Antiguamente, de lo malo malo, todavía nos quedaba el personal desahogo de acudir airados a discutir las facturas a pie de ventanilla y de dar la lata en tal o cual mostrador, en busca de algún consuelo o explicación con la que calmar la indignación habitual del usuario. Pero como quiera que la tecnología de nuevo arrebatada al provecho social, se haya puesto al servicio del más fuerte en detrimento de todos, resulta que, nada de aquello puede hacerse, dado que no existe cerca del consumidor, lugar físico alguno al cual acudir en caso de mantener cierta diferencia con la compañía, dado que todas las gestiones habidas y por haber dicen que pueden hacerse vía internet, o si lo prefieres, por teléfono.
El otro día, tras infructuosa búsqueda por toda la ciudad, de un lugar donde poder reclamar a la antigua usanza, probé a llamar a Timofónica, para exigir que me devolvieran el importe de una factura en la que me habían cobrado de más. Cual fue mi sorpresa, cuando en lugar de atenderme una agradable fémina, fui atendido por una mecánica operadora que me recordó de modo espeluznante, a la computadora Hall que al menos sabía jugar al ajedrez. Ésta en cambio, lo único que sabía hacer era contar: si desea contratar algún producto, marque el 1; si desea incorporar ADSL, marque el 2; si desea tratar temas de funcionamiento, marque el 3… obedientemente fui marcando los números indicados, pero brillaba por su ausencia el de si deseaba que me devolvieran el dinero o el de reclamar alguna factura. Al final, logré conversar con una joven que por la voz debía estar muy buena, pero que se comportó como la máquina, que poco tiempo ha, la había reemplazado, pues sólo acertó a darme su nombre y a invitarme a marcar otro número de teléfono. Cándido de mí, también marqué aquel otro teléfono indicado y vuelta a empezar: si desea hablar con el departamento comercial, marque el 1; marque el 2; marque el 3…
Siendo mi lema ¡No te enfades, véngate!, mi resarcimiento llegó el otro día cuando ¡por fin! tuve la oportunidad de servirme en frío el plato de la venganza. Hacía tiempo que esperaba me tocase el turno de ser molestado por un operador telefónico que te llama a casa para venderte las excelencias de su compañía, y entonces: a su amable y melosa voz sudamericana preguntando por el señor Nicolás Juan, tuve los reflejos de decirle: Si desea hablar con el propietario de la línea, marque el 1; si desea hablar con el usuario de la línea, marque el 2; si desea hablar con el que habla, marque el 3. Un tanto estupefacta, acertó a decir: ¿Perdón? Sin dejarle hablar más, continué con: Si desea que se le perdone los pecados, marque el 1; si desea que le perdone la Iglesia Católica, marque el 2; si desea que le perdonen los mormones, marque el 3. Y aquí me colgó. Debió marcar el 0, que es el que todos habríamos de marcar cuando nos molestan éstas compañías.
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Ejemplo para gentiles
Normalmente me avergüenzo profundamente de la sangre judía que corre por mis venas ante la reiterada impostura que supone el Estado de Israel, sin tener por qué, pues una cosa es el eminente pueblo Hebreo que tantos genios ha dado a la entera humanidad y otra muy distinta, el Sionismo cuyos fundamentos ideológicos son muy similares al Nacional Socialismo Racial de la Alemania Nazi y que va camino de igualar sus éxitos genocidas. Por eso, para una vez que puedo elogiar algo que proceda de este Santo y sufrido lugar, de su gobierno bipolar Demócrata-Dictatorial, no es cuestión de desaprovechar la ocasión.
Como a cualquier otro pueblo de la Tierra, a los Judíos, les encanta sentirse el ombligo del mundo, el centro de atención del devenir histórico, etc. Por ello, se autoproclamaron el Pueblo Elegido, aunque no pocas veces abnegaron de dicho privilegio deseando que Dios se hubiese fijado en otros. Con todo, ello favoreció la división del entero género humano en dos esferas bien separadas: Ellos pocos escogidos queridos por Dios y…el resto de nosotros a quienes nos dicen despectivamente Gentiles, como los Gitanos – En mi opinión la Decimotercera tribu perdida de Israel- nos llaman payos, los Reyes hablan de Plebeyos, los políticos se refieren a los votantes, las multinacionales a los clientes y yo, os digo escoria. Pues bien, como cualquier otra sociedad, los hijos de Israel con sus ocultas miserias y exageradas proezas, bien es verdad que entre si, gozan acaso por su dilatada diáspora, de un sentimiento de unidad superior al del resto de colectivos, cualidad que en fechas contemporáneas se ha traducido en lazos de solidaridad interna más firmes y una tradición democrática menos formal y más consistente que en el resto de Occidente, cosa que desde sus inicios los partidarios de la existencia de un Estado Sionista esgrimen como positivo patrimonio a computar en su haber y que a tenor de los hechos, parece ser cierto, en la misma medida en que lo fuera la democracia ateniense, o sea, sin atender los pequeños detalles que la afean, cuando aquellos la inmensa población esclava y ahora los palestinos.
