Experimentación con pobres

 

Durante el curso 07-08 14 bebés de familias pobres argentinas murieron tras participar sin saberlo en los ensayos de una vacuna contra la neumonía y la otitis aguda del laboratorio británico GlaxoSmithKline. La Justicia argentina, recientemente ha ratificado la multa de 179.000 euros que el Ministerio de Salud le impuso a dicha empresa en cuanto se supieron los hechos. No está mal para ser pobres, casi podría decirse que les ha tocado “El Niño”.

Tras agotarse las vías legales para la experimentación con animales, el siguiente paso a dar, antes de sacar al mercado un medicamento nuevo, es probar su eficacia, posibles efectos secundarios e incluso fatales desenlaces en humanos. Lo deseable, es que se presenten voluntarios a quienes se informa pormenorizadamente de los riesgos que corren como individuos y de los enormes beneficios que de su estudio y seguimiento se derivarían de salir con éxito el experimento; Suelen prestarse a este procedimiento sobre todo religiosos que se han creído de verdad la Fe, parientes de afectados por la enfermedad investigada y personas que buscan dar sentido a sus vidas.

De no aparecer altruistas, lo siguiente que toca, es retribuir el riesgo a la persona que acepta se ensaye con su cuerpo, informándole igualmente de todos los perjuicios que de ello puede derivarse para su ser particular, más sin llegar a desanimarle, riesgo psicológico que de aparecer, pronto es contrarrestado metiéndole en bolsillo el beneficio inmediato que obtendrá, treta que suele salir bien dado que la gente que se presta a experimentos médicos por dinero, es por extrema necesidad, circunstancia donde pesa más la inmediatez de la retribución contante y sonante que un remoto problemilla que de surgir, nunca podía haber pasado en más feliz ocasión que rodeado de profesionales de la medicina que le tratarán como a un héroe, cuidados a los que un pobre no aspira, al menos en esta vida.

Pero sucede, que por tradición los pobres desconfían de todo lo que huela a matasanos – salvo en los denominados Estados del Bienestar, donde desmemoriados de su función de “conejillos de indias”, todavía acuden alegremente a que les curen; Pero eso va a cambiar en breve…- no resultando sencillo convencerles para que se presten voluntarios por dinero.

De no ser…que se les pinte el asunto como una campaña solidaria de una Oenegé que viene a ayudarles. Para este menester se escogen ejemplares con dolencias extraordinarios que como diría nuestra Vicepresidente, requieran intervenciones extraordinarias que seguramente por aquí ni se les permitiría intentar. Así los pobres son atendidos y nuestros médicos cogen experiencia…

Un modo menos complicado de obtener voluntarios es acudir a penales – da igual que sean de países pobres que ricos, ya que en las cárceles sólo se encuentran ejemplares pobres – donde se ofrece a los presos reducir condena o mejorar su régimen de reclusión a cambio de participar en el desarrollo de la ciencia.

Pero hay ocasiones en que ni por esas es suficiente. ¿Qué hacer entonces? ¿Es bueno moralmente privar a la entera especie del progreso por preservar un muy discutido derecho particular a la salud, la seguridad y la vida de unos cuantos ejemplares? Los nazis ya respondieron a esta cuestión por todas las indecisas democracias liberales, de modo que hoy la medicina que disfrutamos debe más a Mengele que lo que pudiéramos imaginar la carrera espacial debe al también nazi Von Braun inventor de los misiles U2 y posteriormente artífice de la llegada del hombre a la Luna.

En consecuencia, necesitamos experimentar con seres humanos aunque estos no quieran; lo podemos hacer con los de nuestra misma posición social o con seres cuya existencia es prescindible, con nuestra propia gente o con la de otras razas…Empero, lo que no nos podemos permitir, es que por evitar el daño a terceros, estando en nuestra mano hacerlo, dejemos que la arbitraria naturaleza escoja por nosotros y nos hagamos daño a nosotros mismos y nuestros seres queridos. Es muy fácil ser respetuoso con los demás cuando no se tiene más remedio. Pero si se tiene el Poder para usarlo en tu beneficio, el mal consiste precisamente en no emplearlo de ese modo.

