Teleapatía

Entre las distintas facultades cerebrales que aún están por explorar y explotar socialmente por el conjunto de la población, aparte de la de pensar con libertad por uno mismo, se halla la Telepatía que nos faculta para trasmitirnos el pensamiento de unos a otros sin necesidad de que medie soporte físico alguno. Claro que la segunda es dependiente de la primera y en consecuencia, si la población no piensa por sí misma y acaso no piensa en absoluto, difícilmente podrá ejercitar esa segunda otra facultad, cual es la de la telepatía, que queda ignota al tener abierto el canal sin nada para canalizar.
Por ello, el Estado y todos los aparatos represivos y de control que existen para mantener a las masas como tales en ese estado primitivo y bruto, sin desarrollar sus cualidades innatas, en una naturaleza propia de la infantilidad… cuenta con un exitoso canal, ésta vez sí lleno de contenido, a cada cual más bochornoso y vergonzante para quien anhela educar el intelecto y elevar el nivel de conocimientos generales de nuestra sociedad, cual es, la televisión.
La televisión, en principio, pudo nacer como vehículo de ideas, conducto de información, generadora de ocio y divertimento, motivo de esparcimiento, canal de propaganda y publicidad, etc. Pero lastimosamente he podido corroborar por enésima vez éstas ultimas navidades cómo lejos de generar un renacimiento ideológico en los jóvenes, una ciudadanía mejor informada, una población entregada a sus aficiones y ocio recreativo, unos consumidores con conocimiento suficiente para elegir sus compras con libertad y diligencia…se ha creado una sensación generalizada de Teleapatía , lo más contrario que puede haber a la facultad de la telepatía. No sólo ya no se transmiten programas y contenidos televisivos de calidad cada vez más ínfima, sino que incluso hemos llegado al extremo de no transmitir nada en absoluto, rozando casi, casi, algo similar a lo que en su día constituía la propia carta de ajuste, que cuando menos, nos ofrecía la sintonía de Radio Nacional, el tiempo, y la hora de cada momento hasta las seis de la tarde, cuando empezaba la conexión.

Contaminación acústica

Una de las medidas más eficaces para doblegar la moral del Resistente, esté a nuestra merced como en el caso de la tortura, o escape a ella, como cuando se refugia tras los muros de una embajada, es poner música a todo volumen las veinticuatro horas del día, pues está demostrado que el ruido altera nuestra psique, entorpece el pensamiento, impide la reflexión y concentración, llegando incluso a distorsionar por entero la propia conciencia. Cierto es, que la incomunicación total y sensorial de los sujetos, como se lleva a cabo en Guantánamo con los combatientes, y en nuestros Democráticos Hoteles DDHH también llamados cárceles como en el caso de los FIES, puede provocar los mismos efectos y aún mayores. Mas como quiera que nuestra industria y modelos de producción, requieran un mínimo alto de decibelios constante, del todo contra natura, el único modo de evitar el malestar de la población hacia su ineludible presencia, acaso sea acostumbrarla a su realidad desde la infancia, evitando secuencias espacio-temporales en las que las personas puedan percibirse sin su ingrata estridencia, todo sea que les agrade y empiecen a quejarse de la contaminación acústica.
Hace unos años, asistí infiltrado a un seminario sobre seguridad laboral donde se hablaba sin tapujos del rebaño humano, yacimientos de mano de obra barata, externalización de gastos, etc. Cuando un experto explicó la necesidad de cuidar los oídos de los operarios que trabajan con máquinas pesadas por el bien de la empresa para evitar futuros gastos a la SS, un alto ejecutivo de los presentes, comentó entre el asentimiento y risa general que, los repuestos ya vienen entrenados de la discoteca…¡Y no le faltaba razón!
De igual manera que las clases pudientes nutren a su descendencia con productos de calidad, educándoles el paladar con zumos de frutas, carnes y pescados sin conservantes ni colorantes, mientras la masa de esclavos asalariados no tiene otra cosa que ofrecer a su prole que Coca Trolas y hamburguesas de Malc Omas rebosantes de aditivos cancerígenos…así las primeras velan por que sus hijos conozcan la buena música, y aprendan a escuchar a Chopin, Gershwin, Morricone, Jarre, o Wim Mertens, llevándoles a conciertos, óperas, y teatros, donde su gusto musical se forma de modo natural en un entorno adecuado para la sublimación del espíritu, mientras el resto compra auriculares a sus retoños que deseando escapar del ruido de nuestras calles, del tráfico, de las constantes obras cerca de las que viven, estudian, trabajan, y consumen desemfrenadamente sin pararse a pensar ¡cómo hacerlo! caen en la trampa de atrapar sus oídos con cadenas musicales cuyo único propósito es aturdirles la mente lo suficiente como para que vayan mal en sus estudios justificando así la falsa meritocrácia de nuestra falsa democracia. Pero como quiera que los Resistentes agudicen el ingenio para abstraerse del mundo por medio de la lectura en consultas de dentistas y abogados, viajes de tren y autobús, bares y cafeterías… las grandes corporaciones ya han dado instrucciones a los profesionales liberales, medios de transportes, y al ramo de hostelería, para que pongan música ramplona sin cesar y a poder ser, que suban un poco más sus decibelios. Yo, como pertenezco a la clase superior, me percato inmediatamente de donde estoy por el nivel de ruido existente, y allí donde tienen puesta por sistema la radio, la tele, o el hilo musical, evito entrar para que no me confundan.

