Que se preparen los clubes de fútbol

El Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su pasada intervención en el Congreso, adelantó en lineas generales el futuro que nos espera a partir del próximo Junio en la España de Rajoy, donde literalmente, como dice el chiste, ¡no nos podremos quejar! por muy calentito que se prometa el veranito, de salir adelante el otro recorte que está en ciernes, cuál es, el de las libertades civiles. Porque, si como promulgan los paladines de la democracia no puede haber libertad económica sin libertad política, también así sucede a la inversa, que no debe haber recortes sólo en economía si no son acompañados de recortes en los derechos individuales y colectivos.

Por medio de un anteproyecto de Ley para reformar – y hasta disciplinar me atrevería yo a decir – el permisivo y ñoño Código Penal vigente, con el propósito de endurecer las penas previstas para actos vandálicos, imputándose delito de pertenencia a organización criminal a quienes convoquen a través de cualquier medio, actos que degeneren en episodios de violencia o alteren el orden público, cosa que comportará una pena mínima de dos años de cárcel, para facilitar a la fiscalía poder solicitar prisión provisional y al juez, decretarla. Con lo cual, se equiparará los actos vandálicos callejeros con la ‘kale borroka’ en el País Vasco y Navarra, meta anhelada por todo el espectro político gobernante desde hace tiempo, para asentar debidamente el Estado de Derecho, entendiendo por Derecho ¡Firmes!

Fernández Díaz que no baciló en aludir hipócritamente a la espiral de violencia protagonizada por colectivos antisistema con técnicas de guerrilla urbana coordinada previamente, para justificar la necesidad de tan magna aberración jurídica, no contento con pergeñar el modelo totalitario, en su efervescencia llegó a señalar la enorme laguna del actual Código Penal donde no está debidamente tipificada la peligrosísima “Resistencia pasiva” practicada por elementos incontrolados del denominado “Terrorismo no violento”, es decir, la actuación de aquellas personas que desobedecen de forma reiterada y coordinada las órdenes de los agentes de Policía y protagonizan, por ejemplo, una sentada que ponga en riesgo los intereses de la Patria.

A nadie escapa que esta iniciativa persigue – nunca mejor dicho – por un lado ahogar al movimiento pacífico y democrático de los espíritus libres Indignados que vieron la Luz en la Plaza del Sol el año pasado y por otro, ahorrarse la reacción furibunda de una población comprensiblemente enfadada en cuanto se convenza de que todo va a peor y que las promesas del “Predecible” – Rajoy merece el apelativo tanto cuanto Juan Carlos el de “Demócrata” – como era predecible, no se cumplen.

Así, como diría Becquer, “volverán las oscuras golondrinas a sus nidos a anidar, pero aquellas que tú vistes, aquellas no volverán…” porque se han transformado en gaviotas agresivas que creen les ha llegado el momento de hacer vestir de nuevo a las muñequitas de azul con su camisita y su canesú. Pero resulta que esta nueva vuelta de tuerca en el Garrote Popular donde nos encontramos maniatados los ciudadanos, de nada va a servir para sofocar y reprimir la contestación inevitable en las calles de parte de quienes no tienen nada que perder por no poseer empleo, ni sueldo, ni prestaciones sociales, ni subsidio, ni derecho a la sanidad, ni a la educación, ni un techo donde cobijarse por haber sido desahuciado por el banco…y poco les impresionará en consecuencia estar al corriente de estas amenazas judiciales. Sin embargo, tal como se ha planteado la cuestión, ya pueden irse preparando los clubes de fútbol, sus directivas y los diarios deportivos para asumir multas y condenas debidas a los desórdenes públicos que siguen a los partidos, pues parece ser, que de ahora en adelante, las Fuerzas de Seguridad, las Instituciones y el Gobierno sólo están como meros observadores sin ninguna responsabilidad en el desarrollo de los mismos.

Los mercados castigan los recortes

http://www.youtube.com/watch?v=9fz6MdEYlpQ

Hace tiempo comenté que la Economía es una pseudociencia – lo que no es óbice para que no sea un saber digno de estudio – nacida para justificar un sistema arbitrario y falaz como lo prueba que se colara en los Premios Nobel de rondón, pero muy persuasivo al objeto de proporcionar a las clases dirigentes relatos biensonantes que remiten al capricho de la libre interpretación del Gurú de turno, porque como todo brazo armado de la Tiranía del concepto, no es incompatible convertir en Dogma cuanto dice un especialista y a la vez, que este experto cambie de parecer cuando le viene en gana. Al menos en eso la Santa Madre Iglesia no puede ser discutida como más coherente, pues la Infalibilidad papal, rige incluso para el propio Papa, incluso cuando viaja fuera del Vaticano.