¡Bravo! Entonces por nuestra industria farmacológica y los laboratorios médicos que aplican en la salud global los mismos parámetros de actuación que desde siempre rigen en las empresas dedicadas a la extracción de materias primas como madera, carbón, petróleo, gas…de cuyo comportamiento se siguen grandes sufrimientos de pueblos enteros que no caen en saco roto gracias a nuestro sabio aprovechamiento de su dolor, sólo que, ahora en vez de tratarse de recursos naturales, hablamos de recursos humanos.

De la media y la otra media

Me llega el dato de que durante el pasado 2011 la ciudadanía ha visto más tele que nunca, concretamente unas cuatro horas diarias de media. Hechos los cálculos, viene a ser más tiempo que el dedicado de media a las vacaciones, exactamente dos meses.

Sorprendido por esta cifra media, pronto advertí la feliz coincidencia para un hombre de letras que el lapso que pasamos frente a la caja tonta, es justo la mitad del dedicado de media a dormir, o sea, ocho horas, por lo que sin necesidad de realizar más cuentas, sabemos que al sueño reparador le entregamos nada menos que cuatro meses del año. ¡Sin contar la siesta!

Nunca la expresión “Tempus fugit” me había calado tan hondo. Inquieto por averiguar en qué se nos va la vida media, me puse a contabilizar el tiempo medio de cuantas actividades o tareas cotidianas concurren en nuestra existencia, no media, sino entera. De este modo computé para la nutrición de entrada y salida, como mínimo un mes de media, se esté o no a régimen; En viajes interurbanos de media, se esfuma como mínimo otro mes, entre atascos y esperas. A ir de compras para levantar el país es fácil que se vaya otro mes de media con las rebajas, las ofertas y las liquidaciones constantes…Pero con tanta engañosa media, no me salen las cuentas para el ciudadano medio.

Es cierto que hay más de cinco millones de votontos que seguramente suben la Renta per Cápita de todos estos conceptos. Sin embargo, cuando se trata de contabilizar las horas trabajadas, nunca se hacen promedios, ni medias de este tipo para que se respeten en los convenios, de modo que, hay gente que no tiene tiempo, como se dice vulgarmente, ni para cagar la mierda media, mientras otros no tienen ni con qué limpiarse el culo de media.

Escuchando estas recurrentes encuestas, la pobre gente, esa que seguramente se pasa el día viendo la tele por no tener ni para salir en autobús, esa que duerme hasta la una del medio día por haber perdido toda esperanza de tener motivos para despertarse, esa gente, precisamente esa, llega a pensar que gana el sueldo medio anual de 22.500 euros, que tiene casa en propiedad de unos 90 metros cuadrados, que cada miembro de su familia se ha gastado sin comerlo ni beberlo literalmente durante la Navidad nada menos que 550 euros, que sale y vuelve de puente sin darse cuenta, que se va a esquiar…por decirlo de algún modo, que vive muy bien, comparado con Corea del Norte. Por eso triunfan programas como ¿Quién vive ahí? Sin embargo, la maniobra manipulativa, parece inocua para cuantos saben de qué va la historia, pues no les disgusta en absoluto que la media les mengüe sobre el papel sus ingresos, ni que les reduzca el terreno de su chalet en grandes titulares, ni los euros dedicados al ocio, las vacaciones, la educación de los hijos, etc. Casi puede decirse que les agrada escucharlo a menudo en el Tontodiario.

Por consiguiente, leyendo entre medias estas encuestas mentirosas, se deduce que, por una parte hay demasiada gente que dedica más de ocho horas al día a trabajar, sin contar desplazamientos, pues hay también demasiada gente sin hacer nada encerrada en sus casas; Segundo que del antagonismo en el cómputo temporal, no se desprende igual diferencia entre sus ingresos, pues generalmente, cuanto más se trabaja, más bajo es el salario percibido y en consecuencia debe haber otra masa ingente de ingresos, acumulada en muy pocas manos. Y tercero, las necesidades humanas, aunque en principio responden a biorritmos similares, se puede mantener científicamente que la media de los ciudadanos satisface sus necesidades vitales medias con mayor premura y menor coste energético que la otra no media.

