Con nocturnidad, premeditación y alevosía

Hay palabras que llevan aparejadas otras palabras sin que sepamos a ciencia cierta la causa de su fortuna, como por ejemplo “Comunidad Valenciana” como si el resto no lo fueran, que fueran…¡qué sé yo! una amalgama de gente; Expresiones como “hizo caso omiso” son mucho más divertidas todavía, pues si hizo caso omiso, no hizo caso alguno. Hay veces en que uno empieza a dudar de que el dinero público se pueda robar, pues sólo se habla de malversación de fondos…Por eso, esta pasada noche, tras escuchar primero que faltaban horas, después minutos y al final segundos para dar el pistoletazo de salida a la Campaña electoral del 20-N como si se tratara de las campanadas de Año Nuevo o del despegue del Apolo XI, me vino a la cabeza esa extraña combinación de la jerigonza tribunalaria cuando se desea incidir sobre la maldad de quien ha cometido un delito del que se apostilla que lo ha hecho con nocturnidad, premeditación y alevosía.

Como la novedad no era mucha, solo la ilusión de que sucediera una sorpresa digna de mención en el Tontodiario como el terrorismo dulce contra la bien hallada Barcina, me mantuvo despierto hasta rebasar ese momento crítico en el que a los Gremlins no se les debe dejar beber agua. Pero nuestro país todavía no está maduro para entender que la libertad no se pide y lo único que pude escuchar son las estupideces de siempre de parte de los cotorros oficiales que hacen del crimen perpetuo un mero chance discursivo al modo en que retransmitirían las vueltas que da el bombo en la lotería de Navidad o a la manera en como informan de las últimas inundaciones que siempre resultan ser las más grandes que persona alguna del lugar recuerde, en una recurrencia de banalidades informativas heredera de la mecánica reposición de Ben Hur durante la Semana Santa.

Pero la paciencia que es la abuela de la Bomba Atómica, de cuando en cuando premia al oyente que no escuchante, con algún que otro comentario escurridizo, que de no tener capacidad retentiva, seguramente caería en el olvido entre tanta basura parloteada por los habituales tertulianos. Así me enteré de que los cri-políticos, tienen la intención malsana de gastarse durante esta dilatada fechoría, la nada despreciable cantidad de sesenta millones de euros sustraídos de las arcas Públicas, algo así como treinta y tres céntimos per cápita incluidos esos pobres desgraciados que bautizados o no, han venido al mundo con la deuda bajo el brazo. Visto así, casi me alegro de lo bien que funciona la ley del Aborto de Zapatero que dentro de poco también lo será de Rajoy, pues no crean ustedes que hay diferencia entre los abortos del PSOE y los del Partido Popular al margen de que a la Iglesia Católica le parezcan más cristianos los segundos que los primeros por apadrinarlos caritativamente devotos de Cristo Rey.

Esta verdadera información mantenida en antena con alfileres, rara avis en los medios de comunicación trufados de cotilleo y fútbol que la crisis ya no alcanza para el pan y los payasos están pidiendo el voto, no me dejó pegar ojo. ¡Menudos cabrones! – Pensé en la soledad de mi alcoba sin que nadie me oyera para evitar tener que dejar la función pública de saneamiento mental a la que he entregado mi espacio, como le ha sucedido a la Juez Murillo. No contentos con someternos al suplicio de tenerles hasta en la sopa, resulta que con la excusa de darnos a conocer sus embustes, de nuevo van a meter sus manazas en nuestros maltrechos bolsillos. ¿No habrá nadie en toda la península ¡Incluida Portugal Andorra y Gibraltar! capaz de ir a sus fiestas de borregos y gritar eso de ¡Arriba las manos! ¡Esto es un atraco!?

Mientras daba vueltas en la cama consolándome a modo de onanismo ideológico indecente para los cánones de lo políticamente correcto, con las últimas imágenes de Gadafi, también se las daba a que, los muy canallas, iniciaban la campaña ciertamente con nocturnidad, cosa extraña cuando pasadas las elecciones todos los anuncios chungos o gratos suelen darlos a conocer con los primeros rayos de la mañana para salir guapos en el Telediario. Mas una cosa es que fuera hecho con nocturnidad y concedámosle también por lógica con premeditación, pero ¿con alevosía? ¿Cómo me venía a la mente esa palabra de la que sólo conocía su pronunciación y nada sabía de su significado? Por supuesto siempre he tenido muy claro que algo bueno no es…no me duele en prendas reconocer que hasta la pasada noche de Autos, a las 3:20, cuando los interfectos hacían el paripé de madrugada, nunca antes me había tomado la molestia de buscar la palabrita en el diccionario. Pues bien, para la RAE significa en su primera acepción “Cautela para asegurar la comisión de un delito contra las personas, sin riesgo para el delincuente. Es circunstancia agravante de la responsabilidad criminal.” Y en la segunda “Traición, perfidia” Me quedé maravillado de lo sabio que es el lenguaje. Y más tranquilo, concilié el sueño. ¡España va mal! ¡Los españoles peor! Pero el idioma español, a falta de un espontáneo que como en la propaganda del desodorante “Impulso” les regale flores…todavía limpia, fija y da esplendor.

Un comentario en «Con nocturnidad, premeditación y alevosía»

  1. Creía que la alevosía indicaba saña o sevicia, pero fíjate que viene a ser una traición optimizada.
    Del griego, adoptamos «timocracia», que es el gobierno de los potentados. Los idiomas son grandes al recordarnos como surgieron las cosas y sus primeros usos.
    Otras se extravían ciento ochenta grados, o más, como «álgido», que realmente significa el punto más frío de un proceso, pero se utiliza como de mucho movimiento, o caliente.
    Abraciños.

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