PASIONES VIVIENTES ( que se están muriendo )

En el periódico de digna dirección- en ambos dos sentidos- que acoge estas mis columnillas , he leído que la Pasión Viviente de Arkotxa que sale a celebrar la Semana Santa por este barrio de la vizcaína población de Zarátamo, está a punto de ser suspendida, ya que la organización «ha notado falta de compromiso real» (sic), lo cual que se estima como muy lamentable, ya que se trata de una » tradición muy antigua», iniciada hace cincuenta y tres años .

He de decir que nada tengo en contra de cualquier emprendimiento y menos si es privado y menos todavía si responde a unas convicciones religiosas, como es el caso, pero sí me ha sorprendido la calificación del evento como «tradición muy antigua», siendo de tan sólo 53 años y , además, coincidiendo el inicio de la misma con ( haciendo unas fáciles cuentas) 1965, es decir en plena Dictadura Franquista.

Y he recordado que también hace muy poco tiempo apareció en los periódicos la noticia de que otro tanto estaba ocurriendo con su homóloga Pasión Viviente de Balmaseda , en aquel caso, debido no tanto a la falta de compromiso real , sino a ciertos problemas de financiación.

Y es que la celebración de la Semana Santa en tierras vascas ha tenido en el pasado, sin duda , muchas variantes dado el carácter tradicional y católico de muchos de sus habitantes, pero también es cierto que todas estas expresiones de fervor popular cobraron singular relieve durante el franquismo: basta repasar, por ejemplo, para comprobarlo, los años de constitución de las diferentes cofradías que desfilan incesamente en Bilbao por esas fechas siempre tan señaladas.

Tales celebraciones probablemente tuvieron su función y no sólo ideológica en cuanto que manifestaciones del nacional-catolicismo, sino también como articuladores sociales, y es más, puede que continúen teniéndola en cierta medida, al observar la nueva militancia inmigrante que se ha ido integrando. Pero , así mismo, la falta de interés y de financiación, no son sino una muestra de su disfunción social global, por mucho que se intente reconducir su reproducción hacia el consumo turístico.

Quizá, pues, sea la hora de reflexionar sobre el futuro de estas representaciones que parecen no corresponderse ya con un sentimiento mayoritario y que, además, entorpecen en algunos casos la vida cotidiana de las ciudades y pueblos del siglo XXI.


PETER GUNN ( o «prius orto sole vigil, calamum et chartas et scrinia posco»)

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Todos los días, tras mi paseo matutino, al retomar la escritura junto a un te verde caliente, suelo escuchar la breve composición de la banda sonora inicial de Peter Gunn de Blake Edwars , compuesta por Henry Mancini.

El binomio Mancini-Edwars siempre funcionó muy bien, desde Desayuno en Tiffany´s  (1961)- con la inolvidable Audrey Hepburn como protagonista- , hasta Victor o Victoria ( 1982) – con la también inolvidable Julie Andrews- pasando por Días de vino y rosas ( 1962) – y en este caso hay que mencionar a un impresionate Jack Lemmon- o El guateque (1968) – ¡Ah, aquel Peter Sellers!… y, por supuesto toda la larga serie de La pantera rosa que hizo reír a un par de generaciones y que tuvo su réplica hasta en unos dibujos animados muy de la época.

Lo más curioso del trabajo de esta pareja de hecho de larga duración fue que casi siempre fue oscarizado- y en muchas ocasiones- por la banda sonora .

Todavía hay mucha gente – críticos y connaiseurs incluidos ( e incluidas, of course) – que pasan por encima de las bandas sonoras de las películas como si no existieran o fueran un aditamento sin importancia. Y, en mi caso, tengo muchos amigos y amigas, que no compenden mi devoción por este tipo de música- que, por cierto, suelo compartir con el saxofón poliédrico de Lee Konitz, el ya histórico rock de Deep Pruple o las reiterativas composiciones folcklóricas de instrumentos tradicionales chinos.

