En la despedida de Silvia ( Fernández Viguera, feminista)

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La ceremonia ha sido breve. Han tomado parte quienes te han acompañado hasta ese final que es la muerte inesperada ,pues la muerte siempre es de los demás  y casi siempre, inaceptable.

Han hablado, por supuesto, de tu larga trayectoria como investigadora y militante feminista y han  recordado cómo hace apenas unos días se conmemoraban los veinte años de la publicación de aquel libro fundamental titulado Ellas, las mujeres en la historia de Pamplona.

Tras el canto del  «Zutik emakumeak» ,me he marchado discretamente. Sin más.No podía quedarme. Y luego he vuelto conduciendo lentamente por las curvas de Lizarrusti. En lo alto del puerto me he detenido .Sentado a la sombra, sobre las ruinas de la vieja venta, todavía con el regusto de la txistorra que había almorzado en Arbizu- ¡esa txistorra que tanto te gustaba! – he estado recordando todo lo que me has enseñado a lo largo de tantos años y también  todo lo que nos hemos reído juntos .Y me he adormecido acunado por un suave viento sur  y el repiqueteo  lejano de unas esquilas.

Después, me he despertado de pronto, he mirado el reloj y he continuado mi camino.

Te han despedido con un alternativo «¡Nos veremos en el infierno!» – supongo que por aquello de que » las chicas malas van a todas partes»- , pero yo creo que debe haber un pedacito de cielo sólo para  tí…

Recordando una conversación en la Grand Place

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«Estoy tomando una Chimay en Le Roy D´Espagne mientras recuerdo a Mario Onaindía – Grand Placen elkartuko gara – que de ser uno de los malos de la película en el juicio de Burgos – menores de cuarenta, recurran a la wikipedia– tras su fase post-militar se convirtió en el senador ( del PSOE) más votado de la Historia. Sobre Onaindia escuché en su momento – ¡Ah Congreso perdido en el tiempo!- y acerca de su prodigiosa habilidad de seducción, una de las frases más ingeniosas que no originales que en el mundo han sido: “No es chamán porque cura sino que cura porque es chamán”. Pero Onaindia era, sobre todo, un animal político (en el sentido contemporáneo que no aristotélico), a fuer de literato justito y ensayista enciclopédico.

Pero en fin, viene Mikael- que a esta plaza le llama, por cierto, Grote Markt- y me trae novedades y se trae una señora estupenda- Thaïs -de esas que tanto le gustaban a José Luis de Vilallonga. Mikael estuvo militando en el Meervoud durante muchos años, pensando que podría reconducir el nacionalismo flamenco desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda y, dada su edad – ya ha cumplido la sesentena- resulta bastante comprensible. En la actualidad  tan sólo es, según dice, un “nacionalista cultural” al que le basta con hablar en lo que llama directamente “neerlandés”.

Por otro lado, no ceja en su empeño de escribir lo que denomina “la novela definitiva” sobre su (mi) generación, una generación alimentada de judeocristianismo basal, marxismo escolar, izquierdismo polimorfo y cierto voluntarismo para-nacionalista. Ha hecho ya varios intentos (muchos), pero la cuestión sigue pendiente. “No sé”, confiesa,” quizá pesen los muertos, mis muertos. Y cierto deseo de decir de ellos, como comenta Roland Barthes”. “Pero los muertos suelen pesar como culpa” le digo yo. Mikael asiente bajando la mirada y Thaïs le toma de la mano con ternura. “Pues sí”, reacciona al cabo, “esa culpa es una culpa por no haber muerto a tiempo, en los buenos momentos, cuando la utopía todavía continuaba vigente…y tener que haber visto cómo estudiantes maoístas y mecánicos trotskistas se convertían en empresarios adinerados…Y tener que haber aceptado que aquello que defendíamos era algo imposible estratégicamente y que obedecía más a un instinto táctico cruelmente dirigido por fuerzas ajenas a nosotros mismos pero que sabían muy bien lo que hacían…”

“Ya” respondo yo por todo comentario. Y me acuerdo otra vez de Onaindía (él sí que se murió a tiempo) y me pido otra Chimay. Mikael y Thaïs se suman y brindamos…por nosotros mismos, tan vivos como supervivientes. “Sapias vina liques” que decían los clásicos (que desgraciadamente no conocían esta maravillosa cerveza. » ( pubicado en 2016)

[El escritor y sociólogo flamenco Mikael Van den Broeck murió el pasado  15 de junio a los 63 años, retornando a una casa del padre lingüística, el neerlandés, una vez que hubo comprendido que esa era la única casa común entre el nacionalismo flamenco de derechas y de izquierdas.

