Lleva uno los suficientes años en esto como para anticipar determinadas reacciones a lo que escribe. Confieso, no obstante, que me había quedado muy corto al calibrar el integrismo de buena parte de los que promulgan el derecho a satisfacer su deseo (no diré que ilegítimo) de paternidad o maternidad subcontratando —uy, perdón, subrogando— el local para la incubación del futuro vástago. Comprendo —porque es humano, y que tire la primera piedra quien no lo haya hecho— tratar de justificar a base de argumentos de pata de banco los comportamientos propios que cualquiera que no se haga trampas al solitario sabe que no son de recibo. Pretender imponer esas falacias como la rehostia del progresismo manda muchos bemoles. Por diez millones de motivos obvios, pero especialmente por uno básico: comerciar con vidas aprovechando una situación de superioridad es reaccionario hasta la náusea.
Así que no, no me falta información. Ya conté que empecé en el prudente (¿o cobarde?) culebreo opinativo: no, sí, bueno, es que… Pero después de leer mucho, y más a favor que en contra, ojo, no ha lugar a media duda. Salvo en contadísimos y aun discutibles casos, la pretendida gestación altruista ni es admisible ni cuela. Al final, manda el dinero. Dineral, en realidad. Y sobre el tipo de transacción, les copio y pego lo que cacarea uno de los abundantes anuncios de las agencias que se dedican a este trapicheo infame: “Nuestros paquetes tienen intentos ilimitados y precios cerrados. Sin sorpresas”. Exactamente igual que un crucero por el Nilo. Compre un hijo a juego con los visillos. Y abogan a gritos por que sea legal.
Caprichos para ricos. Izquierda evanescente.
Defensor de la “moral” ante “integrismos” y “reaccionarios hasta la naúsea”. Que labor más encomiable.
Progresismo del guay debe ser negarse tan vehementemente a regular una relidad ya existente.
Países como Canadá, Australia, partes de EEUU, Grecia, etc. … necesitan de tu labor doctrinal.
Si consideramos que el significado del término «subrogación» es sustitución o traslación de un derecho, ¿cual es el derecho que se subroga y hacia quien?. La gestante cede su derecho a la educación y crianza de este ser vivo que ha gestado y parido hacia la madre «deseante», o la subrogación del derecho consiste en el traslado del embarazo de ésta a la madre alquilada, junto con el material genético aportado? Depende de lo que consideremos maternidad, que, no cabe duda, es un derecho básico de toda mujer. En cualquier caso los condicionamientos éticos son tan graves como todos aquellos que suponen la renuncia a los derechos básico de una persona: Así, ¿es posible alguna suerte de esclavitud voluntaria, que llamaríamos «libertad subrogada»? ¿Es posible la cesión voluntaria de nuestro derecho al trabajo, al voto, a la libre movilidad, a cambio de algo que precisemos más? ¿Podríamos realizar algún acuerdo con alguien para prescindir de nuestra privacidad, o a nuestro derecho a amar, a buscar la felicidad?.
No estoy diciendo que la maternidad de encargo (yo la llamo así) sea igual que los anteriores ejemplos. Digo que para mí están en la misma categoría ética.
Las diferencias de situación económica, y con ello de poder, están llevando a la sociedad a ciertos «comercios», no necesariamente con contraprestación económica, pero sobre todo con ella, que minoran la dignidad del individuo, primando la idea de libertad como acceso ilimitado a todo aquello que se desee. No se trata de un ejercicio de libertad entre personas adultas. Se trata de un negocio jurídico con algo que no puede ser objeto de ello, y motivado por las carencias de cada una de esas personas. Carencias que deben ser solucionadas por otras vías, más acordes con la justicia, como una vida digna sin apreturas económicas por un lado, o una adopción o fecundación asistida por el otro.
En esto del alquiler de vientres femeninos al igual que en el alquiler de vaginas o prostitución, o en el alquiler de cuerpo y mente para la atención a ancianos, la progresía diletante saca a colación, cómo no, la libertad individual de las mujeres, libertad una y otra vez desenmascarada en las redadas en las cárceles-puticlubs, en el origen de esas libres asistentas y en las reducidas zonas del planeta (varios Estados de los United Snakes, Nepal, India,…) no muy ejemplificantes en el trato a las personas más desfavorecidas. Misma libertad individual de las mujeres que aún se sigue negando en este Estado Español tan progre para los deseos de pijoprogres pero tan legalista para las mujeres que se topan con una ley del Aborto restrictiva y moralizante.
Es similar a quien carece de piernas y sin embargo cree tener derecho a subir al Everest para desgracia de los sherpas que lo tienen que acarrear para que luego en la foto y reportaje subsiguientes se haga loanza de la voluntad humana desdeñando a los verdaderos héroes, anónimos como siempre y como esas mujeres anónimas que se prestan por necesidad a gestar para otras personas.
Como dice JV y acabo de leer «hay paquetes completos disponibles» por 100.000 dólares de nada.
Categorizar de «compra de niños» a recurrir a tratamientos de fertilidad como puede ser esta técnica o fecundaciones in vitro con donación de semen u óvulos de por medio, nos retrotraen a oscuras épocas pasadas y creo que podría estudiarse si incluso podrían tipificarse como delito de incitación al odio. Todavía recordamos los gruesos calificativos o mofas que recibían los ¨niños probeta» o ¨niños de paja». Hoy en día parece que les toca a los niños nacidos por gestación subrogada. Afortunadamente las clínicas de fertilidad proliferan en nuestras ciudades en locales impresionantes y todo el mundo los acepta con naturalidad. Lo que tiene que darse es una regulación para que esta técnica de reproducción humana asistida se pueda realizar en España y con plenas garantías para todas las partes.
Veo que le gusta dialogar y argumentar. Ha borrado mi mensaje educado solamente porque no le convenía que alguien le llevase la contraria. Allá usted con su ego.
A ver, como su propio email FALSO indica, usted es una ANÓNIMA.
Aparte de que me da que tampoco entraría en debates con los de la asociación del rifle, los partidarios del toro de la Vega, etc, qué menos que no venir con trampitas.
Mira el artículo de interviú.
También vi un reportaje de personas que escribían cartas de amor a psicópatas encarcelados y lo vendían como una opción.