Pero sí, lo confieso, aquello de «et prius orto sole vigil, calamum et chartas et scrinia posco» del viejo Quinto Horacio Flaco suele ir acompañado de Henry Mancini…

PRECARIZACIÓN ( también cultural)

Hace ya muchos años, cuando dedicaba mis investigaciones al estudio de la Asociación Euskara de Navarra, un técnico del Ayuntamiento de Pamplona se puso en contacto conmigo para » ofrecerme» una conferencia sobre el erudito fuerista y vascófilo Arturo Campión.

Lo de ofrecerme lo he puesto entre comillas ya que no sólo no se pagaba nada por lo que luego se llamó «un bolo», sino que yo mismo debía sufragar los gastos de desplazamiento pues por entonces ya residía en Bilbao. La compensación , argumentaba el mentado técnico, consistía en que vería mi «nombre publicado en los periódicos » ( sic) en un intuitivo a fuer de torpe ofrecimiento de lo que Pierre Bourdieu denominaba » capital simbólico «.

Por supuesto, le contesté que no y aproveché la oportunidad para recriminarle su estulticia y sobre todo la de sus jefes ( o «jefas») que, al calor entusiástico de la Transición, ya comenzaban a pensar que todo lo cultural les tenía que salir gratis.

Posteriormente, en 1984, pude pronunciar dicha conferencia, comme-il-faut, en el Teatro Gayarre con motivo de la inauguración del X Congreso de Euskaltzaindia.

Pues bien, la semana pasada me dí de baja en el jurado de un concurso literario patrocinado por otro Ayuntamiento que más allá de remunerarme por hora menos que lo que , con todos los respetos, se paga por una hora de limpieza de hogar , ni siquiera tuvo a bien algún tipo de reconocimiento , aunque , eso sí, en la correspondiente entrega de premios se ofreció una extensa glosa de las directrices ad hoc de la política municipal.

Así que las cosas han ido de mal en peor, porque , por un lado ya se insulta directamente con la devaluación del valor económico del trabajo realizado, en fiel cumplimiento de una precarización general ya no sólo consentida sino plenamente asumida, y por el otro ni siquiera ciertas instituciones juegan bien sus cartas en el mundo cultural, abocados como están algunos ( y algunas, of course) a abducir en rápida plusvalía política todo lo que tienen a mano…

Y, claro , como lo cultural va identificándose cada vez más con el ocio y el ocio es incompatible con el negocio ( nec-otium), algunos listos (y listas, of course ) que aleatoriamente ocupan los butacones de la política cultural, piensan que, consecuentemente, la cultura no se debe pagar o que se debe pagar si no queda otro remedio ( para posicionarse, por ejemplo ) porque eso sería incurrir en el negocio…

VIDEO-JUEGOS ( no tan inocentes)

En un reciente artículo aparecido en El PÚBLICO, Vicenç Navarro, catedrático emérito de la Universitat Pompeu Fabra , daba cuenta de la trascendencia de la difusión y utilización de ciertos video-juegos que hoy en día están al alcance de cualquiera.

Así, mencionaba algunos de los más conocidos como Manhunt, cuyo protagonista ejecuta a sus víctimas por medio de hachazos, asfixia con bolsas de plástico o degollamientos; o Mortal Kombat, que muestra acciones como arrancar la columna vertebral a las víctimas o aplastarles los genitales. Por no hablar de Bully Game que,  increíblemente, propone cómo controlar un centro escolar mediante un bullying  programado contra estudiantes y profesorado.

Para Navarro, estos juegos son una de las vías de penetración más importantes y eficaces de un «neoliberalismo darwiniano con características fascistas que incluye un canto a la fuerza física, al machismo (las mujeres son sistemáticamente presentadas como instrumentos de satisfacción erótica del hombre, merecedoras de ser violentadas y violadas) y a la violencia en cualquier forma» , habiendo evidencias científicas- como en el estudio coordinado por Craig A. Anderson (2010), catedrático de la Iowa State University, realizado sobre una muestra de 130.000 individuos – de que la utilización de este tipo de video-juegos tiene relación directa con pensamientos y conductas agresivas ,disminuyendo notablemente la capacidad de empatía con los semejantes.