Por todo ello, al final de su vida, sólo escribió en esa lengua aunque habló en unas cuantas más.Y lo que escribió no tuvo ya que ver con La Política en sentido institucional- ¡ él, que había sido un hegeliano estatalista!- sino  con los avatares de la vida cotidiana ( la “petite politique” . Aún así, fue escasamente comprendido,y menos, entendido. Hasta se le llegó a reprochar la inanidad de sus breves artículos y columnas- que sólo leían sus viejos amigos y antiguos camaradas.

Su supuesta obra mayor, la novela generacional  ( Mikael Bildungsroman ) que  siempre quiso escribir, no se ha encontrado entre sus papeles, y todavía hay  serías dudas de que hubiera sido comenzada porque cuanto más la reivindicaba, más miedo , decía, le producía estar en la tesitura de finalizarla.

Descanse en paz el buen amigo….»Ibant oscuri sola sub nocte»…]

 

Los nick, el zoon elektronikón y Michel Foucault

La columna de ayer sobre la utilización de nick o pseudónimo electrónico a la hora de hacer comentarios ha suscitado reacciones varias.

Aún así, y antes de nada, he de decir que la inclusión de esta cuestión en un régimen de horizontalidad social no era algo opcional sino necesario desde mi punto de vista y que al hacerlo tan sólo quería contextualizar un fenómeno sin  grandes connotaciones morales , tal y como lo  he llevado a cabo en un ámbito más académico al proponer la figura del » zoon elektronikón » (1).

Consiguientemente, estaría dispuesto a reproducir y responder comentarios escritos bajo pseudónimo si fueran relacionados con el tema en el sentido de matizarlo o de discrepar educadamente, pero no si directamente van hacia la grosería o el insulto.

Comprendo que como ayer decía uno de estos interlocutores pseudónimos «si diera mi identidad implicaría el acceso a indeseables, en otros foros en los que si me identifico» y hasta podría ubicar este argumento en la linea de aquel » qué importa quién habla»  de  Michel Foucault  en pleno furor estructuralista.

Pero ¿acaso el estructuralismo  con su disolución de los individuos en pro de hipotéticos sujetos no fue  la legitimación avant la lettre de este mundo reticular en el que nos movemos?

(1) http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/50776

 

«No se dará cuenta de comentarios firmados con pseudónimo»

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Un espectro se cierne sobre nuestra sociedad : el espectro del horizontalismo.

Pues, en efecto , ya hay  de este espectro numerosas  manifestaciones aparentemente inconexas.  Así, el profesorado debe discutir con padres y madres argumentos  del Programa de Ana Rosa;  los pacientes, malamente reconvertidos en clientes,  ya no muestran una dolencia sino  que, auntodiagnosticados a través de una página web,  exigen determinadas recetas; las decisiones de la judicatura son balizadas por el fervor o la condena de la opinión  pública;  la estudiantina acude a la wikipedia como criterio de verdad absoluta, algunos gobernantes pretenden ejercer su función a través de tweets  …y el periodismo profesional es  relevado  por  una afición informativa que, si puede , siembran fake news al tresbolillo.Todo ello mientras, plásticamente, las bicicletas campan a sus anchas por las aceras y el fútbol ocupa plazas , patios y pantallas en un a modo de crema hidratante universal.

Algún día, algún sesudo ( o sesuda )intelectual dará cuenta, como siempre a toro pasado,  de esta Gran Trasformación, pero hay un aspecto que cada vez emerge con mayor virulencia y que no es otro  que la actualización del viejo «tira la piedra y esconde la mano» a través de las redes sociales, garras últimas y definitivas del espectro del horizontalismo.

Pues en ellas, y desde la impunidad de los «nick» o pseudónimos electrónicos cualquiera puede  hacer de su capa un sayo y desplegar toda su bilis y además con pretensión de sabiduría  esotérica o popular o, peor, de sentido común que, como se sabe , es el menos común de los sentidos.

Por todo ello, y de ahora en adelante, siguiendo el ejemplo de otros colegas, no daré cuenta de  comentarios firmados con pseudónimo, y , consecuentemente,   todos esos ignotos pretenciosos o pretenciosas se los pueden ahorrar de una vez para siempre.

Un espectro  se cierne sobre nuestra sociedad: el espectro del horizontalismo…

VIOLENCIA ACADÉMICA ( y 2)

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El episodio que me relató Mikel ( 1) el otro día a cuenta de su participación en un tribunal universitario le está dando mucha cuerda.