Pero hoy toca alabar el gran ejemplo que estos malos judíos han dado al mundo entero, en cuanto al verdadero funcionamiento de la Democracia se refiere. Ya en el 2006, Moshe Katsav, a la sazón Presidente de Israel, se vio forzado a dimitir de su cargo ante la aceptación a trámite por parte de los tribunales de la denuncia por violación presentada por una subordinada suya. Menos de cuatro años después, el pasado jueves, la justicia israelí le ha declarado culpable al considerar probado que, valiéndose de su posición mientras fue ministro de Turismo, violó a su subordinada en 1998 en dos ocasiones: la primera en la misma oficina del Ministerio y la segunda, en un hotel de Jerusalén, por lo que en cualquier caso, la sentencia, supondrá el ingreso en la cárcel del ex Presidente de Israel entre un mínimo de 4 y un máximo de 16 años.
La reacción, también ejemplar, del actual Primer Ministro, Netanyahu, no se ha hecho esperar, al margen de cuál pueda ser la sentencia y de los recursos presentados por Katsav. En palabras suyas, «El tribunal ha transmitido dos mensajes muy claros: que todos somos iguales ante la ley y que cada mujer tiene los derechos exclusivos sobre su cuerpo» El Tribunal ya le ha retirado el pasaporte, y en breve, el Estado de Israel, le despojará de todos los beneficios que le corresponden por el anterior desempeño de sus cargo durante dos legislaturas. Por una vez…me gustaría ser israelí.
Ahora, sólo nos queda esperar que Israel no se quede en dar ejemplo a los gentiles y comparta la defensa de los derechos fundamentales y los valores democráticos con sus vecinos, de la misma manera en como San Pablo extendió el Evangelio más allá de sus fronteras cuando otros todavía querían quedarse la Palabra de Dios, en exclusividad.
EpC: Cómo sobrevivir a la crisis en el Estado del Bienestar
La gente está muy preocupada, no ya tanto por la incertidumbre del futuro, cuanto por la certidumbre del presente, en un desquiciado Carpe Diem colectivo que, a más de uno, le está costando la vida, sin que ello compute en estadística alguna como violencia de ningún género y mucho menos terrorista. Pero nuestro controvertido Estado del Bienestar, siempre en entre dicho, puede ofrecer distintas alternativas a todos y cada uno de los miembros de una buena familia cristiana, de esas formada por un matrimonio como dios manda, con sus hijos mayores que no tienen a dónde ir y los abuelos con sus pensiones reunidos bajo el mismo techo embargado, sentados a la misma mesa aunque no tengan para comer y que pasan felices sus vidas junto al televisor por no tener ninguno de ellos trabajo, ni disponer de dinero para salir a tomar un café, ahora que ha subido la luz…
Los abuelos, ya tienen edad de vivir en un psiquiátrico de la Seguridad Social. Con dicha intención, evidentemente no basta aducir que chochean. Se debe presentar un cuadro convincente de demencia senil para que su solicitud de ingreso sea aceptada. A tal efecto, bueno sería que antes de tramitar nada, varios vecinos del barrio les vean pedir por las esquinas, recoger cosas de los contenedores y ¿por qué no? robando las meriendas a los niños en el parque al estilo del oso Yogy. Gracias a su testimonio, con que vayan mal arreglados, despeinados y sucios, será suficiente para que la demanda prospere; A cambio pueden comprometerse a votar cuando haya elecciones.
Los hijos pequeños, lo tienen muy fácil para que las autoridades que no condenan ni prohíben la apología de la pedofilia, retiren su patria potestad y se hagan cargo de sus tiernas infancias. Con los adolescentes, ya es un poco más problemático, sobre todo si son chicos, aunque también, puede encontrárseles cierto acomodo si dan con el juez adecuado que les pueda enchufar en algún hogar de acogida sobre todo por las noches; Quienes de verdad lo tienen muy chungo, son esos menores de edad mental que pese a contar con la mayoría biológica, han sido educados al margen de los problemas hasta que estos les sobrepasan. Sé que es difícil de aceptar, pero a lo mejor su mejor salida, sean las drogas, para así tener motivo de ser enviado a un centro de esos que trata la desintoxicación; Eso, o cometen un delito grave antes de los dieciocho, como para que le condenen a permanecer en un reformatorio varios años más y luego pueda acogerse a medidas de reinserción que deben ser supereficaces, pues la mayoría reinserta y vuelve a reinsertar en otros centros penitenciarios.
