De ser yo un dirigente de IU, me abstendría seriamente de situarme frente a la aparente disyuntiva de pactar con el PSOE una fórmula de Gobierno en Andalucía y Asturias o dejar la vía libre a un Gobierno del PP como ha sucedido en Extremadura, pues ambas opciones, si es que se las puede continuar llamando así a las dos caras de la misma moneda del PPSOE, le son abiertamente nocivas, dado que, los pactos con el PSOE acaban devorándole como alternativa y envolviéndole en el papel de cómplice moral de sus fechorías pasadas por salvarle el culo in extremis y futuras por permitirle continuar, mas sumar sus fuerzas por activa o por pasiva con el PP, como que tampoco le favorece demasiado a ojos de un electorado borriquil que cree que la “S” del PSOE es de “Socialista” y que “Socialista” es sinónimo de bueno, cuando bien pudiera suceder que obedece a la “S” de Sinvergüenzas. ¿Qué hacer entonces?
Así planteado, IU como los electores, está perdida. ¡No hay opción buena! Y sin embargo, creo que podría caber una tercera vía consistente en lo siguiente: Tras unas elecciones estatales, bien es verdad que a una formación política como IU sólo le queda esperar a ser bisagra de tal o cual partido y su situación nunca es deseable porque si pacta con uno de los grandes o deja de pactar, ya vemos lo que ocurre y de sustraerse al juego de la política sin afrontar sus compromisos, aparece ante sus votantes como un voto inútil, cosa que a la postre acaba pasándole factura. Pero ¿qué de nuevo acontece tras unas elecciones autonómicas que no sucede en las estatales? Que IU puede negociar con el Gobierno del Estado, un actor nominalmente neutral con el que se puede llegar a pactos de alcance Nacional que afecte a los Gobiernos autonómicos sin que en ello le vaya su prestigio en ninguno de los escenarios antes comentados.
Así, como decía, de ser yo un dirigente de IU, iría directamente donde Rajoy y le expondría sin tapujos mi disposición a llegar a algún tipo de acuerdo entre la formación socialdemócrata de IU y su Gobierno Neoliberal de España. Pero ¿Qué tipo de acuerdo puede ofrecer una formación tan pequeña como IU que pueda interesar a un Gabinete con la mayoría absoluta como la que goza en la actualidad el Presidente del Gobierno?
IU en estos momentos, como Cesar de la situación, tiene en su mano la capacidad de otorgar el Gobierno autonómico de tres Comunidades como son Extremadura, Andalucía y Asturias que es lo mismo que decir, la posibilidad de autofinanciación paralela para dar de comer a los liberados del Partido en estos momentos de austeridad y escasez, asunto nada baladí para esta gente que se preocupa de solucionar los problemas de la ciudadanía. Pues bien, en vez de meterse en pactos trampa con los representantes locales del PPSOE de los que no va a obtener más que sinsabores internos, calentamientos mediáticos, e incomprensiones foráneas, lo suyo es ensayar ofrecer su abstención al Gobierno de Rajoy en estos tres Parlamentos a cambio de que éste, modifique sustancialmente la Reforma Laboral. Pueden suceder dos cosas, ambas provechosas:
El Presidente del Gobierno accede, en cuyo caso IU se abstiene permitiendo con ello el Gobierno autonómico del PP en las tres citadas Comunidades; O bien, el Gobierno de Rajoy rechaza el ofrecimiento e IU pacta con el PSOE en las tres Autonomías. En el primer caso, estoy seguro de que nadie ni dentro ni fuera de la Izquierda triste podrá reprocharle el haber negociado un pacto global con resultado tan provechoso para toda la Clase trabajadora; Y en el segundo caso, ha quedado claro a todo el mundo que se ha hecho todo lo posible por no enmierdarse con el PSOE, demostrando también así, su capacidad real de hacer política como el que más. Yo sopesaría esta tercera vía y por supuesto me reservo todos los derechos de autor.