La supernova Isabel Díaz Ayuso plegó de sus dos bolos por Euskal Herria con más pena que gloria. Ni en Gasteiz ni en Iruña hubo piedras ni algaradas para recibirla; no saben cuánto me alegro de haber errado en mi pronóstico basado en la amplia bibliografía presentada y en las convocatorias de los cansinos antifaxistak que ni huelen que los fascistas son ellos. Según leí conteniendo una risotada en Diario de Noticias de Álava, en la capital de la CAV el comité de bienvenida se redujo a un entusiasta con una bandera rojigualda. Al aparecer la lideresa en las inmediaciones del centro memorial de las víctimas del terrorismo, el tipo ondeó la enseña y ella le devolvió el saludo antes de entrar a hacerse una foto en plan parque temático en la reproducción del zulo donde ETA mantuvo recluido a Ortega Lara. Es terrible que tan siniestro lugar se haya convertido en punto de selfis obligados para mandatarios hispanistaníes.
Así las cosas, el único titular de medio fuste que dejó la doña fue la reivindicación de Madrid como paraíso fiscal natural. “Si se bajan impuestos, las empresas vendrán al País Vasco”, proclamó la individua como resumen de su populachera filosofía económica. Se le olvidó la segunda parte. Porque está por ver que una rebaja de tributos implique automáticamente el desembarco de empresas. Lo que sí está comprobado, y particularmente en la comunidad donde gobierna ella, es que la bajada de impuestos se traduce en el desmantelamiento de los pilares del estado de bienestar, empezando por la salud y la educación, y en la desprotección de la parte menos favorecida de la sociedad. Pero eso no le importa.
Veni, vidi… Y me fui….
Supongo que eso será lo que piensa Isabel Ayuso.
Lo del «vici» (vencí), creo que se ha quedado con las ganas.
Como creo que ha venido como Presidenta de la Comunidad de Madrid, las formas tendrían que haber sido otras, porque derecho, claro que tiene derecho a venir, y a disfrutar de la hospitalidad de los vascos. Pero, Isabel, las formas son importantes. Y tú tendrías que saberlo y sino, que lo sepan tus asesores y compañeros de partido. Lo otro, venir como quien visita la periferia de Madrid, no cuela,
Y repito, tienes derecho a venir y a disfrutar de todo lo bueno que hay en esta Comunidad del País Vasco, cuando menos, tan respetable como la tuya.
Agur Isabel,
A los politicos foráneos que venían a dejarse ver en época electoral se les llamaba «paracaidistas». Cuando vienen fuera de temporada ¿cómo les llamamos? De su visita me ha llamado la atención las caritas de orgullo que ponían sus escoltas Iturgaiz y Oyarzabal, encantados de que viniera la jefa a visitarles.
Todo patéticamente cutre y falso.
“la bajada de impuestos se traduce en el desmantelamiento de los pilares del estado de bienestar, empezando por la salud y la educación” No se, no se, los tres mejores hospitales de Hispanistan están en Madrid, más del 50% de los aprobados en la prueba MIR con las mejores mil notas optan por efectuar sus años de prácticas en centros sanitarios de Madrid. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. En cuanto los resultados sobre educación, pues bueno, según los informes PISA los resultados de Madrid son algo superiores a la media hispanistani, tampoco para echar cohetes, como Euskadi, vamos. ¿Que en Euskadi invertimos más dinero per capita en estos temas? Tal vez, pero tampoco parece que nos luzca mucho. Como decía Gabriel Aresti: “ez gera hain onak benetan”.
La presión fiscal (impuestos /PIB) en Euskadi (7ª) es menor que en la C.A de Madrid (4ª) , y está por debajo de la media del estado, siendo ésta aún más baja que la media de la U.E. Respecto al impuesto de sociedades la C.A. de Madrid tiene una tributación del 25% y Euskadi un 24%
El pensar que las empresas fijan su residencia en su autonomía por su nivel bajo de impuestos es una falacia producto de la ignorancia, ya sea de quien lo dice o de quien lo oye.
Ayuso tergiversa el hecho de la querencia del empresariado por el calor del poder, centralizado éste hasta niveles de ineficacia política, y unas mayores perspectivas de negocio con el Estado y su regulación permisiva con el pelotazo en las licitaciones.
Todo ello es muy propio de la desfachatez con que políticos de bajo nivel utilizan la falsedad como argumento.
Reconfortante el poco eco que ha suscitado la lúcida exposición de su ideario político.
Qué bien que por fin se han dado cuenta de cuál es la mejor manera de recibir a esta tipeja y a todos los de su calaña: IGNORÁNDOLES.