Ninguno es de los nuestros

http://www.youtube.com/watch?v=Z_vwoX3R_is

Ayer he recibido un correo de un desimpatizante que paso a reproducir en lo relevante textualmente: “ (…) me ha defraudado con su nueva actitud (…) ha dejado de criticar a Zapatero para ponerse a degüello contra Rajoy sin darle los cien días de gracia (…) Yo le tenía por uno de los nuestros (…) ¿Se puede saber de parte de quién está usted?” Sirva cuanto sigue como mi respuesta:

Apreciado lector, lamento mucho haberle defraudado. Nunca estuvo en mi mente intentar agradarle a usted ni a nadie; Para eso ya hay demasiada gente a sueldo. Yo me contento no defraudarme a mi mismo. Cuenta usted en su enfadado mensaje, que le extraña mi repentino cambio de objetivos, pues si antes día sí, día también arremetía contra Zapatero y el PSOE, de buenas a primeras la he tomado con Rajoy y el PP ¿No se pregunta usted por qué? ¿Qué ha cambiado en estos días? Usted se ha equivocado de cabo a rabo. Yo no escribo contra menganito o fulanito, dando caña a un Partido o a otro. Yo siempre enfilo mis diatribas hacia el Gobierno y advierta que no digo “contra el Gobierno” porque, más que escribir en contra, siempre busco hacerlo “a favor”…a favor de la gente, del Pueblo, de los ciudadanos que estamos inermes e indefensos ante el crimen organizado.

Usted me reprocha no haber respetado los famosos “Cien días de cortesía” que tradicionalmente concede la prensa al gobernante entrante. Créame que esa era mi primera intención. Pero, ¿A caso nos los ha concedido Rajoy a nosotros? ¡Buenos sí! ¡Tontos no! Es posible que quienes sean de su parecer, vean la política nacional a modo como se vive un partido de fútbol, o sea, celebrando los goles como propios y sufriendo las derrotas del equipo local como si le fuera algo en juego, en la ingenua sensación de que tal Partido es de los nuestros y los otros adversarios a batir. Yo lo contemplo de modo muy distinto.

Si en fútbol hace tiempo que sólo soy del Athletic cuando gana – a los dieciséis años me fijé que nuestro profesor de física siempre venía contento a clase, dicharachero, no ponía deberes…mientras el de mate entraba al aula bruscamente, dejaba caer los libros sobre la mesa y hacía “control sorpresa”; El contraste era tan evidente, que procurando encontrarle una explicación, caí en la cuenta de que el primero era hincha del Real Madrid, mientras el otro lo era de un club de esos que siempre ronda el farolillo rojo. Así comprendí que convenía ser de un equipo de los que gana casi siempre, o mejor aún, ser sólo de tu equipo, cuando gana, por las repercusiones morales, sentimentales y hasta sociales que implicaba que tu felicidad dependiera de terceros. – Imagínese entonces, que no ocurrirá con los Partidos políticos.

De pequeño, mi Santa y Sabia madre, me previno de que en los Partidos políticos hay más enemigos dentro que fuera. Pero luego yo por mi cuenta, he averiguado que todos son enemigos. ¡Pero no entre sí! como quiso darme a entender en su ingenuidad, sino que son ¡Enemigos nuestros! Son nuestros más eternos rivales, nuestros más encarnizados oponentes. De nuestra desgracia depende su supervivencia. ¡Y lo saben!

Ahora bien…usted pretenderá rebatirme diciendo que cualquiera en democracia puede ser político y Gobernante, por lo que no hay diferencias entre ellos y nosotros, por lo que son representantes nuestros, unos de unos y otros de otros y en consecuencia, ¡sí! puede decirse, que unos son de los nuestros, los que hemos elegido… Sin entrar en demasiados matices genealógicos parentales que le dejarían con tres palmos de narices sobre su afirmación, le diré que la Casta Parasitaria, siendo como es de inferior status a la que sirve y de la que es deudora dependiente, conocida como Casta Explotadora, es lo suficientemente permeable para filtrar a los de su calaña para asegurar su continuidad. De este modo, en un primer momento se permite el ascenso a su condición de gente honrada, buena, y de sanas costumbres a los quienes se somete inmediatamente a la “Prueba de corrupción” en cuanto llegan. Los que pasan la prueba, se quedan; El resto son depurados o se marchan asqueados ellos solitos. Así, si bien no todos los que van a la política, van a lo que van, se puede sostener que todos los que se quedan, es porque se quedan. Y en consecuencia, dejan de ser como nosotros, pasando a ser miembros de ellos de pleno derecho.