Pues, en efecto, más allá de sus secuelas estrictamente administrativas continúa encendido por las precuelas científicas : » ¡ Mira  ,mira , le piden que resuma unas entrevistas en tablas y gráficos!…¡Y alguien que  no distingue entre una técnica cualitativa y un instrumento cuantitativo se permite pontificar!» me ha dicho indignado enseñándome un informe. Y yo, apurando el café , he sonreído.

Y he recordado otro episodio de violencia académica,  en sentido estricto, que tuve ocasión de presenciar con motivo de un Master de Neuropsicología dirigido por una  profesora claramente desequilibrada – había sido expedientada por agredir a un  compañero en el bar de la Facultad- y que no cesaba de ridiculizar en público a mis compañeras de estudio. Pues bien, puesto el caso en conocimiento del vicerrectorado correspondiente, recibí, por una parte una carta muy formal en la que se me exigían «pruebas» y , por otra, una llamada del decano en cuestión pidiéndome comprensión y excusas.Por supuesto, fuí suspendido y hube de terminar estos estudios en otra universidad…

«En todos los sitios se cuencen habas, Mikel  y es mejor no tentar a la suerte» le he dicho entre dientes. «Ya, pero es una verguenza que haya gente que muestre tan claramente su pretensión de que sólo lo reducible a matemática es lo científico, y por lo tanto, lo verdadero,como probablemnete intentarán hacer con su vida de segurolas de bolsillo…». » Ya, sabes, variantes del «homo academicus» de Bourdieu…»

Pero Mikel no se ha dado por vencido: «En fin a a todo cerdo le llega su sanmartín, Ya se irá a cascarla a Ampuero».  Y yo, sumándome a la refranería vindicativa y compensatoria: «Ya, pero mientras tanto , estos psicopatillas de pupitre  te pueden dejar mirando pa Tudela. Así que, por ahora,  cuidadín y  a recibir, como el buen torero». Y por fin he conseguido que mi colega sonriera.

Luego, en casa, preparando como estoy mi próximo viaje al Alentejo, he leído esta entrada de Miguel Torga en el primer volumen de su largo Diario : «Coimbra, 6 de febrero de 1932. Paso por esta Universidad como pasa el perro por la viña vendimiada. Ni yo me fijo en ella ni ella se fija en mi». Y he pensado que sería muy triste que algún estudiante volviera a  sentir algo así…

(1) https://blogs.deia.eus/el-paseante/2018/06/13/la-violencia-academica/

Nota bene.- No se reproducirán ni responderán los comentarios realizados con pseudónimo o » nick».

«EUROPA SE DESCUARTIZA» (¿con el estilo de…?)

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El sábado y salí y bebí. Más de la cuenta en ambos dos derechos. Así que ayer tuve resaca de un día y anduve toda la jornada disfrutando de un a modo de drama- em-gente pessoano acumulando  discutidores heterónimos. Gracias al sofá y a la farmacia, el drama  se hizo nostalgia retrógrada, y  la mano se me fue en la biblioteca hacia una  vieja revista titulada La Estafeta Literaria , en la cual hice mis pinitos  de la mano de mi tío Julio Manegat.  Abiertas en canal sus amarillentas páginas, dentro  encontré bajo mis   torpes poemas  una sección titulada «Con el estilo de…» en la que un  escritor conocido plagiaba ordenadamente las formas de  un autor reconocido. Y  se me ocurrió hacer un ejercicio similar y esto es lo que  salió:

«EUROPA SE DESCUARTIZA

Europa se descuartiza entre las disputas de los Titanes. La Pérfida Albión, retranqueada de sí misma ,ha abandondo el barco en el que nunca quiso navegar. El Oso Ruso extiende sus garras electrónicas hasta el Centro del Imperio y el Emperador Rubio se deja agasajar mientras pacta con los Viejos Mandarines. Entre todos cercan  la Ciudadela que a su vez sufre los embates internos de los Nuevos Soldados que dicen defender a los Trabajadores. Ya no hay Ley sino Mafia pues nunca puede haber  vacío de poder. Sólo la Gran Alianza del Canciller y la Bastilla , antes Enemigos Irreconciliables, defenderá el Castillo de la Nación Europea en el que se refugiarán los Antiguos Principados y Reynos.  Ya es hora de que los Emboscados salgan a la Plaza».

Pues bien, querido lector, querida lectora, ¿has adivinado ya a quien he estado plagiando en medio de tanto ibuprofeno?

