Retransmisión desde el CIS

¡Estimados ciudadanos! Apenas faltan dos minutos para asistir a la solemene suelta de resultados de la encuesta de opinión correspondiente al mes de Junio efectuada con toda precisión por el CIS. Hay gran espectación por saber cuál de los problemas se hará con el primer puesto en la preocupación de los españoles, despistados como están con la Eurocopa y el inminente descubrimiento del Bosón de Higgs. Para anticiparnos a los resultados contamos con la inestimable colaboración del problemólogo el Dr. Gafe, a quien damos la bienvenida y le preguntamos ¿cuál cree usted que podrá ser el primer problema de los españoles?

-Bien, en principio la gente está muy preocupada por el asunto del falso 9 y la posible alopecia parcial bajonasal del expresidente Aznar. Sin embargo, todo apunta, que al final, lo que verdaderamente tiene angustiada a toda la población es el nuevo desnudo de verano de ana Obregón. Por consiguiente yo apostaría todos mis ahorros a esto último y para cubrirme quizá también por la proclamación de los toros como Patrimonio cultural de la humanidad.

Pues ahora mismo comprobaremos si ha acertado en su pronóstico nuestro experto, porque justo en estos momentos se acerca a la rueda de prensa el responsable de comunicación de la entidad para soltar los problemas sobre la pantalla y ver como evolucionan en la carrera: En la calle número uno con verduguillo y txapela está el Terrorismo muy confiado en sus posibilidades pese a su falta de entrenamiento, en la calle número dos patrocinado por el INEM se halla el Paro muy crecido ultimamente, en la tres a lomos del FMI la Economía algo deprimida pero con fuerzas para hacerse con esta victoria, en la cuatro la Sanidad que corre con una indumentaria demasiado recortada para los jueces, en la cinco luciendo traje y corbata, la Clase Política muy metida en carnes, en la seis con bolsas de plástico a los lados la Corrupción siempre sospechosa de dopaje, en la siete la Educación como siempre lenta en tomar posiciones y por primera vez en competición entra en liza en la calle ocho, la Banca que recibe los abucheos desde la grada donde nos informan que se agolpa un nutrido grupo de protesta. Acerquémonos hasta allí para averiguar el motivo de su enfado.

-¡No hay derecho! Las pruebas de selección para correr en el CIS están más amañanadas que el incremento del IPC. Ya ve usted, yo, la programación televisiva, me he quedado fuera. Y ahí tiene al representante del tiempo meteorológico, al de los horóscopos…

3,2,1 Ya salen a toda velocidad los problemas. ¡Y salta la sorpresa! El Terrorismo se queda clavado en la mismísima linea de salida. Un clamoroso ¡OOOOOOH! recorre la grada de periodistas que echan de menos su garra. Mientras, el resto de problemas avanzan vigilándose muy de cerca. El público aplaude a rabiar: los más de cinco millones de parados dan su aliento a su Campeón; La Deuda de riesgo venida de todas partes con destacada representación griega no se anda a la zaga en su apoyo a los problemas económicos; Los políticos tampoco es que se encuentren solos con más de un 70% de votontos reunidos en el lugar para reafirmarles su confianza en que se pueden hacer con el liderato; Tampoco se puede quejar la Sanidad en cuanto a entusiasmo de su afición llegada de todos los ambulatorios agitando receta en mano y aunque menos, vestidos de verde los docentes y familiares hacen la ola para empujar a la Educación hacia la meta. Aparentemente, nadie se muestra partidario de la Corrupción, pero esta tiene la convicción moral de que todos están con ella de corazón. Pero ¡Atentos! Entra en primer lugar el Paro, seguido de cerca por los asuntos económicos, en tercer lugar los Políticos, en cuarto lugar la Corrupción, en quinto puesto llega la Sanidad, en un honroso sexto lugar aparece la Banca y por último la Educacción en séptima posición. El Terrorismo ha sido descalificado. ¿Qué le han parecido los resultados Dr. Gafe?