Hasta hace bien poco, los economistas criminales ejecutables, con la complicidad de la prensa manipuladora, interpretaban a grandes titulares que la subida de la prima de riesgo era debida a la rigidez del mercado de trabajo, a la tibieza de las reformas del Gobierno, al clima de inestabilidad financiera; Que los mercados castigaban nuestros altos sueldos, las políticas keynesianas, nuestro sistema asistencial y ahora hasta presionan para que modifiquemos el Estado de las autonomías; En virtud de sus análisis estaba claro que era necesario aumentar la edad de jubilación, emprender a la baja una reforma laboral, suprimir el derecho a huelga…relación entre unas cosas y otras que esquivan siempre el motivo principal no de los inversores que ya no quedan ¡ojalá! sino de los especuladores que son los únicos que se mueven como tiburones en el Océano de rapiña en que se ha convertido la Bolsa con el permiso de los Gobiernos y el beneplácito de la Banca asesina.
Atiborrados como estamos de la magia Harripottista y los contubernios Danbrounianos, nuestra conciencia crítica parece haber perdido el Norte, el Sur, el Este y el Oeste conspiranoicamente abierta a cualquier correspondencia bien hilvanada que ponga en conexión el mugido de una vaca en la Pampa Argentina con el inesperado aumento del consumo de leche de soja en Laponia a la sombra del malentendido “Efecto mariposa”. Sólo así aceptamos el discurso neoescolasticista de la rrollística de un diabólico Gozne Religante de la peor catadura Hermeneuta.

Mas hete aquí, que con la misma ciencia que los criminales han ligado cual causa-efecto lo que sucedía en bolsa con nuestras decisiones político-sociales para desmantelar el famoso Estado de Bienestar, igualmente ahora podríamos establecer las siguientes aseveraciones: En primer lugar, se observa que cuantos más recortes están dispuestos a realizar los gobiernos, más sube la prima de riesgo y más bajan las bolsas, porque los recortes impiden el crecimiento por reprimir la producción, el consumo y desactivando la demanda. Es así como llegamos a la conclusión de que el mercado castiga los recortes, sobre todo en educación y sanidad. En un segundo momento se observa un inequívoco disgusto por parte de los inversores de todo cuanto suponga medidas antisociales porque estas aumentan considerablemente el riesgo de inestabilidad social. Los inversores desean que la población tenga confianza en sus gobernantes porque sólo así se genera un clima favorable para la producción y reactivar el consumo. En un tercer momento, si nos detenemos a ver lo sucedido entre la evolución política europea, casi podría decirse que los mercados han ido mostrando su rechazo in crescendo según los gobiernos de turno iban cediendo su paso a la oposición, cosa que explicaría el por qué los cambios de signo parlamentarios en todos los países con problemas no ha servido para nada, salvo para hacer elecciones. En consecuencia es imperioso acortar en dos o tres horas la jornada laboral, aumentar los sueldos lo suficiente como para que en cada pareja o familia sólo trabaje uno de los dos, elevar las pensiones para que nuestros mayores hablen bien del sistema a sus hijos y que los nietos se entreguen en cuerpo y alma a cotizar a la Seguridad Social… Y así podríamos continuar de cháchara hasta decir basta.
Pero ya puestos a relacionar la subida del petróleo con el cambio de hora, bien podríamos caer en la cuenta de que los inversores, lo que de verdad detestan, son las fiestas religiosas, porque cada vez que se aproxima la celebración del Corpus, la Navidad o la Semana Santa, hay que ver como se ponen.

De los problemas sociales. Ocurrencia

La mayoría de los problemas sociales son perpetuados por gente que vive de ellos como Filósofos que los piensan, banqueros que los financian, políticos que los discuten, burócratas que los gestionan, los técnicos que los abordan, historiadores que los narran, sociólogos que los analizan, religiosos que los conjuran…porque la verdad, es que si se les deja en paz, la mayoría acaban resolviéndose solos