España , según Navarro, es el cuarto mercado europeo de video-juegos – y unas ganacias, de 1.359 millones de euros en 2017- con una dedicación semanal de 6,6 horas entre los adeptos, siendo los video- juegos el 62% de todo el consumo de ocio audiovisual, mucho más que el cine (27%) y la música grabada (11%), y aunque los hay, por supuesto no-violentos y hasta educativos, siendo los más populares , lo más violentos , contribuyen, además a la difusión de estereotipos de raza, clase social y género .

Para Vicens Navarro, este variante de ocio es muy preocupante , pues lo que se presenta como una mera simulación – y de paso se constituye en un gran negocio- no viene a ser sino uno de los canales de adoctrinamiento en el neo-liberalismo más individualista y violento y , además, entre un público infantil o muy infantilizado…

Y, en fin, si a esto se añade que , por ejemplo , en la publicidad habitual de la serie televisiva Chicago P. D. se afirma con gran énfasis que «hay que saltarse la Ley para hacer Justicia»o que en la también conocida C.S.I. Miami los delincuentes son mayormente hispanos, se puede ver el complemento audiovisual perfecto para entender casi todo, desde los excesos policiales hasta las truculencias bestiales de «las manadas», dejando en nada las proclamas reales ( en todos los sentidos) sobre los valores cívicos y el imperio de la Ley…Pues lo que se echa por la puerta se cuela por la pantalla…



PEQUEÑECES ( de coches-patrulla, islas sumergibles y carriles- bici)

La anécdota ( o cantada que diría aquel…¿ Quién? ¡Aquel!) relativa a la compra de unos nuevos coches- patrulla ( por parte del Ayuntamiento de Bilbao y de la Ertzaintza) en los que no caben los agentes de más de 1,80 de estatura , ha traspasado las fronteras vernáculas y poco ha era comentada por Quim Monzó en su siempre pícara columna de La Vanguardia.

Nada más se ha sabido al respecto, salvo la nota de recomendación a dichos agentes para que cada veinte minutos salgan de los mentados vehículos «para hacer estiramientos». Nadie ha dimitido, nadie se ha disculpado públicamente, ni siquiera nadie ha pedido perdón, esta fórmula ahora tan de moda sea tras un bombardeo masivo o treinta casos de pederastia.

Por supuesto, cualquiera se puede equivocar , pero hay quien lo hace a pesar de las advertencias del público y la crítica . Tal es el caso de la denominada Isla del Conocimiento ,antes de Zorrozaurre (1), que nada más ser puesta de largo precisa de un Dispositivo de Operaciones Especiales ante la eventualidad de ser sumergida como consecuencia de los habituales aguaduchos y previsibles mareas altas en la Ría de Bilbao.

Y, otro sí, y para terminar , la propuesta – el que avisa no es traidor- de crear un carril- bici entre Galdácano , Amorebieta y Durango, que en una carta al director publicada en este medio que amigablemente me acoge, era tildada, entre otras alegorías, de » reclamo de Bizkaia, turismo de riesgo» , debido a la intensa contaminación de CO2 y olores varios industriales de la ruta por la que transcurriría. Y eso teniendo en cuenta que no parece que los carriles- bici sean muy utilizados por los ( y las) ciclistas que continúan yendo por donde les da la gana, aceras preferentemente, ante la pasividad pertinaz de las policías municipales y de la Ertzaintza, que, claro, ahora nada pueden hacer en ciertos casos, pues están atrapados en sus coches- patrulla …

Bien, dentro de poco habrá elecciones. Como las ondiñas, unos vendrán y otros se irán . Pero algunos ( y algunas, of course) deberían irse antes por motivos personales, ya que como decía y muy bien mi proto-suegro, » el número de tontos que podemos colocar en las instituciones es limitado porque, claro, los ayuntamientos, las diputaciones y el Gobierno tienen que funcionar «…Pues eso, que diría Paco Umbral…

(1) Entre otros:

  • Javier González de Durana : https://arquilectura.com/2019/01/18/la-isla-del-tesoro-ii-el-papel-de-la-cultura/
  • Vivas,- I. Rubio-Ardanaz, J.A. -del Valle, T. (2018) La Ribera de Deusto y Zorrotzuarre en la Ría de Bilbao. Análisis urbano, sociocultural y estético del espacio marítimo. Bilbao: Museo Marítimo de la Ría de Bilbao

PÍO BAROJA (de la mano de Eduardo Mendoza)

Ayer por la tarde, al calor de un deslumbrante sol de febrero, estuve leyendo Por qué nos quisimos tanto de Eduardo Mendoza, volumen número 20 de la colección BAROJA & YO dirigida por Joaquín Ciáurriz, de IPSO Ediciones.