-Bueno, ¡sí!, eran de prever. El Terrorismo con más de cincuenta años a sus espaldas hace tiempo que se debía haber retirado de las pistas. Por su parte, el Paro está muy fuerte y se le ve que tiene recorrido para toda la legislatura; La cuarta posición de la Corrupción tiene su mérito casi sin apoyos ni subvención; Problemas como la Sanidad y la Educación bastante hacen con mantenerse dentro de la final del CIS pero sin dormirse en los laureles, pues el peaje de las carreteras y la subida de la electricidad, el gas o los carburantes por un lado y la de los alimentos básicos como la leche y el pan por otro, les pueden desplazar de la carrera a final del verano; La Banca ha entrado con fuerza muy a su pesar. Hace tiempo que preocupaba mucho a los españoles pero por timidez, era incapaz de competir en el CIS. Pero se ve que puede hacer mucho más y en breve seguramente la veamos subida a lo más alto del podium. Para finalizar, deseo mostrar mi disconformidad con el subcampeonato logrado por los Asuntos Económicos, pues en mi opinión, no deberían competir como tales; en verdad, todos los problemas son “problemas económicos”, razón que puede estar detrás de mi error y de alguna de las protestas a las que hemos asistido, pues estoy seguro que de introducirse alguno de los temas habituales de la prensa del corazón, ninguno de estos aquí aplaudidos tendría tanta relevancia.

¡Muchas gracias! Dr.Gafe por sus análisis siempre certeros a posterior. Y a todos ustedes les invito a esperar con entusiasmo los emocionantes resultados de la siguiente encuesta del CIS.

¡No Sabe! ¡Sí Contesta!

Yo creo en Dios y más que en Dios, en la Iglesia para ser buen católico, porque en el Hombre es muy dificil tener la confianza que Rajoy exije constantemente a la feligresía. Y a pesar de esta declarada mia misantropía cuyas diotrías no se corrijen ni con gafas de culo de vaso ni con cirujía laser, me conduzco por la vida con la ingenuidad de un niño. Tanto es así, que con lo que desconfio de las encuestas, todavía me la metiron doblada con esas siglas NS/NC que significan “No sabe” barra separadora “No contesta” Me explico.
Cuando escuchamos esa coletilla de “No sabe” “No contesta” de seguido en la radio o la televisión cuantos no somos expertos en la materia, no percibimos con exactitud que son dos actitudes distintas en la encuesta contemplándolo acústicamente en su conjunto como una sola decisión juiciosa, prudente y hasta honesta, pues si no sabe, hace bien en no contestar, pensamos. ¡Pero pensamos mal! y efectivamente nos equivocamos por no pensar mal, mejor.
NS/NC nos indica que hay personas que responden abiertamente “no saber” y otras, que sencillamente no responden, pero no que “quienes no saben se abstienen de responder” que es lo que algunos nos llegamos a figurar, santificando así que las respuestas indistintamente de su sinceridad son ofrecidas por personas que SS/SC o sea, que “sí saben y sí contestan”. Pues bien, hete aquí que tras observar detenidamente las encuestas de opinión más populares de la EPA, CIS,y demás, yo creo que casi sucede lo contrario que NS/SC es decir “No sabe sí contesta” o lamentablemente SS/NC “Sí sabe, no contesta”.
En un país como este donde al preguntar por dónde está una calle las dos respuestas más al uso son la altamente sospechosa “No soy de aquí” que ya es casualidad que vayas a donde vayas la mayoría es de otro lado o la no menos turbadora respuesta resueltamente equivocada de parte de quien no desea defraudar tu capacidad de confiar en él, las encuestas de opinión son de todo menos fiables. Del cruce de las realidades entre saber y no saber, responder y no responder, nos salen las siguientes cuatro posibilidades ante una misma cuestación:
Si sabe-Sí contesta que a todas luces es lo ideal. ¿Pero cuanta gente sabe hoy en día de lo que habla? Lo normal es que la gente no sepa. Otra cosa es que crea saber. Pocas veces el encuestado que no sabe renuncia al placer de responder, pecadillo que no sólo le tienta al paleto de pueblo que tambien a eminencias en un campo determinado cuando se les pregunta sobre otro área que no es la suya, de ahí mi admiración por Don Camilo quien tras recibir el galardón del Nobel se interesaron por su opinión sobre el conflicto árabe-israelí a lo que contestó que “su literatura deja mucho que desear en los medios por reiterativa y previsible”. Pero las encuestas de Sí sabe-Si contesta cuando las hay, son excelentes, claro que se les llama informes confidenciales y raramente llegan anosotros por el Tontodiario.
No sabe-No contesta, no es lo deseable por cuanto el interrogador ha perdido tiempo y energía en formular la pregunta sin obtener fruto de su trabajo. Más mejor de vacio que mal informado. Siendo la actitud del cuestionado motivo de elogio, pues si no sabe, hace bien en callarse y evitar daños colaterales de su improvisada opinión. Por ejemplo, los deportistas y artistas que ofrecen su imagen y su voz para publicitar marcas asesinas como la Shell o BP, productos de dudosa reputación como Mc Donals, Nike, etc, dberian tener cargo de conciencia por inducir a error y engaño a miles de sus seguidores que confian en su capacidad para discernir el bien del mal sin tomarse ellos mismos la molestia de informarse por su cuenta.
Sí sabe- No contesta, actitud nada deseable que dependiendo del motivo pudiera tipificarse como delito por omisión al auxilio o ser contemplada con empática tristeza cuando se trata de personas que de decir la verdad corren peligro como sucede bajo las dictaduras de izquierda – remarco lo de izquierda porque su buena intención les hace pasar desapercibidas como tales. Porque hay gente que ¡sí sabe! y mucho, pero se lo callan porque ganan con su callar. Es el caso de la mayor parte de calumnistas, articuladores, tertulianos…calladores profesionales a sueldo que callan más que los peces en el rio para poder comer de la publicidad que pagan sus amos indirectos, la Coca Cola, la Mercedes, la Bayer o cualquier banco.
Y por último tenemos el temido No sabe-Si contesta que es el más habitual en las encuestas que nos transmiten los medios de manipulación para que continuemos sin saber pero opinando necedades, verbigracia “Mourinho es un mal tipo y Guardiola una maravilla de persona”.

