1º ¿Como se conoce popularmente a la Infanta Helena? 2 PUNTOS
2º ¿Con qué nombre en clave se supone que los golpistas del 23-F se referían a S.M Don Juan Carlos? 3 PUNTOS
3º ¿Qué procura no cogerse nunca en público el Rey cuando se va de fiesta o vacaciones? 1 PUNTO
4º ¿Por qué tras haber jurado los principios sacrosantos del Movimiento se olvidó de haberlos jurado? 1 PUNTO
5º- ¿Cuál es su ciudad favorita de la Antigüedad? 5 PUNTOS
6º ¿Cuál es su país favorito? 4 PUNTOS
7º ¿Cuál es su Partido político favorito? 3 PUNTOS
8º ¿Por qué no le importó en su día abrazarse con Francisco Franco y sí le da reparo estrechar la mano de una mujer llamada Francisca? 7 PUNTOS
9º ¿Cuál es el avión que le gustaría pilotar al Rey? 3 PUNTOS
10º ¿Por qué su inconfesable secreto sería dejar de ser Rey y vivir humildemente como un chatarrero? 2 PUNTOS
11º ¿Cuál es la escena que más le impactó durante la infancia de una obra infantil que le regalaron cuando todavía era un Principito? 2 PUNTOS
12º ¿Cuál es para él la Banda Sonora más bella del cine? 5 Puntos
13º ¿Hasta qué elefante llegó a cantar de pequeño, la mejor de las veces, en la conocida melodía infantil “Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña…” 12 Puntos
RESPUESTAS
1º- Hele-infanta
2º- Elefante Blanco
3º- Una Trompa
4º- Por carecer de memoria de Elefante
5º- Elephantina
6º Costa de Marfil
7º El republicano
8º- Para no tocar Paqui-dermo
9º- Un Jumbo
10º- Para que le visite un elefante
11º- La de la boa comiéndose un elefante.
12º- Baby elephant walk
13º- Se tropezó en la primera, luego ninguno.
RESULTADO
De 1 a 10 puntos – Usted no ve al elefante ni detrás de una margarita de lo bien que se esconde.
De 11 a 25 puntos – Usted padece el complejo de Edipo tras ver desnudo a su padre.
De 25 a 40 puntos – Usted proyecta sobre el animal su sobrepeso.
De 40 a 49 puntos – Usted vió demasiado seguidas las películas de Dumbo y Drácula y cree en grandes vampiros con trompa y colmillos afilados.
50 puntos – Usted puede procramarse Rey de la Selva.
Etiqueta: Monarquía
Madrid bien vale una disculpa
Cuando su ancestro, Enrique de Borbón, contumaz Protestante, siendo todavía Enrique III de Navarra, aceptó acatar conditio sine qua non, impuesta para acceder al Trono de Francia de abjurar de su Fe acudiendo a una solemne misa católica profiriendo aquello de “París bien vale una misa” cual Galileo musitando por lo bajinis “ Y sin embargo se mueve” allanó lo suyo el camino al pragmatismo de William James y ¡cómo no! Hizo más llevadero el vergonzoso trance que para cualquiera supone reconocer en público las faltas públicas, tanto más aún, cuando la petición de disculpas proviene de todo un Rey acostumbrado a hacer lo que le da la Real Gana.
Sea entonces, que “si París bien vale una misa, Madrid merece pedir perdón”, habrá pensado para sí estos días un hombre convaleciente pillado in fraganti. De modo que, en cuanto los médicos le han dado el alta de su intervención de cadera necesaria por el percance sufrido durante su Safari por Botswana cazando Elefantes, escopeta en mano al más puro estilo de su pariente Carlos III, con semblante apesadumbrado y tono compungido como un niño arrepentidillo de una travesura, nos ha regado los oídos con la siguiente inédita disculpa “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir». Que seguramente habrá conmovido todos los corazoncitos plebeyos como el de Rubalcaba y lacayos como el de Rajoy, aún el de los ingenuos súbditos que no entienden la frase en lo que el lingüista Chomsky designaría como estructura profunda. Pero aquí estamos para ayudarles a ustedes a comprender el mensaje reptiliano proferido por este digno ejemplar de la especie Borbonus Borbonus.