Las mujeres entre nosotros, a diferencia de los pueblos musulmanes, sí tiene dónde caerse muerta: cuenta con toda una red de asistentes sociales que velan por su seguridad a la mínima que el marido le levante la mano. Por eso, de mutuo acuerdo, el buen esposo, con todo el dolor de su corazón, podría propinarle una buena zurra y ella gritar más de la cuenta para que el escándalo sea denunciado por buenos samaritanos, antes de que desaparezcan los moratones. Que ser llevada a un piso refugio y librarte de la pobreza, bien vale una paliza, pero no ir de verdad al hospital.
Por último, los hombres, a consecuencia de lo anterior, si ellas cumplen su parte del trato y nos denuncian como deben, seguramente acabemos en la cárcel, que ahí donde la tienen dicen que ha entrado en crisis, pero es falso, porque cada vez hay más. Una vez en prisión, podemos apuntarnos a cualquier taller educacional que nos prepare para nuestra futura salida laboral, pues según un reciente estudio publicado por Instituciones Penitenciarias, más de la mitad de quienes hacen estos cursillos en chirona, encuentra trabajo fuera. ¡Un chollo!
Así, con los abuelos en el hospital municipal, los hijos repartidos por orfanatos provinciales, hogares tutelados por la Diputación o en centros de desintoxicación, la mujer escondida en algún piso de acogida de la Comunidad, y el marido metido en la cárcel del Estado, una familia puede pasar la crisis desayunados, comidos y cenados, disfrutando del auténtico Estado del Bienestar, que algunos se empeñan en preservar y otros destruir.
Frenemos la spamsión del inglés
Se llama spam, a los mensajes no solicitados, menos deseados o de remitente desconocido, habitualmente de carácter publicitario, enviados en cantidades masivas que perjudican de alguna forma al destinatario. De esta definición me he valido para hacer un juego de palabras y reflexionar un poco sobre la nefasta expansión del puto inglés entre los latinoparlantes que padecemos un marcado e inducido complejo de inferioridad que es necesario corregir, porque no solo está en juego la pureza de la lengua, que poco o nada me interesa preservar, dado que la misma es una histórica evolución de mezcolanzas que han enriquecido su expresión.
Posiblemente sea ya demasiado tarde para reaccionar contra esta absurda tendencia de estudiar esta odiosa lengua que tanto daño hace a nuestros cerebros latinos y resulte imposible invertir la estupidez de escuchar su música sin entenderla y aún de producirla entre nosotros con el aplauso general como han puesto de manifiesto para más ignominia, los laureados casos de Dover y Marlango. Pero el otro día, de nuevo me solivianté con este recurrente asunto, porque en un discobar de Valladolid, coincidió que pincharon una melodía italiana muy conocida “Azurro” pero cantada en español ¡Estamos tontos o qué! ¡Es increíble! – pensé para mi…Resulta que esa mierda de idioma cuya presencia en la historia debería borrarse del catálogo de Babel, el cual, comprensiblemente somos incapaces de aprender por muchos años de escuela que se le dediquen, es el preferido para oírse por el populacho metiéndonoslo por todas partes en discotecas, trenes, radio, televisión e Internet, sin traducir, mientras canciones de un idioma hermano como el italiano que ennoblece y adelgaza a quienes lo practican, cuyo aprendizaje como dice la propaganda, es fácil y divertido, resulta que vamos y la traducimos. Fuck off!
El declive crónico de los planes de estudio en España, sospechosamente coincide con la instauración forzosa del inglés en las escuelas desde el 77 que sólo ha servido para dar empleo a sus muertos de hambre que por el mero hecho de ser nativos – como si el resto fuéramos moribundis – vienen aquí a darnos clase como si fueran eminentes filólogos, mientras nuestros universitarios acuden a su inhóspita tierra de salvajes con tecnología, a hacerles la cama en hoteles y servirles la comida a la mesa en restaurantes. ¡Hijos de la Gran Bretaña! Este solo dato, debería bastarnos para de una vez ponerle coto a esta idiotez colectiva. Pero no…
Mientras la SGAE y resto de Osos Mafi del cine e industria discográfica, se empeñan en sacarnos los cuartos, evitar las descargas, vivir de las subvenciones estatales y perseguir al top-manta, nada hacen por taponar este auténtico acuífero económico por el que se nos escapa la mayor parte de nuestra riqueza económica y cultural. Porque detrás del estudio académico del Inglés existe todo un negocio muy bien montado que trasciende a los viajecitos del verano y las clasecitas particulares…por ese coladero se nos va la cultura y la industria que de ella vive.