El escritor catalán, esta vez en su vertiente más seria – pues , como es conocido la tiene también muy humorística- desglosa en este ensayo de toque lógicamente autobiográfico, su vínculo particular con la obra de Pío Baroja, sobre todo en la medida en que, según comenta, fue decisivo para apartarle del experimentalismo en boga de los años setenta y encaminarle hacia un realismo de nuevo cuño , pero nunca de índole costumbrista , que acaso intuitivamente había ido construyendo el vasco.

De todo lo cual, Mendoza no sólo no se arrepiente, como otros se arrepintieron de su seguidismo del nouveau roman francés, sino que se enorgullece por cuanto que , como afirma , » no sólo me atrajo su forma de novelar en la medida en que se ajustaba a mis posibilidades, sino porque se ajustaba , asimismo, a mis limitaciones «.

En este sentido, la visión particular de Pío Baroja que Eduardo Mendoza ofrece en este libro, sugiere una reconsideración reposada en relación a quienes siempre le vieron , le han visto y todavía le ven como un anarquista de derechas perdido en el laberinto balzacquiano del siglo XIX . Gentes y particularmente animales de pluma que “ a fuerza de leer y no vivir, han perdido la noción de la realidad” ( La vida es ansí, 1912) y desean además hacer de la vida literaria la vida misma, a pesar de que, en el fondo de sus corazones, no le perdonan al primer solterón de Itzea que , en su momento, vendiera más ejemplares de uno cualquiera de sus libros que todas las novedades juntas que inundan las librerías de hogaño.

Una pequeña obra , en fin, cuya lectura bien merece la pena , en el contexto de una colección tan original en su planteamiento como plural en sus autores.

«EL JUICIO» ( o el juez Marchena)

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Entre los paseo matutinos y vespertinos, sigo con mucha atención las sesiones en las que se juzga a los independentistas catalanes, consciente de que será algo más de lo que podré dar testimonio a mis nietos ( y nietas, of course.

Mi interés al respecto no es estrictamente político, aunque de entrada discrepo de que se esté juzgando algo así como » un golpe de Estado» – ya viví uno de verdad cuando el teniente coronel Antonio Tejero intentó emular al general Manuel Pavía en 1981- o incluso de que se trate de una causa de rebelión o sedición, no digo ya de «organización criminal», como apunta con cierto tono delirante la Acusación Popular.

No, para todo lo anterior, ya están los expertos de verdad y los sabios de pacotilla. Mi atención, como casi siempre, se centra en aspectos menores, más relacionados con el lenguaje hablado que se está utilizando – siguiendo en el análisis las pautas de Javier Sampedro que comentaba ayer – y con el lenguaje no-verbal que muy lúcidamente ordenaba Silvia Hinojosa hace poco en La Vanguardia – sí, también leo La Vanguardia, en papel, los sábados, por el magnífico suplemento cultural que le acompaña.

Desde este punto de vista, creo que frente al tono pulcro y técnico hasta la extenuación de la argumentación la Fiscalía, se puede constatar cierta torpeza verbal en la representación de la Abogacía del Estado, acaso porque le cayó de sorpresa el encargo, al negarse el anterior abogado a asumir las directrices gubernamentales. Ambos, por cierto, muestran una rigidez de estípites. En cuanto a la Acusación Popular, por ahora ni está ni se le espera.

Los encausados varían en su discurso según se apunten más al razonamiento político o a la defensa legal, pero por lo general han mostrado hasta ahora una firmeza gestual, cuyo rasgo más característico ha sido la comodidad manifiesta a pesar de la gravedad de las acusaciones.