Cómo se fabrica una tarta

El pasado 27 de octubre, en Toulouse, opositores al TAV lanzaron tres tartas a la Presidente de Navarra Yolanda Barcina durante una sesión extraordinaria del consejo de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Como explicaron los propios activistas, para su sorpresa, los miembros de seguridad se limitaron a separarles pero ni siquiera les sacaron del local. Fueron los propios implicados quienes decidieron salir por su propio pie para dar una rueda de prensa y poder explicar los hechos.
Pero como quiera que para algunas cosas todavía rija aquello de que Europa empieza en los Pirineos, al día siguiente, de regreso a Navarra, a los tres Tartalaris les estaban esperando en sus domicilios agentes de paisano que tras registrarles – supongo por si llevaban merengue camuflado – les detuvieron. Y aunque posteriormente quedaron en libertad, se les comunicó que estaban acusados de un delito de “Atentado a la Autoridad” lo que suponía que serian juzgados por nuestra querida Audiencia Nacional, porque según reza la “Ley Orgánica del Poder Judicial” si una persona de nacionalidad española atenta contra otra de la misma nacionalidad fuera del Estado español, y en ese otro territorio no se abre ningún tipo de investigación, el caso pasa automáticamente a la Audiencia Nacional. Y claro, en Francia que es un Estado de Derecho como la Razón Ilustrada manda, propinar un tartazo está catalogado como falta, que en muchos casos ni siquiera tiene repercusión legal, y en caso de haberla, se solventa con una multa, como sucede en casi toda la Europa democrática, dicho sea de paso.
¡Pero esto es España! Y las cosas en España se hacen de modo distinto. Aquí las Autoridad es tan canalla y criminal que tiene miedo constante a ser sorprendida por el Pueblo del que diariamente se mofa, al que recurrentemente traiciona y al que oprime, reprime y exprime mediante impuestos, perenne vigilancia y latrocinio masivo. En consecuencia, se ha cuidado muy mucho de blindarse jurídicamente como corresponde, de la lógica reacción de la gentes en relación directamente proporcional al daño que nos infringen. Y ¡Sabe Dios! Que las personas de bien, pacíficas y moderadas como yo, participamos de este Principio del Derecho que vela y protege el ejercicio del Cargo Público para que pueda desempeñar su función con libertad sin peligro para su persona física ni sus intereses, entendiendo entonces que se ha de perseguir y castigar con mayor celo que cuando los mismos hechos acaecen entre iguales civiles. Sin embargo, a todo Derecho va ligada una obligación, que cuanto menos, en la que se trata debería ir acompañada de cierta reciprocidad para no convertirse en una especie de “Ley del embudo” siendo lo suyo que cuando la Autoridad atentase contra el Pueblo o los indefensos ciudadanos, también se ejecutara tan aguda medida, si cabe, con mayor dureza. Mas, visto que lamentablemente no sucede así, parece más justo dejar de aplicar la Ley Parcial, que aplicarla sólo cuando la agresión va de abajo a arriba e impune cuando sucede a la inversa, para que se cumpla lo establecido hace más de 4.000 años por Hermes Trismegisto.
Por otra parte, si por unos dulces tartazos se puede solicitar sin sonrojo judicial penas de cárcel de hasta diez años como se acaba de hacer, el mensaje que se le transmite pedagógicamente a la población es “te sale igual de caro darles un tartazo que un tortazo” y quien dice tortazo, dice puñetazo, mazazo o zambombazo. En este orden de cosas, la Presidente de Navarra debería dar gracias de que estos buenos ciudadanos no la desearan a ella lo que ella sí parece desearles a ellos, porque de igual modo le agasajaron con tartas, por el mismo precio o incluso menos de lo que solicita la Fiscalía, le podían haber arrojado ácido como sucede por otros lares. Si estos vanguardistas morales de la ciudadanía merecen algo, es un sincero agradecimiento de parte del Gobierno de Navarra por poner al descubierto un gran fallo en su seguridad. Hasta me atrevería a proponer que de ahora en adelante se creara una Brigada especial de Tartalaris cuya misión consistiría en intentar estampar tartas a cuantos dirigentes y gobernantes pillaran por sorpresa en toda la geografía española para poner a prueba los dispositivos de seguridad de los que tanto se habla en los Tontodiarios, como en su día, varios prestigiosos rotativos se tomaron la molestia en burlar las medidas antiterroristas de los aeropuertos para poner en evidencia su ridiculez y falsa eficacia.
Para terminar, he observado que algunos medios tratan esta y otras noticias relacionadas con los territorios díscolos con algo de morriña de aquella ETA que tanto juego daba para llenar portadas y a cuyo rebufo muchos se han labrado carreras de articulistos, de modo que un día de estos a alguno se le escape comentar que en las pastelerías de Navarra y el País Vasco se enseña a los jóvenes a fabricar tartas, como en su día se escribiera que en las Ikastolas se enseñaba euskera a los niños desde muy pequeños. Dato que por más que se empeñen algunos en negar, era verdad.