Los pueblos latinos, deberíamos empezar a cruzar nuestros éxitos comerciales para que en todos los medios de comunicación desde Lisboa a Bucarest pasando por Santiago, Madrid, Vitoria, Barcelona, Paris, y Roma, se promocionen y pongan sus sintonías, ensanchando así el mercado potencial de nuestros productos y creaciones a más de 200 millones de personas, sólo en el continente europeo. Porque me extraña sobre manera, que cualquier botarate con dos cuerdas y un tambor suene en todas nuestras discotecas por cantar en Inglés, mientras nada sabemos de los Nº1 que están triunfando en todos esos países, donde por cierto, aquel pringado también goza de popularidad.
Y si por lo que sea, les entrara unas repentinas ganas de tomarse la revancha escuchando solo música autóctona, sin necesidad de irse muy lejos, entonces, les animo a consumir canciones en Gallego, Catalán, Euskera y hasta en Bable si lo desean, con tal de dejar de hacer el tonto, que las hay muy bellas y buenas esperando a convertirse en nuestro éxito artístico político y comercial.
EpC: ¡Ojo! con el timo telefónico
CEDO ESTE ESPACIO A UN AVISO REMITIDO POR MI AMIGO JESUS.
Si solicitas una melodia para tu teléfono móvil mandando un mensaje SMS a un número de 4 cifras (ahora de 5 cifras), la descarga cuesta 1,20 Euros por minuto, pero …… como la descarga dura dos minutos serán entonces 2,40 Euros.
Resultado:
Tu factura mensual asciende de repente a 100 Euros más de lo que solías pagar normalmente.
Explicación:
Resulta que al decir «alta» a lo que deseas (descargarte la melodía), te estás dando también de alta SIN TÚ SABERLO a una serie de contratos para que manden a tu número continuos mensajes SMS de publicidad.
Lo mejor de todo es que todos y cada uno de estos mensajes son a cobro revertido, se cargan a tu cuenta aunque tú no abras ninguno o los destruyas sin abrir.
Es decir, que si te mandan, por ejemplo, diez SMS al día, a razón de 0,30 céntimos cada uno, estás pagando 3 Euros diarios por una cosa que no necesitas, que no has pedido y que no sabes de dónde sale. Multiplica eso por 30 días que tiene el mes y verás lo que sube…
Colofón grandioso:
Cuando vas a tu compañía a decirles que paren, bloqueen o filtren esa invasión indeseable te dicen que ¡¡¡NO PUEDEN HACER NADA!!! Ni Telefónica, ni Yoigo, ni Vodafone, ni Orange. ninguna compañía puede impedirlo; has sido tú, por pardillo, quien se ha metido en el fregado.
¿Dónde está el impedimento?
Muy fácil. Si quien remite esos SMS es, por ejemplo, el número 5559, tú mandas un SMS a ese número que diga «BAJA 5559», y efectivamente, ese número no vuelve a mandarte nada.
Pero, ¡oh, sorpresa!, al mes siguiente el mismo timador te vuelve a mandar otro montón de SMS a tu costa pero ahora con el número 7784. Y si «matas» ese número, al siguiente mes el remitente es el 4593. y así hasta el infinito.
La gracia es que no puedes demandar a nadie, porque no hay nadie que figure como titular de los mencionados 5559, 7784, 4593, etc.
Reflexión importante:
Tampoco hay que olvidar que ninguna compañía telefónicas se esfuerza NADA DE NADA en parar ese timo porque a ellas, como intermediarias que son en el tráfico telefónico que facturan, el timo les proporciona unas magníficas ganancias; o sea que tienen un morro que se lo pisan, dicho sea de paso.
Me cuesta creer que con los abrumadores medios tecnológicos de hoy en día sea «imposible» descubrir y eliminar a esos timadores ocultos.
Será imposible para un usuario corriente, ¿pero para una empresa con cara y ojos a nivel profesional?
Solución: No queda otra que darse de baja de tu número y abrir otro nuevo. Lo cual tampoco es gratis.
Enseñanza moral: (si la hay)
Lo mejor es escarmentar en cabeza ajena y no hacer ninguna operación ni con el móvil ni con el fijo que represente participar en concursos, beneficiarse de gangas, incorporar utilidades infográficas, insertar audio, etc.
Incluso eso tan inocuo que aparece en la pantalla de la TV en pleno partido de fútbol diciendo «Manda antes del final del encuentro un mensaje de móvil al nº .. diciendo tal y tal cosa y ganarás un magnífico coche del modelo ..», incluso eso es un sacadineros peligrosísimo.
Avisados quedáis, porque quien primero os va a dejar tirados es vuestra propia compañía de teléfonos.
Difundir este mensaje es casi una obligación ciudadana.