De lo que Patronio aconsejó al Conde Lucanor

Procurando comprender por qué personas tan bien remuneradas como son los Controladores aéreos, coinciden en protestar todos a una poniendo en riesgo su privilegiado sueldo y envidiable puesto de trabajo, hecho enormemente significativo que por si solo debería hacernos sospechar de lo que se nos cuenta en el Telediario, ahora también me veo obligado a indagar cuál ha sido el verdadero motivo que ha llevado al Gobierno de Zapatero a declarar el estado de Alerta, por primera vez en democracia, para sofocar la situación creada, pues a mi parecer, por muy caótica que fuera, no da para justificar el empleo del Ejército en estas lides sindicales cuando existen sobrados medios reguladores para encauzar situaciones semejantes que para algo están convenios, expedientes de trabajo y tribunales.

Tomando en consideración la reciente reunión de malhechores habida en la Moncloa, la supresión inmediata de los 420 euros a los desempleados de larga duración, que lo peor de la crisis está por llegar y que posiblemente los tapujos allí reunidos teman súbitos conatos de protestas civiles organizadas al margen de los vendidos interlocutores habituales sin que se pueda predecir dónde, cuándo y cómo harán su aparición, creo que el Gobierno ha decidido poner en práctica la enseñanza que Don Juan Manuel extrajo del consejo que Patronio ofreció al Conde Lucanor en aquella historieta en la que se relata “lo que le sucedió a un mancebo que casó con una mucha muy brava” que temiendo que esta no se plegara a sus deseos matrimoniales, durante su primera noche se mostró implacable con los animales de la casa, perro, gato y caballo a los que despedazó con la espada por no obedecer sus órdenes, tras lo cual, aquella joven doncella se mostró dócil y sumisa a sus requerimientos para sorpresa de todos y felicidad de la pareja.

Éste y no otro, ha sido el mensaje que desde la Patronal y el Gobierno se nos ha querido transmitir a los españoles: que están dispuestos a declarar el Estado de excepción a la mínima revuelta o levantamiento ciudadano. El tratamiento ya tuvo sus positivos efectos terapéuticos a comienzos de los Ochenta con el 23-F. Por eso, es muy, pero que muy preocupante que vosotros, infelices peatones de la democracia, aplaudáis como lo habéis hecho la atropellada respuesta que se ha dado al asunto de los Controladores, pues como dice el refrán, “ Si ves las barbas del vecino pelar, pon las tuyas a remojar”

¡Bravísimo Sierra!

Santiago Sierra, acaba de rechazar el Premio Nacional de Artes Plásticas apelando a su libertad como artista. Agradece al jurado su gesto, pero en su opinión «los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo, a un empleado del mes».
Sierra denuncia que «Este premio instrumentaliza en beneficio del Estado el prestigio del premiado. Un Estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un Estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un Estado que dona alegremente el dinero común a la Banca. Un Estado empeñado en el desmontaje del Estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local» muy en consonancia con otra de sus libertarias advertencias como la de que «El estado… no somos todos. El Estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio.” En cualquier caso, aunque en esta ocasión desprecie los 30.000 euracos que comporta aceptar el galardón, en su opinión, esta política de premios y subvenciones es toda una trampa para artistas e intelectuales, pues como muy bien dice,»quienes busquen en los bolsillos del Estado tendrán cada día menos futuro porque el Estado mismo ya es privado».
Algunos chupaculos ya se han apresurado a catalogar tan valiente desplante de mera pose publicitaria o para quienes desconozcan el castellano de simple Marketing, dado que con ello la imagen del artista se ha visto acrecentada varios enteros en su cotización mundial. A colación, según fuentes ministeriales Ángeles González-Sinde, le llamó para comunicarle su nominación y este se mostró «encantador y agradecidísimo» lo que no es óbice desde mi punto de vista para restarle ni un ápice de genuinidad a su bravería, pues es comprensible que el acto reflejo de un espíritu sensible y educado como lo es este Genio, sea mostrarse cortés cuando le hacen saber sin aviso de algo tan aparentemente bueno como que te reconozcan en tu patria con lo difícil que es…mas recompuesto de la emoción lógica, dueño de su momento lúcido, en mitad de la noche del Jueves al Viernes, camino de Australia, tomó su decisión, libre, voluntaria y meditada, que es la que vale, y la que el resto hasta ahora no se han atrevido a tomar. ¡Ole tus cojones!
Por su parte, Ángeles Albert, Directora General de Bellas Artes, reconoció que «es la primera vez que un artista renuncia al premio, por lo que habrá que estudiar los pasos a seguir «jurídicamente, (…) porque, es una pena que este reconocimiento a la trayectoria de un creador quede vacante habiendo tan buenos artistas». Pero ahora el público sabedor de lo que se cuece, tendrá ocasión de juzgar si el artista premiado es bueno en su arte, o sólo en su comportamiento respecto al Poder que le agasaja, según lo rechace, o corra agradecido a la voz de su amo.