Lo primero que hemos de aceptar, es que pese a dirigirse a las cámaras y micrófonos, su petición de disculpas no va dirigida a nosotros la ciudadanía, sino a su familia, muy enfadada con él por dejarse cazar, lloviendo sobre mojado, de ahí lo que ha tardado Doña Sofía en visitarle en el hospital y lo breve de su visita, lo justo para tirarle de las orejas por poner en riesgo el futuro de su hijo; Lo segundo es advertir la ambigüedad de “Lo siento mucho” ¿Se refiere al dolor de la cadera que se pasa con aspirinas? o ¿A algún tipo especial de remordimiento para con el desprestigio ocasionado a la Institución monárquica precisamente el 14 de Abril? Lo tercero, no deja muy claro en qué se ha equivocado? ¿Se ha equivocado en irse de viaje cuando la Nación lo pasa mal? ¿Por cazar a un pobre elefante? ¿Por romperse la cadera y coger de nuevo la baja? Como nada de ello es motivo de arrepentimiento para alguien que la mayor parte del tiempo lo pasa fuera de España y no en la Zarzuela como el Tontodiario nos quiere hacer creer – fíjense que cada vez que ocurre un imprevisto, tanto él como Sofía aparecen en lugares bien lejanos de nuestra geografía – cuya afición desde antes de nacer es la Caza Mayor y las enfermedades y accidentes no son atribuibles ya a la cólera de Dios para castigar el mal de los individuos…lo suyo, es colegir que la equivocación a la que se refiere, tiene que ver con precisamente no haber tomado las debidas precauciones para evitar que la plebe se entere del ambiente ejemplar en el que Urdangarín se ha debido desenvolver desde que se casara con Doña Cristina.
Y por último, lo de “No volverá a ocurrir” es como lo del “Prometer prometer” porque esto que en los medios de comunicación aparece como excepcional, ha sido la norma. Y ya sabemos que el hombre, es un animal de costumbres, más que campechanas, asilvestradas y hasta salvajes. En consecuencia, más que un propósito de enmienda, es toda una declaración de intenciones que puede tomarse como amenaza en su vertiente negativa o si se prefiere como agonal reto hacia los medios de comunicación cuyo sentido bien puede traducirse por” Nunca más me vais a cazar”.
Pues bien, con todo, este impenitente republicano sabe apreciar el gesto en lo que vale, en este Reino del “Todo vale” donde rara vez algún representante democrático se digna a pedir disculpas ni en su nombre, ni como al escondite “Por sus compañeros”, de modo que pese a las interpretaciones hermeneutas aquí arrojadas, Don Juan Carlos, al menos ante mi, ha mejorado su imagen.
Confesión del pequeño Dumbo a su buen amigo Timothy
Tras los alarmantes hechos conocidos hoy Sábado 14 de Abril de 2012, desde una guarida secreta en Botswana en lo alto de un árbol – suponemos un baobab – el pequeño elefante Dumbo envía una misiva urgente a su confidente Timothy cuya intimísima privacidad nos vemos obligados a traicionar debido a su enorme público e internacional interés, pidiendo por ello disculpas a los afectados en nombre de la Agencia BlaBlaBla.