La mitad de los españoles no sabe

Hay tantas cosas que no sabemos que de dejar la frase sin completar podríamos concluir silogísticamente que media España es mortal y la consecuencia de ello sería una aberración lógica por culpa de Sócrates quien además de ser un hombre, resulta que solo sabía que no sabía.
Pero sucede que uno de esos estudios que de cuando en cuando forman la opinión de quienes los leen, nos asalta en los medios alertándonos de que “La mitad de los españoles es incapaz de citar el nombre de un solo científico” ¡como si eso fuera con nosotros! ¿Hemos de angustiarnos por ello? ¿Acaso avergonzarnos? ¿Hemos de corregirnos? ¿Por qué saber el nombre de un científico es importante?…¡Calma! ¡Calma! No se me amontonen que preguntar se pregunta con dos palabras y las respuestas requieren su tiempo.
Como prueba la Historia, la memoria humana es muy tiquismiquis a la hora de recordar, pues la química cerebral que rige su fijación depende también de algo más voluble que la voluntad, a saber: el interés o la motivación. Por supuesto, la presión social de la costumbre conduce la mente hacia los objetos o sucesos merecedores de pasar a los anales de nuestra experiencia como lo son bodas, bautizos, comuniones, entierros, finales de fútbol…pasando a la escoria del inconsciente cualquier tarea o acción rutinaria como el comer o dar un paseo, aunque a la postre para el psicoanálisis sean los que acaben gobernando desde las profundidades del olvido nuestra entera conducta por medio de fobias y frustraciones.
Ciertamente, la estructura vital que nos factura distintos compartiendo una misma naturaleza permite no obstante que un hecho particular que para la mayoría no le supone nada en especial, para otra persona sea todo un acontecimiento como una melodía determinada o el primer día que vistió pantalones largos como los mayores. Todo esto está muy estudiado por la psicología y las leyes de la asociación desde Hume. Pero lo que se desprende de ese titular es que todo un colectivo como es la población española parece coincidir en una de sus mitades en no recordar el nombre de un solo científico, cosa que no sucede por ejemplo con otras colecciones de nombres como el de los deportistas o gente del cotilleo y debe en consecuencia explicarse.
Yo, la verdad, es que ni me angustio ni me avergüenzo por el dato. No todo el mundo ha de saber de todo. De hecho, cuando todavía era un escolar incordié lo mío ejerciendo de incipiente interrogador como el maestro de Platón para descubrir que el profe de mate no sabía la pasiva en inglés, la profe de inglés desconocía el desarrollo reproductor del caracol, el profe de natu no sabía conjugar el pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo de Roer, la profa de lengua no sabía hacer un sencillo quebrado, etc. Entonces ¿Por qué a mi se me exigía aprender todo eso? Con todo, reconozco que nuestra cultura general científica raya el analfabetismo si se me permite la expresión, porque es inaceptable que un Doctor en física pase por inculto por reconocer no haber leído el Quijote, pero que un profesor de Historia no sepa hacer una raíz cuadrada como que es normal.
