Otro sí, y por si algo le faltara a la promoción de la mentada novela, hace un par de días, el autor recibió un denominado Premio Internacional Covite, por su contribución al rescate de la memoria de las víctimas ( de ETA) en una » apuesta literaria por la verdad».

He tenido la oportunidad de seguir el debate que surgió a raíz de la publicación de Patria, y no hace mucho leía un interesantísimo ensayo sobre los aspectos lingüísticos de la misma que destacaba su inverosimilitud y el vínculo subterráneo que establece entre el euskera y la violencia. Es de suponer que la película esquematice todavía más lo que ya resulta muy esquemático y algo simplón, por lo que es muy posible que la referida apuesta por la verdad adquiera un tono decididamente oportunista ( como lo fue en su momento , en otro sentido, el aplaudido engendro titulado 8 apellidos vascos.

Y la verdad, esa entente que según un filósofo amigo – que ha transitado del maoísmo recalcitrante al conservadurismo histérico sin solución de continuidad- es una ficción deliberada, salvo que se disponga de un guardaespaldas metafísico, volverá a tener pretensiones explicativas, y más bajo la apariencia del relato didáctico.

Y , de nuevo, toda comprensión, todo intento de objetivar lo subjetivo, como decía Max Weber, tan relevante a la hora de tratar el tema de que se trata, quedará confinado ad calendas graecas , y mientras tanto, esa verdad » literaria» consolará malamente a algunos y servirá de ariete a otros ( y a otras, of course) a quienes casi nada les importa lo que ocurrió y sí mucho sus inmediatos intereses…políticos…

2 DE MAYO ( ¿ o » ¡ Vivan las caenas!»?)

» Si no se hubiera ganado la Guerra de la Independencia, otro gallo nos habría cantado» dejó caer ayer entre dientes un contertulio durante el vermú.

Abrí los ojos todo lo que pude y me volví hacia él. No entré al trapo, porque no iba de morlaco, y, además, no estaba por ayudar en la faena. Así que di cuenta de la última aceituna y me despedí en un me ves y no me ves , como en la leyenda de Belfegor, el fantasma del Louvre.

Volviendo hacia casa, recordé que la conversación había comenzado en un tono neutro charlando sobre el uno de mayo y rápidamente se había desplazado hasta este día dos y el levantamiento que hoy se celebra. Y poco a poco, mientras caminaba a paso lento, me vinieron a la cabeza las imágenes de los fusilamientos de Goya, y de Agustina de Aragón, arrebolada, prendiendo fuego a la mecha de un gran cañón, y «El Algarrobo» melancólico de Curro Jiménez , y aquel grito de » ¡Muera la libertad y vivan las caenas!» con que fue acogido a su regreso Fernando VII. Y también, claro, aquellos tiempos en los que hablar de nación, sonaba a liberal…

Y, ya en casa, mientras calentaba la comida, pensé que algunos pueblos quizá deberían estar más orgullosos de las guerras que perdieron que de las que ganaron y sentirse más dignos de haber sido invadidos y aculturizados que de ser ellos mismos invasores incultos…Pero que , en realidad, todo esto, a lo peor ,no tenía mucho que ver con lo que había escuchado un poco antes… No sé, a ustedes ¿qué les parece?…

1 DE MAYO (o ¿estudiantes y obreros , unidos venceremos?)

«¡Estudiantes y obreros, unidos venceremos!» gritábamos algunos ( y algunas, too) a mediados de los setenta en unas manifestaciones multitudinarias convocadas por todos los sindicatos, sin excepción, y que por lo general acababan con una carga tronante de los grises y la detención de algunos compañeros ( y compañeras, of course) por los nada disfrazados miembros de la brigada político-social.

La situación, por entonces, era ambivalente. Por ambos lados. Así, el franquismo extenuado abría de vez en cuando la mano, dejando que la gente saliera a la calle, como se abre una espita para que baje la presión de un gran contenedor de aire viciado, pero, por otro, se arrepentía enseguida y siempre había alguien – el más conocido era Fraga Iribarne- dispuesto a recoger velas al grito de «!La calle es mía!».

Y la oposición, que no dejaba de sumarse y restarse en Juntas y Plataformas, apretaba los puños dejando que «las masas» se manifestaran y hasta rompieran lo que ahora se llama » mobiliario urbano» pero, por otra parte , recelaba ya de que los sindicatos , que habían sido engendrados en sus propios camastros, tomaran demasiado protagonismo político: ¡»!Zapatero a tus zapatos!»

Aún así , el entusiasmo, ese en-to-zeon- estín, o estar en el dios o endiosados( y endiosadas, of course) que se palpaba en aquellas grandes manifestaciones de minorías suficientes borraba cualquier escepticismo, incluso el proveniente de nuestros más altos teóricos, los que habían leído a Nicos Poulantzas, y que pronosticaban que los sindicatos , al cabo , lo único que harían sería regular la producción capitalista.

Pero, any way, en estos días en que los sindicatos obreros parecen laminados y los de estudiantes brillan por su ausencia, como se solía decir en retórica antigua, en estos días, digo, en que cualquier reivindicación sindical se tilda de política, y en que todo movimiento de masas del tipo que sea se confunde con el «populismo», ya quisiéramos algunos ( y algunas, I suppose) que al menos el uno de mayo sirviera para recordar que no hay democracia real sin un movimiento sindical o equivalente, aunque sólo sea para «regular el capitalismo»…¿Estudiantes y obreros, unidos venceremos?

EROTOLOGÍA ( terugkomend uit Amsterdam)

En Amsterdam, todavía hay «Barrio Rojo»,pero se podría decir que ya forma parte del patrimonio histórico de la ciudad.

Quedan, desde luego, las cabinas con señoritas – que diría Josep Pla- , mayormente macilentas ,y las hubo con señoritos, pero fracasaron no se sabe bien si porque las féminas no necesitaban estos servicios o porque en la capital europea del LGTBI no tenían ningún sentido.

También continúan abiertos algunos sex- shops que venden vídeos eróticos clásicos y aparatosos aparatos para cuya utilización probablemente se necesitaría el equipo médico habitual. Y otro sí, decadentes espectáculos de » sexo en vivo», así como un Museo del Sexo ,con un aburridísimo portero , que ya no puede competir con el Museo de cera de Madame Tussauds, sito en el Dam.

Y es que, a la vista de lo que hoy en día se puede ver y oír con un simple click, todo lo que fue la industria del sexo holandesa de los años setenta, ha quedado obsoleto y con un cierto retrosabor arqueológico.

De hecho, el ayuntamiento amsteliano ha regulado ya las visitas de grupos turísticos con guía y, como en cualquier museo que se precie, están completamente prohibidas las fotografías y todo tipo de grabación.

En fin, que es más que posible que el Barrio Rojo se convierta, si no se ha convertido ya, en la base empírica para tesis doctorales en Historia, Psicología, Sociología… y Sexología, por supuesto. Y que las generaciones futuras, sobre todo esas que no tengan ni idea de lo que costaba conseguir un condón por estos lares en tiempos no muy lejanos ,no alcancen a comprender este fenómeno y hasta se rían a carcajadas ,como ya ha ocurrido tantas veces con tantas cosas…