Mi muy querido y apreciado Timothy:
Gracias a ti, mi historia aunque triste en sus inicios tuvo un final feliz, a diferencia de mis insignes ancestros como los sufridos anónimos elefantes que Aníbal hizo cruzar el estrecho, los Pirineos y hasta los Alpes ¡total para nada!, o el pobre Abul Abbas sacado de la jungla india para ser ofrecido como exótico regalo a Carlo Magno que murió de frio tras usarle el Emperador en sus batallas del norte, o el infeliz Hanno que fue a parar al Vaticano como obsequio del Rey de Portugal al Papa León X, o el muy desgraciado Topsy que cayera en manos del genio sin escrúpulos Thomas Edison quien no dudó en calzarle zapatos de metal para electrocutarlo en una feria cual espectáculo previo para demostrar la viabilidad de su tipo de corriente, experimento que luego culminaría en la fabricación de la Silla Eléctrica, irónicamente construida por la prestigiosa casa rival de Edison, la Westinghouse, o sin ir más lejos, mi malogrado tocayo Jumbo arrollado por un tren, en cuya memoria mi dulce Mamá me puso su nombre, aunque todos me digan despectivamente Dumbo por ser pequeño y con orejas grandes. Pero ahora…¡Ahora tengo miedo!
Mi querido Timothy, tu que eres un ratón al que se te puede hacer de todo en nombre de la ciencia o vender de mascota para que los niños den rienda suelta a su tierno sadismo infantil que no sé que es peor…estás acostumbrado a estos sustos. Pero yo, hace tiempo que pertenezco a una especie protegida, pero no parece que se precisamente por la Convención de Ginebra y menos todavía la de Burbon, porque me han llegado noticias de Pachi, el nieto del elefante que llevaba a lomos a Tarzán, sobre que el Rey de España, anda suelto de Safari por Botswana – mi tierra de acogida – escopeta en mano poniendo precio a mi cabeza en algo más de 20.000 euros. Y qué quieres que te diga, las orejas se me han puesto de punta.
Da igual lo que me digas sobre que el peligro para mi y los mios ha pasado, porque el auténtico “Rey de la Selva” el salvaje de verdad, dicen los medios de comunicación que se ha vuelto para casa con la cadera rota. ¡No pienso bajarme del árbol! Y tampoco me creo eso que se comenta de que todo este asunto publicado precisamente hoy 14 de Abril cumpleaños de la República española, es todo una invención y un fotomontaje orquestado por la Casa Real como cortina de humo para despistar a los investigadores sobre recientes acontecimientos cuyas pistas podrían arrojar una salva de mentiras tan gordas que nadie en su sano juicio se las podría creer de ser ciertas sobre lo ocurrido con Froilán…¡Y menos yo! Que no me chupo la trompa.
Sin embargo, yo, a diferencia del Oso Yogui, no pienso utilizar ningún epíteto como el famoso “mequetrefe” susceptible de ser malinterpretado de caer esta carta en malas manos, entre otros motivos, porque te confieso que me está bien empleado. A mi me ha sucedido lo que acertadamente advirtiera en tono de ¡Mea culpa! el Pastor Protestante alemán Martin Niemöller cuando confesara aquello de que “Primero vi que se llevaban a los comunistas y no hice nada” frase que equivocadamente se atribuye a Bertolt Brecht, pues mientras supe que este espécimen incontrolado de la fauna ibérica se dedicaba a cazar a los cervatillos hermanos de Bambi, yo permanecí como cantan los Celtas Cortos “tranquilo en mi sillón” escuchando a Mancini; Luego cuando supe de sus andanzas y correrías safarísticas tras los parientes del Rey León, continué como si nada balanceándome sobre la tela de una araña; Más tarde, cuando me comentaron que la había tomado con los congéneres del oso Balú, tampoco me di por aludido, haciendo poco honor a la memoria histórica antes referida. Y ahora, mira por dónde, se ha fijado en mi. Yo, que le tenía por uno de los mios al ser identificado como ejemplar Sagrado, siendo como es un Elefante Blanco institucional. Espero que esto sirva de escarmiento para mi amigo el Hipopótamo que creo que es el siguiente en la sanguinaria lista de invitados a tan siniestra agenda diplomática real.
Bueno, dale recuerdos a Pixi y Dixi y perdona si hasta ahora no me preocupé por tu sufrimiento en los laboratorios clínicos.
Las meditaciones del elefante Dumbo (En preparación)
Esta tarde la voy a dedicar por entero a conectar con el espíritu de Dumbo para traerles a todos ustedes sus repentinas meditaciones….espero tenerlas listas para esta noche.