¡No tengáis miedo!

 

¡No tengáis miedo! Ya no hay infierno. Pecado y culpa no están de moda. Nadie lee el Apocalipsis de Juan. Y por si esto fuera poco, las profecias de Malaquias, tienen los días contados.

La administración del Príncipe de la Paz Obama, junto a su fiel perrito faldero británico, ha ejecutado un alarde de adivinación al anunciar al Mundo entero que, algo, hecho por alguien, en algún lugar, en algún momento, va a suceder. Ni el peor de los horóscopos que figuran junto a los ocho errores, se hubiera atrevido a pronunciar augurio tan vago. Pero si quienes dan tan impreciso aviso, son las Agencias de Inteligencia de las mayores potencias…entonces todo cambia. ¡Alerta Mundial! ¿Pero qué utilidad preventiva puede tener una advertencia como la emitida?
La respuesta, quizá la hallemos en la mejor obra de interpretación histórica de la segunda mitad del Siglo XX escrita por la genio Naomi Klein “La doctrina del Shock” dónde se explica cómo manipulan a las masas a través del miedo colectivo los distintos gobiernos de turno. Pero como quiera que nuestro sabio hardware esté equipado para influir decisivamente en nuestro programado software, ocurre que las distintas sustancias químicas segregadas por nuestro cerebro en el transcurso de las situaciones que provocan miedo, temor, pánico, pavor o terror, hacen que éste, llegue a acostumbrarse a ellas, de mantenerse la alrma durante un lapso de tiempo demasiado prolongado, permitiéndole reestablecer su capacidad de reacción ante los estímulos sin verse apenas afectado por las indicaciones de riesgo continuas, acaeciendo como les ocurre a las personas que tienen saturado alguno de sus sentidos o a quien toma cualquier droga, una especie de inflación sensorial que obliga a aumentar las dosis, en este caso de desasosiego y preocupación, para que puedan ser percibidas en su intensidad anterior.
Por otra parte, el psiquiatra Rojas Marcos en su “Nuestra incierta vida normal” apunta al curioso fenómeno psicológico que parece contradecir la ley física de a mayor superficie le corresponde menor presión, que cuando se trata de emociones como las señaladas, la psique sobrelleva mejor el peligro racional que el irracional, arbitrario o azaroso, por lo que está más preparada para afrontar riesgos concretos que aquellos cuya incertidumbre resulta impredecible y ante la que no cabe otra solución que resignarse, que a su vez es un último recurso para enfrentarse al peligro antes de entrar en coma que es la última escapatoria que le queda para evitar en vida el dolor, la angustia y el sufrimiento.
De todo ello se colige que hemos arribado al punto crítico en el que ya no parece bastar el continuo bombardeo mediático con accidentes de tráfico, catástrofes en lugares exóticos o asesinatos en las grandes ciudades; Tampoco debe ser suficiente amedrentar a la gente durante sus comidas con las vacas locas, la gripe aviar, la gripe porcina; Supongo que el Cambio Climático hace tiempo que no asusta a nadie y que el fantasma de Al Qaeda únicamente actúa cuando se le necesita; Ya no digamos dónde ha quedado el miedo a una guerra nuclear, aunque de cuando en cuando, se le pasea a Irán y a Corea del Norte para hacer las delicias emocionales de ancianos Hippies y quienes crecieron escuchando a los Beatles o viendo películas de espías. En consecuencia, no les queda otra que echar mano de anuncios genéricos de uso universal que incidan en cada mente aprovechando sus particulares temores, sin necesidad de dar mayores explicaciones.
Merece la pena entonces, previamente a inducir el coma social al que parecemos abocados, traer a colación, las oportunas primeras palabras con las que el 22 de Octubre de 1978, el Papa Juan Pablo II inauguró su Pontificado desde la Plaza de San Pedro ¡No tengáis miedo! aunque parezcan haber cosechado el efecto contrario al deseado, como cuando desde esos mismos púlpitos que desean atenazar nuestro instinto de supervivencia, se nos hacen reiterados llamamientos a la calma, como a los niños que tras asustárseles con ogros, hombres del saco y el Coco, se les deja a oscuras en su cuarto con un besito de buenas noches.