Pero si alguien merece una nota a parte es el Presidente del Tribunal, magistrado Manuel Marchena, juez conservador – muy conocido por haber llevado los casos de ilegalización de ANV y PCTV, el proceso contra el también juez Baltasar Garzón o el enjuiciamento al mismo Presidente del Parlamento Vasco Juan Mari Atutxa- quien ( diz que quizá bajo el síndrome de la observación internacional) se ha mostrado hasta ahora preciso, exacto y ágil en sus palabras, con una actitud un tanto desenfadada tanto hacia las acusaciones como hacia las defensas, manifestando un » in dubio pro reo » a priori que , independientemente del veredicto final, parece querer recuperar de la ciudadanía cierta confianza en la Justicia… On verrá…

LA POLÍTICA ( a la luz de la razón lingüística)

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Para conjurar la zafia viscosidad – ¡ Caramba que burdos se vuelven algunos periodistas cuando se les va la olla! – en la que he chapoteado durante las últimas jornadas ante un lectorado , por cierto, impertérrito, he releído algunos recortes de prensa que tenía seleccionados.

Así, me he encontrado con uno publicado por Javier Sampedro en EL PAÍS,  titulado » La estupidez política: un enfoque científico «, en el que daba cuenta de ciertos estudios de  las universidades de Austin y Princeton  en los que , habiendo llevado a cabo un análisis  científico- lingüístico de un buen número de discursos políticos, habían llegado a la conclusión de que cuantos más artículos y preposiciones, el pensamiento es más analítico; cuantos más adverbios y verbos auxiliares, es más intuitivo, y cuantos más pronombres personales, intentan mostrar más autoconfianza, influencia y poder. Además, se añadía que «en la política, el pensamiento analítico decrece continuamente desde hace un siglo, y va siendo sustituido inexorablemente por el discurso silvestre del liderazgo, la autoconfianza y el pronombre personal».

Este denominado discurso «silvestre», que evoca sin demasiadas dudas aquello que Max Weber denominaba el tipo de autoridad carismática, hoy  se puede ver  muy bien reflejado en algunos líderes prepotentes que recuerdan , bajo diferentes banderas y condiciones ideológicas, a aquello de «Franco, caudillo de España por la gracia de Dios» ,y que desde luego se presentan como los más alejados de la autoridad racional, basada en el consenso, la división de poderes y un adecuado sistema garantista de contrapesos y equilibrios.

Las cuentas  de las universidades norteamericanas salían bastante bien en inglés y Sampedro se preguntaba cómo saldrían en castellano…Y yo, de paso,  me pregunto  qué  resultados se obtendrían en euskera o en catalá.Las inmediatas  elecciones de todo tipo que se atisban en el horizonte serán un buen test para probar la operativodad de estos análisis.

En fin, que , en medio de la berrea previsible, será cuestión de comenzar a contar verbos auxiliares, adverbios y pronombres personales, procurando, por cierto,  no hacer mucho caso de tantas esdrújulas forzadas de las que tiran todos lo que se  precian de rimbombantes…

IÑAKI EZKERRA ( ya sólo Torrente)

Para distracción del aburrido lector ( o lectora, of course) que tiene a bien solazarse con la lecturilla de estas columnillas, no puedo dejar de reproducir la continuación de la polémica iniciada con el Sr. D. Iñaki Ezkerra, a la que me he referido recientemente.

Pues dase el caso de que el Sr.D. Iñaki Ezkerra ha respondido y quiero dar cuenta de ello: «Mire, Huici, usted fue a mi presentación como los policías secretas del franquismo iban a las asambleas universitarias: dando el cante de lejos. Quien está en campaña electoral es usted, que escribe en un periódico de partido. Y gracias por perdonarme la vida pero no lo necesito.»