Así, pobre insensato, bajo la pluralidad de opciones que te ofrece la imaginaria división entre derechas e izquierdas, liberales, comunistas, socialistas, populares, nacionalistas, radicales…subyace una Parmenidea verdad unitaria, cuál es, la de que todos son de los suyos. No hay ninguno de los nuestros. Por eso yo no estoy con ninguno de ellos e imploro todos los días al buen Dios para que los fulmine sin excepción con un rayo.

Hijo Putastivos de la justicia

http://www.youtube.com/watch?v=TFtt3Tgw8VY

Se entiendo por hijo putativo, a aquel que se tiene por tal, sin serlo, cosa muy distinta entonces, del bastardo que siéndolo, no se le suele reconocer como merece. Por consiguiente, estoy en un dilema que rápidamente el lector inteligente comprenderá sin necesidad de que me ponga a tiro de querellas, que el asunto es motivo de preocupación, cuál es, el de que me he enterado recientemente gracias a vuestro Rey, que en el Reino de España, la Justicia es igual para todos, porque todos somos iguales ante la Ley. Sin embargo…
Para empezar, juzgo sinceramente un mal entendido, que la justicia sea igual para todos. Yo siempre he pensado que la Justicia consistía precisamente en dar a cada uno lo que le corresponde y no a todos lo mismo. ¡Pero no! Por lo visto, estoy en un error; En España se premia por igual al que lo hace bien que al que lo hace mal, se mantiene en Cargo Público quien está libre de sospecha, como el que aparece acusado por corrupción, se castiga con la misma firmeza los asesinatos que los robos y a la hora de indultar, da lo mismo que haya birlado millones de euros que unos pocos cientos…Eso, o algunos son más iguales que otros.
Por otro lado, si ustedes tuvieran que dirimir en la lógica de Frege, no como me tocó discurrir a mi si el Rey de Francia es calvo, sino si su descripción se corresponde más a un Bastardo de la Dictadura que a un Hijo Putativo de la Democracia, empezarían a apreciar el quid de la cuestión.
No menor problema sobreviene para establecer la naturaleza de los miembros del gobierno saliente que imperó a la hora de conceder el indulto completo a un banquero cuando durante años se lo han negado a un pobre hombre que nada tiene que envidiar al mítico Papillon francés y que sólo in extremis, más por vergüenza y presión popular, que de motu proprio, el muy hijo de la gran putatísima patria que pario a ZP, tuvo a bien firmar su indulto ¡parcial! – hay que ser canalla – a Miguel Montes Neiro, actuación que yo no sabría esclarecer si obedece más a los bastardos de la Justicia que a unos auténticos Hijos Putativos de la misma.
Mas dificil todavía lo tenemos para averiguar si fue un bastardo o un Hijo Putativo de la Ley, quien desde el Juzgado de Guardia de Granada, rechazó una semana después la petición de apertura de procedimiento de habeas corpus, para solicitar su «puesta inmediata en libertad» para que pudiera pasar la Noche Buena en casa junto a sus familiares, aduciendo defecto de forma por entregar su hermana sólo fotocopia del indulto gubernamental.
Pero el caso que más se resistirá a revelarnos la auténtica condición de bastardos o Hijos Putativos de la Justicia de quienes tenemos en frente, nos la presenta la Junta de Tratamiento de la prisión de Albolote (Granada) que por unanimidad ha vuelto a denegar este jueves 29 la angustiosa petición hecha por el abogado de Miguel Montes Neiro, para que por lo menos se le permita pasar el Fin de Año con los suyos en libertad.
Evidentemente, este pobre hombre debe ser hijo de una Ley menor. ¡Clama al cielo lo que está sucediendo! Por eso he tomado la decisión de enviar un telegrama al Papa para que interceda por el, no ya ante nuestra putativa Justicia llena de bastardos de la Ley, sino ante nuestro querido Dios, Santo y Misericordiosos, para que desde lo alto, haga Justicia Divina y castigue tanta impiedad. El texto del telegrama es el siguiente:
Santidad: Rece por Miguel Montes Neiro, hombre que sin delitos de sangre lleva casi 40 años en una prisión de España, para que el buen Dios le ayude, ya que nadie más lo hace.