Que la mitad de la población sea incapaz de nombrar a un solo científico más que avergonzar y angustiar debe hacernos reparar en qué clase de comunidad nos estamos convirtiendo: que el asunto no es un problema de memoria lo revela lo bien que todo destripaterrones recuerda los nombres de los jugadores de cualquier equipo de fútbol o toda Marujilla te recita sin pestañear la retahíla de personajillos del mundo del famoseo. Evidentemente a ello contribuye enormemente la gran difusión mediática que de esos temas se realiza a diario. Sin embargo, sería craso error atribuirles todo el mérito al respecto.
Cuando la colección de nombres remite a “chutador de pelotas” o a “compañero sentimental de tal y tal”, personas de capacidad intelectual baja no tienen dificultad en archivar un gran número de elementos, pues aunque aumenta el significante, no lo hace el significado. No así sucede con los nombres de científicos que siempre requiere como mínimo ubicarle en el nicho correspondiente de físico, biólogo, astrónomo…no hablemos ya de la información que hay detrás. Ciertamente tras un nombre como “Cristiano Ronaldo” que para mejor comprensión de las personas que se lo han de memorizar es abreviado a “CR7” puede haber un conjunto de conocimientos, pero este siempre será menor que el que nos encontremos tras un Einstein. En consecuencia, no se puede pedir peras al olmo ¿O sí?
Ahora que llevo casi un lustro sin ver la tele y me encuentro recuperado para la creación y desintoxicado de la basura informativa, les declaro un secreto que si me sonroja: ¡Yo también llegué a saber que Prosineschi era novio de Ana Obregón. ¿Cómo fue posible? Eso me pregunté yo un día con treinta años. Yo que me dedico al estudio, que leo libros, veo películas mudas en blanco y negro de la disidencia iraní. ¡Yo! Que no sé de fútbol ni veo programas del corazón. Muy fácil…esa información basura me la han metido en la cabeza subliminalmente a través de anuncios, y en los propios Tontodiarios de la cadena pública, donde sin ir más lejos, el otro día estando en el bar “La Ronda” de Castro donde mi amigo Erkicia, escuché sin querer en TVE1 lo bien que le va a Alfonso de Borbón con su novia venezolana.
Pues bien, los hay que creen que si alguien como de mi especie, sin estudiarlo ni pretenderlo puede alojar en su memoria datos semejantes, la solución al problema del analfabetismo científico y en otros órdenes del saber, se halla en bombardear de igual modo al público general con los conocimientos que deseamos que aprendan. Y es posible que algo se les quede de todo ello al más puro estilo de Chiquito de la Calzada con el peligro que ello comporta para el sano saber como se ha ocupado la novela histórica de demostrarle a la Historia a manos de Dan Brown y compañía. Porque, de no trabajarlo bien, corremos el riesgo que digan de carrerilla Einstein, Bohr, Schrödinger… como nuestros abuelos aprendieron la lista de los Reyes Godos. Para evitarlo no estaría mal que en vez de informarles sobre la Teoría de la Relatividad, el modelo del átomo y la famosa ecuación, les informásemos de los amoríos con su jovencísima primita del primero, que el segundo fue miembro de la selección de fútbol danesa y que el tercero no sólo pensaba en mujeres correteando por su cabeza mientras escuchaba soporíferas conferencias de sus colegas, que además de empalmarse, se veía a él mismo persiguiéndolas. Y con estas tres observaciones ya he hecho más por la divulgación científica que otros que se las dan de divulgadores, siempre hablando de ciencia.