«El hombre que mató a don Quijote»

Ayer por la tarde había olas muy altas y poca visibilidad por lo que , ante la imposibilidad de navegar, decidí acudir al cine de la mano de Patxi ( 1.

Estuvimos viendo » El hombre que mató a don Quijote» y a decir verdad me alegré de la impertinencia de este viento NW que siempre nos mantiene en vilo.

Disfruté mucho de la película  que no es sino una larga reflexión cinematográfica sobre el cine y en general sobre el arte aunque ,como dijo Patxi a la salida, es necesario haber visto mucho cine para pasearse por ella de verdad,  pues desde el título hasta la última secuencia hay una sucesión de guiños sólo al alcance de la afición. Así que más que cine es , aquí de nuevo Patxi, meta-cine.

Pero aún así la peripecia – que dura más de dos horas que podían haber sido cuatro – nos presenta a un personaje que se debate continuamente entre la inocencia de su creación – una versión casi escolar del Quijote- y la consecuencia mayor de su obra que no es sino la locura del actor que en su momento encarnó al de la Triste Figura, y que termina por abducir al protagonista entre un atrezzo medievalizante y equívoco  digno de La Fura dels Baus.

Dicen que Terry Gillian, el director y ex- miembro de Monty Python, ha estado dándole vueltas a esta película casi veinte años, y se nota pues en su delirio , muy similar al de don Quijote de la Mancha, es de una exactitud exasperante…No es de extrañar así que la crítica, sometida acaso inconscientemente al criterio del más romo realismo, la haya calificado como » de género fantástico » y la haya tildado hasta de infame…

1) Si alguien no conoce los personajes de esta saga, puede consultar:

http://blogs.deia.com/el-paseante/2016/11/20/dramatis-personae

 

LOS DESAYUNOS DE LOS MARTES: Violencia y culpa.

La Reunión Ordinaria de la Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes se ha celebrado hoy viernes a partir de las 8:03 en su sede matricial del Café Iruña. Nos hemos ubicado  en nuestra mesa  reservada no sin dificultades ya que el local estaba abarrotado por una excursión procedente de Bielorusia  que, en palabras de nuestro camarero de confianza, había venido a Bilbao  con el convencimiento de que era una de las sub-sedes del Mundial de Fútbol.

Mikel ha aparecido  todavía noqueado por la anécdota que me relató ayer en nuestro paseo vespertino ( véase Apéndice  1).

Marta  ha comentado al respecto que a ella también , durante su primer año de Instituto, le llegaron quejas de algunos colegas porque «aprobaba demasiado». A lo cual ha saltado la siempre moderada Laura, indicando que desde su perspectiva empresarial » se suspende demasiado poco» y » así tenemos que soportar a esos niñatos que no saben ni hacer la O con un canuto, aunque se fumen unos cuantos» ,finalizando su intervención pidiendo más rigor.

Patxi ha comentado por lo bajini algo así como » Sí, sí, rigor…mortis» y ,animado a tomar parte,  ha relatado que tiene desde hace años un esquema de guión basado en la película Arrebato de Iván Zulueta – en la que un director de cine es ejecutado por su propia cámara- que presenta a una profesora que se está examinando continuamente y continuamente suspendiendo hasta que se da cuenta de que ella es la única miembro ( o miembra) del tribunal que la juzga  tan negativamente.

«¡La culpa, la culpa» ha soltado  al efecto Koldo, nuestro insomne psiquiatra  en permanente  guardia. Y  solicitada una aclaración al respecto, ha  dicho literalmente: » Sin culpa no hay sociedad, pero como hay quien se pasa de rosca, nosotros nos encargamos de reconducirla con psicoterapia, farmacia y si es necesario electro-shock ( del que, por cierto, cada vez soy más partidario) . Lo cual no impide la circulación normalizada de pequeños  y pequeñas psicópatas que proyectan su culpa violentamente en sutiles o descaradas manipulaciones de las gentes de su entorno…».

Antes estas severas palabras todos hemos enmudecido y tanto más cuanto que  tras soltarlas, Koldo se ha zampado su bollo de una tacada y sin respirar.

Itzi, más muda que todos y todas por lo general, nos ha sorprendido hoy con una frase que llevaba apuntada en su  libreta de colorines: » Todo lo gasta un mal modo, hasta la justicia y razón. El bueno lo suple todo, dora el no, y endulza la verdad…», de un tal Baltasar Gracián.

