Lo que son las asociaciones mentales… Llevo un par de días alternando el tarareo de una canción de Pablo Milanés que me trae muy buenos recuerdos con el martilleo de esa rima de dos de mosqueo que termina hablando de unos cataplines que se van de viaje. La culpa es de una palabra que se repite mucho últimamente y que ha dado pie al enésimo debate semántico-jurídico: homenaje. La bronca jesuítica versa, como estarán al corriente, sobre si el término citado es equivalente a recibimiento, acogida (“incluso calurosa”, como matizó Josu Erkoreka), enaltecimiento —del terrorismo, se entiende— o, en la parte más alta del pentagrama, exaltación.
Curado de varias modalidades de espanto y, por narices, acostumbrado a nuestra querencia por sacarle punta a las bolas de billar para clavarlas en el costillar del de enfrente, opto una vez más por mi proverbial equidistancia, que no es ni proverbial ni equidistancia. Vamos, que en lugar de por un bando (ni siquiera por ese que algunos malvados me atribuirían), me decanto por la contemplación de la refriega. Ustedes, yo, Grande Marlaska, Fernández Díaz, Beltrán de Heredia, Permach y hasta el otero que me denunció el lunes pasado sabemos perfectamente qué son y qué dejan de ser los actos a los que nos estamos refiriendo. Otra cosa es que todos los mencionados tengamos también una sardina a la que arrimar el ascua, una parroquia a la que dirigir el sermón, unos intereses creados y otros por crear y, vaya, sí, hasta una ideología o similar. Eso es lo que complica la cosa, es decir, lo que la simplifica: cada cual ve lo que quiere ver o, si somos aun más precisos, lo que necesita ver. ¿Fue de roja directa lo de Iturraspe sobre Neymar el otro día en San Mamés? No contesten, era una pregunta retórica. Y en el caso que nos ocupa, exactamente igual, con el agravante de que aquí se juegan algo más que tres puntos. Espero que haya terminado de confundirlos.
Al hilo de las reflexiones de Javier Vizcaíno, yo me pregunto, es enaltecimiento del terrorismo ir a visitar a un preso de Eta a la cárcel? Porque en algunos casos hay que recorrer mil kms. de ida y otros tantos de vuelta, para tener 40 minutos de conversación a través de un cristal con rejas, y claro tanto esfuerzo se considerara enaltecimiento o quizás el Ministro de Interior lo considere colaboración con banda armada.
Mejor haría el Estado Español en aplicar las leyes, como la de acercamiento y no tratar de realizar trampas como la de la «doctrina Parot». Mientras tanto seguiré pensando que en España esta instalada la venganza, en sus aspectos más «barriobajeros», o dicho de otra forma que la inquisición sigue vigente en su formato más duro.
Cada uno ve lo que quiere ver…hasta cierto punto.
Al final se impondrá lo que el PF desea que veamos: sus deseos son órdenes para todos los demás, como estamos viendo cuenta de la sentencia a Atutxa, Knorr y Bilbao.
Soy de las que piensan que el modo es el mensaje, asi que todos este espectáculo de recibimientos, protestas airadas, amenazas veladas -y no tan veladas, que no está el Ministerio de Lo Anterior para muchas sutilezas- deberian pertenecer exclusivamente al mundo de lo simbólico y sin embargo sabemos que no va a ser asi, ¿verdad?.
En uno de los recibimientos de la semana pasada los secretas enviados por el virrey Urquijo a tierra hostil tomaron nota del «repicar de campanas» que recibió al «malo».Todo ello entre «ondear de ikurriñas» y jaleo,mucho jaleo.Después resultó que el «repicar de campanas» eran las mismas calcando las once en punto de la noche,y hasta Munilla pidió explicaciones por ello al párroco titular.Un show.
Yo preguntaría al lavacoches exporrero(porra,no porro)si lo de Guadalajara fue o no «homenaje».Y le pediría que se dejen ya de tanto morro y tanta desvergüenza.Del nuevo falangismo pop ni hablamos,para qué?.
Una petición, Xabier: Esas formas…
De toda la vida de Dios, con perdón, cuando uno entra en la cárcel está triste y cuando sale alegre.
Los familiares y amigos igual
Si ahora hay que entrar en la cárcel contento y triste cuando se sale,o nos hemos vuelto locos o algo parecido.
Agradezco el aviso,no entraré en disquisiciones pues cada cual gestiona su casa como mejor le parece y de pequeño me enseñaron que «aunque la sopa esté sosa,en casa ajena se come callando».Aunque también me decían que»ogia ogi, ardoa ardau.Bi ta bi lau».
Tu petición será atendida y espero seguir participando en este agradable blog.Saludos.
Y yo te espero. Eskerrik asko.