Felices e infelices

No son pocas las situaciones en las que nuestro juguetón idioma dice precisamento lo contrario de lo que deseamos expresar, como cuando utilizamos la doble negación, motivo por el que la conocida máxima socrática “Yo sólo sé que no se nada” se reemplazó por la más adecuada “Yo sólo sé que nada sé”que también se las trae porque si sabe que no sabe, ¡Algo sabe! y si reconoce saber algo, vete a saber que dice no saber…especulación toda ella que se ha querido evitar la moderna sociología con la socorrida fórmula ¡No sabe! ¡No contesta! aparecida en toda encuesta, que de ser examinada más a fondo haría trizas la Docta Ignorantia de Nicolas de Cusa, pues la experiencia me dice, que hasta preguntando por una heladería hay gente que contesta sin tener repajolera idea de dónde está y basta ponerle a uno un micrófono delante para que te de una opinión que momentos antes brillaba por su ausencia entre sus neuronas. Lo que no es óbice para que, en ocasiones, diga uno como lo diga, suene igual de mal a la inversa que del revés, como le sucedió a un atropellado que al serle presentada la novia de un amigo y preguntarle aquel después por la impresión que le había causado, fue todo sinceridad amparado por una amistad de infancia y le respondió sin previo aviso ¡Las he visto mejores! Para acto seguido, sobre la marcha, procurar corregirse exclamando “Quería decir que ¡No las he visto peores!”

Algo de todo ello me viene a la cabeza al enterarme del informe publicado por la OCDE que pese a situar a España a la cola de los países desarrollados por su alta tasa de desempleo, su elevada corrupción política y deficiente sistema educativo, en cambio resalta que, al menos la mitad de la población reconoce ser feliz y hasta un 65% espera serlo dentro de un lustro, al modo en que proyectaría un moralista estajanovista su existencial plan quinquenal, de lo que es colegible que la otra mitad de la ciudadanía, si bien no llega a declararlo abiertamente, damos por sentado que cuando menos, serán infelices, que no es lo mismo que tristes, pues lo contrario a la tristeza es la alegría, cosa que no se debe confundir con la felicidad, matiz que a su vez permite que, uno sea muy feliz aunque pueda estar sufriendo como un condenado un auténtico calvario. Aunque no parece que este sea el caso de la España fustigada.

Y es que en nuestro querido castellano palabras que pudieran ser antónimas como “Feliz” e “Infeliz” a caso hacen el servicio de sinónimas, pues pocos de nosotros desearíamos ser señalados en público como lo uno o lo otro dado que remiten a la ingenuidad como sucede en “Eres un feliz si crees que los políticos trabajan para el bien común” pues al sustituir “Feliz” por “Infeliz” ocurre que en nada se altera el mensaje “ Eres un infeliz si crees que los políticos trabajan para el bien común” Con todo, entrando ya en disquisiciones que se adentran en lo más recóndito de la psicolingüística, podría decirse que, quien es “Un feliz” participa del principio activo del mal que le acaece, mientras quien es “Un infeliz” como que le viene dado en actitud pasiva. Por ejemplo, diríamos que Zapatero fue un feliz al darle subvenciones millonarias a la banca creyendo que con ello se animaría la economía, mientras los infelices de los españoles veian como aquellos les denegaban créditos, no les aplazaban los pagos de la hipoteca y les ejecutaban los embargos y deshaucios.