Y yo he hecho lo propio, en dando por finiquitada la polémica y en diciéndole por las electrónicas redes : «La mala fe la pone usted, por lo que si quiere seguir con la berrea, tan típica y tópica de su condición, adelante.Yo me retiro porque ya no estoy para atender a rabietas infantiles. Por cierto, no le recuerdo en ninguna » asamblea» con o sin secretas dando el cante… «

Aun así, el Sr. D. Iñaki Ezkerra , a quien acaso habría ya que llamarle «El Empecinado», ha continuado tirando del hilo de su aquilatada prosa, en una que no sé si será su última respuesta , pero que merece la pena transcribir por su equilibrado dominio del concepto y su alto nivel argumentativo: «Lo peor de los correveidiles del sabinismo como usted es que no van nunca de frente. Siempre en oblicuo, con insinuaciones insidiosas y viscosas. Ese estilo inconfundible y curil les delata. Y encima quieren quedar como buenas personas. Así han hecho el País Vasco que han hecho. «

Enfin, si hay novedades, no duden ustedes de que se tendrá noticia porque no siempre se puede asistir a un tan delicado litigio.

N. B. Las ha habido. Otra muestra más de delicada prosa de hoy mismo :«Pero ¿no quedamos en que usted se retiraba de este tostón al que es usted quien ha dado comienzo? Usted no tiene palabra y además es un pesado.»

IÑAKI EZKERRA (o entre Torrente y Juanita Calamidad)

A propósito de una breve crónica sobre la presentación de un libro del periodista Iñaki Ezkerra (1 ), el susodicho ha publicado en Twitter el siguiente comentario, cuya reproducción no creo que atente a ninguna confidencialidad: «O sea que usted habla de una presentación de un libro a la que no pudo quedarse porque le sonó el móvil. Para una cosa que le mandaron en su periódico, la hace mal. Y encima lo cuenta con orgullo. Por lo que veo, es usted una especie de Torrente del periodismo, una calamidad.» 

En un primer momento, se me ocurrió una respuesta a vuelta de correo, pero, luego, dadas las implicaciones de sus palabras, me ha parecido mejor hacerlo a través de estas líneas.

Pues bien, antes de nada me parece que puedo decir que de la lectura de la tal crónica se puede deducir que mi tono fue en conjunto respetuoso, sobre todo dadas las circunstancias que se describían.

Y pasando al comentario, quiero dejar claro que nadie me mandó de ningún periódico- y menos del que amablemente acoge mi blog, por el que , por supuesto, no obtengo ninguna renta , ni si acaso algo de capital simbólico que diría Pierre Bourdieu. Acudo a todo tipo de actos- como es fácilmente comprobable- y doy cuenta de ellos según me parece: si lo hago bien o mal, peor o mejor, lo voy comprobando día a día por los índices de lectura y las reflexiones de los lectores. Es cierto que, en algunos momentos me puedo mostrar más o menos irónico, pero como demuestra el señor Ezkerra al citar la anécdota del móvil, en esto parece faltarle cierta formación retórica: a lo mejor le ocurre como a aquel personaje de Moliére, M. Jourdain, que hablaba en prosa sin saberlo.

Y no, no soy periodista, sin que la profesión me desmerezca en absoluto, sino lo que los anglosajones llaman un «Former Professor of Sociology», expresión que Mr. Ezkerra supongo que comprenderá ya que en una ocasión se hizo una fotografía con el Financial Times en la mano.

Y, como todo hay que decirlo, la mentada croniquilla de marras se desencadenó porque, habiendo acudido a la presentación de un libro sobre Pío Baroja en la sede local de la prestigiosa cadena FNAC, me encontré con un acto pre-electoral del Partido Popular, bastante torpe por cierto, lo cual que debería hacer reflexionar también a quien, a sabiendas o no, le dio hospedaje.

A la vista de todo lo anterior, no sé yo quién ha desempeñado aquí el rol del impetuoso Torrente…o el de una Juanita Calamidad cuando era bailarina de salón y no la experta tiradora que luego fue…

(1) REIVINDICACIÓN DE PÍO BAROJA( entre Iñaki Ezkerra, Joaquín Ciáurriz y el PP…) :https://blogs.deia.eus/el-paseante/2019/02/14/reivindicacion-de-pio-baroja-entre-inaki-ezkerra-joaquin-ciaurriz-y-el-pp/