Y en estas han dado las nueve de la mañana, y avisados por nuestro camarero de confianza de que el vacío generado por la desocupación oteiziana de los bielorusos iba a ser de nuevo ocupado por una sesentena de estudiantes de Burdeos, hemos decidido dar por finalizada la tenida.

De todo lo cual doy fe, ante diem XVII Kalendas Jul.  Anno DCCXVIII ad Bilbao urbe condita.

[ hay firma: Ataúlfo ]

Apendice 1) : https://blogs.deia.eus/el-paseante/2018/06/13/la-violencia-academica/

 

La violencia académica…

«Ayer tuve que asistir como un don Tancredo a una sucesión de actos de humillacion como no había visto hacía muchos años.

Se presentaban tres Trabajos de Fin de Grado en lo que se suponía que era el último acto académico de tres alumnos que estaban finalizando sus estudios. No eran , por lo tanto ni tesis doctorales ni recensiones de largas o profundas investigaciones . Y sin embargo, fueron reducidos a cenizas intelectuales en medio de un cañoneo impúdico y letal.

Desconcertados por la andanada y sorprendidos por su ferocidad, los tres alumnos salieron del aula cabizbajos y, por supuesto, suspendidos.

A la humillación presenciada, se sumó el regocijo inaudito de quien había capitaneado el acto de guerra en una muestra de orgullo destructivo.

La última vez que asistí a un episodio similar fue al comienzo de mi vida profesoral, hace  ya casi cuarenta años, y protagonizada por un colega que comenzaba su carrera académica mostrándose como el más  duro de los por entonces «nuevos doctores «. Tras avatares varios  y dejando detrás varios cadáveres , hizo tope en una oposición a cátedra a la que se presentó sin éxito en dos ocasiones. Según  dicen , aquel fracaso le sumió en una profunda depresión  seguida de un divorcio  y , poco después, le sobrevino una muerte calificada entre dientes como «prematura»…

Supongo que aquella violencia que había ejercido de manera sistemática  para hacerse respetar se había vuelto al final contra  él  mismo destruyendo su vida y la de los suyos…Lo cual no es de extrañar  pues tanta proyección y tan violenta del yo suele emanar de un yo íntimamente acomplejado…

Quiera el destino que la historia no se repita…»

Todo esto me ha ido contando  el amigo Mikel ( 1) en nuestro paseo vespertino.

(1) Si alguien no conoce los personajes de esta saga, puede consultar:

http://blogs.deia.com/el-paseante/2016/11/20/dramatis-personae

 

EL PANTALÓN CORTO (Apuntes fenomenológicos)

Para alguien , como quien suscribe, que se dedicó en tiempos a la lucha por la consecución de fines estratégico-metafísicos (subsumidos todos bajo la bandera de La Revolución ) los aspectos táctico-físicos no han dejado de tener cierta vigencia.

Y, por ejemplo, la lucha mantenida contra el entorno familiar en pro de la utilización del pantalón largo permanece como rasgo indeleble de una primera liberación.

Tal es así que me resulta incomprensible la creciente utilización del pantalón corto en el variado concurso de las esferas sociales, en el que pueden apreciarse diversas manifestaciones, desde el pantalón-pirata hasta el corto-cortísimo que amorcilla las nalgas, pasando por las bermudas de longitudes algorítmicas.

Soy consciente  de que los menores de cincuenta  considerarán esta cuestión banal y hasta esotérica ( si es que saben lo que quiere decir este palabro) pero me da que puedo proponer una explicación.

Pues, ¿ en qué momentos nos era permitido a esta generación perdida la utilización  de aquellos pantalones cortos por lo general azules y sin matices ( o de aquellos púdicos pololos oscuros y bamboleantes ? Sí, querido lector, querida lectora, que hasta aquí has llegado: en las clases de gimnasia o en la práctica rudimentaria del fútbol o el baloncesto.

De lo cual se ha de deducir que el actual pantalocortismo  no es sino una manifestación del Espíritu Deportivo General que nos informa y que nos quiere siempre preparados ( y preparadas)  para la carrera, el salto y, en ocasiones, el salto del tigre ( o de la pantera.

Lo cual que a mi me resulta cansino pues ya no estoy en edad productiva ni de merecer  y , otro sí, incomprensible  al ver pasar abueletes renqueantes a velocidad media , y/o gentes de media edad enfundadas desde la mañana en pantalón corto y camiseta…y calzando un  a modo de sandalia que antes era tan sólo atributo de los severos franciscanos- pero este y el de las camisetas ( antes tributo de la working class)  son tema para otro día…