Mientras tanto, para que se entretengan les propongo se esfuercen en resolver el acertijo propuesto en el pie de foto…¿Cuántos elefantes aparecen en la instantánea? ¿1,2, o 3? La respuesta debe ir acompañado de un razonamiento histórico, filológico, semántico, gestual y hasta etílico….
Imposible renovación del árbitro nacional
Como soy un hombre de marcada tendencia heterosexual en las cutro quintas partes de mis apetencias, no me interesa demasiado la Liga de los Campeones que se afeitan pero no se depilan. En consecuencia, no entiendo demasiado de fútbol como para atreverme ha completar una analogía plausible capaz de reproducir lo que sucede en los campos en el terreno de la política, porque salvo que en ambos escenarios hay mucho bullicio, insultos y patadas, poco más sería capaz de hilar al respecto.
Sin embargo, a colación de lo que viene sucediendo desde que el yerno de Vuestra Majestad ha sido pillado fuera de juego poniendo en riesgo y en entredicho la imagen de la entera Casa Real, a las dilatadas ovaciones que vuestro Monarca recibe a la primera ocasión de parte de los plebeyos que le rodean en calidad de cortesanos que os representan me refiero, primero la vergonzosa ofrecida por los Imputados en la inauguración de la Legislatura y ahora con la excusa de la conmemoración de la proclamación de “La Pepa” – de la que por cierto, bien se ocupara derogar su ancestro del que es un genuino chozno Vuestra Alteza – por poco que sepa del juego de las pelotas, no se me escapa el paralelismo que tan exageradas muestras de servilismo y tan recargados discursos de adhesión como los que leemos en los periódicos y escuchamos en radio y televisión, a parte de que los habrá de condición lacaya que les salga del alma, del resto parecen más fingidas o calculadas, trazan con los elogios que reciben los entrenadores de parte de capitanes, vestuario y sobre todo directiva, antes de ser destituidos en el siguiente Tontodiario.
Los aplausos, de estar todavía con las supermuletas el sujeto, podrían confundirse aún, con ese reconocimiento del público que se le brinda a un jugador mientras es retirado en camilla hacia los vestuarios por lesión. Pero no parece el caso. Se asemeja y mucho, a las típicas frases que se dicen poco antes de un partido decisivo para, como diría Rajoy, ¡Dar confianza! Exclamaciones que ni de refilón desea escuchar ningún entrenador en su sano juicio “ Cuentas con todo nuestro apoyo” “ La Directiva te confirma en el cargo” “Su permanencia al frente del equipo no depende del resultado” y demás cantinela habitual que brilla por su ausencia cuando todo va bien. Bueno salvo en los casos antagónicos de Guardiola y Mourinho que son digno de estudio.
Yo, que Don Juan Carlos, estaría más preocupado por tanto aplauso cariñoso, antes que por los previsibles abucheos hostiles que va a recibir en la próxima jornada de Copa cuando se enfrenten Catalanes y Vascos en Madrid, pues por un lado, cuando la limosna es mucha, hasta el Santo desconfia y por otro, recomiendan cuidarse del agua mansa que de la brava ya se aparta uno sin necesidad de aviso alguno.
Y aquí se agota mi capacidad para escribir más sobre el particular, no porque no sepa de fútbol como he reconocido al comienzo de estas líneas, sino porque el paralelo se estropea mucho antes de cruzarse en el infinito. Aquí, a diferencia de lo que ocurre en geometría, lo hace en el mismo inicio. Me explico: De un entrenador al que en breve se tiene previsto poner con los pies en la calle, oye todo lo ya apuntado y más; Pero la señal más clara e inequívoca de que algo se cuece, es la firme promesa de la inmediata firma de renovación…Y hemos aquí la dificultad. El cargo de Don Juan Carlos, además de vitalicio, es hereditario. ¡No se le puede renovar! Es el problema de tener un Rey como árbitro de la política nacional de España y no conformarnos como en fútbol, con un Marqués.