Es en este sentido que me explico tan paradójica revelación de la OCDE – especie de OTAN financiera – de cuya lectura sólo puede entenderse que media España es ¡Feliz! y la otra media ¡Infeliz! Eso sí: sin que falte el jolgorio, la alegría, el sol y el buen tiempo.

Un 22,6% preocupante

La misma semana que hemos conocido la segunda condena a España del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y que el Tribunal Constitucional anima a los jueces a tomar en consideración las quejas de los presos, resulta que los medios de comunicación, presentan como relevantes los datos aparecidos en el último estudio del CIS, pero leídos de un modo incorrecto desde un punto de vista periodístico, pues destacan que el 77,4% de los españoles no percibe que para la Administración de Justicia, todos seamos iguales ante la Ley. Concretamente, para el 48,6% de los encuestados, los ricos son los más beneficiados seguidos de los políticos para el 26%; y de los poderosos para un 13,3%. En este sentido, un 60% aprecia que los tribunales no protegen a los ciudadanos de los poderosos y un 82,6% cree que la Justicia no dispensa igual trato a un político que a un ciudadano corriente…Mas, en las facultades de periodismo, dejan muy claro desde el principio que, la noticia no se halla en un perro que muerde a un policía, sino en un policía que muerde a un perro y en consecuencia, lo suyo sería que se resaltara en titulares ¡Todavía un 22,6% de la población cree en nuestro sistema judicial! asunto verdaderamente preocupante.
El modo estúpido de presentar la interpretación de este tipo de estudios pseudocientíficos queda evidenciado con el mismo método con el que se recomienda atender el discurso de cualquier político en campaña, cuál es, el de ponerlo en negativo para apreciar lo superfluo de su mensaje dado que decir lo contrario de ¡Vamos a hacer lo posible por erradicar la droga de nuestras calles! O ¡Vamos a luchar contra el paro y crear empleo! sería absurdo, que en el caso que nos ocupa quedaría tal que así: el 77,4 de los españoles cree que los Tribunales tratan con equidad a todos los ciudadanos; Es más, para el 48,6 de los ciudadanos, los ricos son los más perjudicados, seguidos de los políticos y poderosos etc.
Paradójicamente, del nuevo informe del CIS se desprende que, los profesionales son los únicos en salvarse de la mala opinión que tienen los españoles del sistema judicial. Jueces, abogados, fiscales, policía judicial y personal administrativo de los juzgados aprueban, superando todos ellos el cinco, quizá porque el Jurado Popular les aplica la atenuante de falta de medios, pues el 61,6% de los encuestados los considera insuficientes, casi un 40% estima que hacen falta más jueces, un 28% más y mejores medios informáticos y un 21,4% más personal auxiliar. Por el contrario, las más importantes entidades jurídicas del Estado como son el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional o la Audiencia Nacional, no cuentan con la misma confianza de los ciudadanos quienes pese a todo, sin llegar a aprobarles, les valoran mejor que a las Cortes y al Gobierno. Este último dato, unido a que los números son sensiblemente mejores respecto a un idéntico estudio de 2005 en el que hasta un 84,1% de los encuestados percibía un trato desigual, anima a tener esperanzas. Y es que el que no se consuela, es porque no quiere.
Pero no deja de sorprenderme el hecho de que, mientras en la política personalizamos la corrupción con nombres y apellidos para no privarnos de votar una y otra vez a los partidos que los amparan sistemáticamente, aplicamos la operación inversa en el aparato judicial, o sea, eximimos de culpa a quienes integran su maquinaria y no tenemos empacho en suspender a las entidades que sin su concurso no serían posibles. Pero ahí están los bancos para mostrar la lógica que rige entre nosotros y ayudarnos a comprender estos resultados, pues es evidente que los bancos no tratan por igual a los ciudadanos, que son los que más discriminan, las entidades menos democráticas, opacas y oscuras de cuantas nos gobiernan, que nos prejuzgan, juzgan, condenan y ejecutan sin derecho a réplica ni impugnación y sin embargo, les confiamos todo nuestro dinero.