Celebración de Año Nuevo

Hace tiempo que perdí la ilusión de festejar eso que llaman Año Nuevo, entre otras razones, porque comprendí que era algo demasiado arbitrario como para hacer de ello motivo de alegría. Cada cultura tiene su propio ritmo que obedece a distintos signos verbigracia, el día en que llega al trono el Rey de turno, las fases de la Luna, el comienzo de la siembra o de la cosecha, el regreso del salmón, el despertar de una marmota, o como sucedía en Egipto a la crecida del Rio. Entre nosotros, la tradición obedece a algo tan funcional como a que los cónsules romanos tomaban posesión de su cargo anualmente en Enero, detalle que resalzó la reforma Juliana y que posteriormente fue heredada por el Calendario Gregoriano.

Puestos a señalar un día de partida y llegada del ciclo existencial, hoy parece más apropiado ajustarlo a la fuerza motriz que impera en nuestra sociedad, a saber: La producción o el consumo. De este modo, si los antiguos se servian de hechos políticos, astronómicos o agrícolas para identificar el principio y final de algo tan etéreo como un año, en una sociedad desarrollada y moderna como la nuestra, no estaría de más preguntarnos qué realidad verdaderamente distingue momento tan especial.

Puesto a cavilar sobre el asunto, lo primero que me vino a la mente fue otorgar al tránsito entre el 31 de Agosto y el 1 de Septiembre el distinguido honor. Porque es en Septimenbre, cuando de verdad empieza nuestro Año Nuevo, cuando inciamos el curso escolar, que volvemos a la rutina tras las vacaciones con los mejores propósitos de enmienda, que nos apuntamos de nuevo tontamente a las clases del inglés que jamás aprenderemos bien, que encargamos en el kiosko los fascículos de las colecciones que de sobra sabemos no vamos a terminar, que ardemos en deseos de reencontrarnos con las series de televisión que también reanudan su emisión, con ganas de que empiece la Liga, etc. Pero tan pronto la idea iba cobrando forma en mi cabeza, le vi un gran inconveniente: ¿Con qué cuerpo se podía festejar el fin de las vacaciones y el regreso al trabajo? Por muchas estrategias mentales que adujera, como por ejemplo, que ejercería de compensación psicológica para contrarestar el conocido Síndrome Postvacacional a modo de eclosión de los últimos dias, como hicieran los jerarcas nazis ante la inminente caida del III Reich, era dificl convencerme de que el jolgorio superaría al que en la actualidad se disfruta, cuando a diferencia de esta edición, caen fuera del fin de semana.

La segunda opción, era evidentemente la contraria: Situar el comienzo del año justo al inicio de las vacaciones; Ahora si había suficiente motivo de alegría para echar la casa por la ventana, o al menos guardarla en una maleta. Sin embargo, la sola idea de llevar a la práctica la iniciativa no aventuraba una buena acogida entre la población, que como a un niño que se le diera elegir una fecha para su cumpleaños, dificilmente escogería ubicarla durante las actuales fiestas de Navidad, siquiera por sus inmediaciones, pues sería como desperdiciar una ocasión de rebiri regalos dado que, cuando estos se acumulan, no lo hacen en la misma cantidad que cuando hay cierta distancia temporal. Así, lejos de parecer adecuado situar los festejos de Año Nuevo junto a un motivo que lo sustente emocionalmente, casi se debía buscar una fecha en la que no hubiera nada que festejar ni tampoco por qué lamentarse, para de este modo vencer la inercia fatídica del destino humano.

Con esta certidumbre, exploré la posibilidad de probar con el último día para entregar la Declaración de Hacienda, como quien después de haberlas pasado canutas se da un homenaje e incluso pensé en la noche anterior al inicio de las rebajas…pero todo esfuerzo era esteril: en ambos casos, como que no quedaba demasiada pólvora que quemar para echar cohetes.

Después de todo, resulta que la festividad de Año Nuevo, está bien donde está. Lo que sigo sin entender muy bien, es por qué algo así, provoca tanta alegría como para celebrarlo. Claro que la respuesta puede residir en que hoy no sea la alegría lo que cause la celebración, sino que sea la celebración el motivo de alegría, en cuyo caso, daría igual cuando se coloque la fiesta en un calendario circular; Bien mirado, podrían hacerse dos festejos de comienzo de Año Nuevo en los dos Solsticios y ya metidos en harina, en los dos Equinoccios.