“Se acabó”, me guasapeó un muy estimado amigo al difundirse la noticia de la expulsión de cuatro críticos de Eusko Alkartasuna. Me temo que mi interlocutor pecaba de optimismo. Y aquí es donde no sé explicar si lo pienso porque ya se acabó hace mucho o porque todavía queda un tiempo largo de despiadada e impúdica sangría pública de lo que quiso ser el espacio intermedio entre las dos fuerzas abertzales hegemónicas. Aunque no se trate de un fenómeno novedoso en absoluto, nunca ha dejado de fascinarme la querencia de los partidos ya irremisiblemente condenados por radiotelegrafiar su proceso degenerativo.
Y siento escribirlo con esta crudeza porque a ambos lados de los decrecientes restos de serie hay personas a las que profeso un aprecio grande y sincero. Supongo que está en la condición humana luchar hasta el último minuto, pero todos los indicios apuntan a que la que llegó a ser formación decisoria y decisiva en Euskal Herria, tanto en la demarcación autonómica como en la foral, ha completado su ciclo vital. En cuanto a los motivos, tampoco me parece que haya que ser el más fino de los analistas para desentrañarlos. La maldición de la misma división que hizo nacer a EA le ha acompañado durante todo su periplo. Las rupturas se han sucedido en bucle hasta que ya no queda prácticamente nada que disputarse. Como mucho —y aquí está otra de las claves— las migajas que deja caer EH Bildu por el arrendamiento de las siglas a cambio de renunciar a las señas de identidad y de aceptar sin rechistar el catecismo oficial no de la coalición como tal sino del partido abrumadoramente mayoritario que es el que marca el paso.
Las hojas del árbol caídas juguetes del viento son. Esto es lo que sucede cuando no se tienen unos principios o una ideología clara al respecto que ofrecer y todo se basa en el culto a la personalidad. Cierto es que en su tiempo pudieron ofrecer algo a la sociedad y presentarse como una alternativa real pero entre el original y la copia la elección es clara. En su afán de autoafirmación han ido dando los mas variados bandazos ideológicos desde una socialdemocracia al estilo de Euskadi hasta un soberanismo etereo. Parece que no han visto nada en Europa sobre los desesperados intentos de refundación de la izquierda pasando por el soberanismo sano de Quebec. Al final, han ido perdiendo espacio en favor de otras opciones que, utópicas o no, les han ido comiendo terreno. Ello hace que se hayan quedado solo con sus dirigentes quienes en busca de una silla desesperadamente, no han tenido reparo en venderse al mejor postor, facilitando la operación de absorción mas barata que se ha visto en Euskadi. Parece que se han olvidado de Maquiavelo cunado dijo que nunca te juntes con alguien mas poderoso que tu porque quedas en sus manos para siempre. Ahora parece que quieren intentar enmendar su error pero ya es demasiado tarde, desde el momento en que han sido totalmente fagocitados por el pez grande. Siento pena por toda la gente de buena fe que ha creído y cree en ese proyecto, pero lo triste resulta ser que cada día poseen menos peso específico y que se está aplicando la teoría de Churchill de que el socialismo es la distribución igualitaria de la miseria desde el momento en que verdaderamente se les está haciendo ver la cruda realidad. Si a esto se añade el hecho de que internamente andan como el rosario de la aurora, el cóctel resulta ser extremadamente amargo. Se diría que estamos asistiendo a un final propio de la antigua República Democrática Alemana donde decían que el último apagara la luz. Solo podemos dar este consejo propio del Derecho de Euskadi. El tronco vuelve al tronco y la raíz a la raíz. Si queda un poco de dignidad, mejor sería que fuera asumido. De lo contrario, pasará como en el mundo de los toros. O te retiras o te retiran
Lo que son lasa cosas y la hemeroteca. Recuerdo las vísperas de aquellas autonómicas del 2009, EA rompía la coalición con Ibarretxe ante unas elecciones con Batasuna ilegalizada y toda la maquinaria del estado de hoz y coz en la operación nacional Española en tierra hostil. LóPPez negando la mayor, Basagoiti sin complejos y el emérito ejerciendo de mamporrero de la sagrada unidad patria. Mientras tanto, EA, se disponía a ofrecer su última aportación a su pueblo; Patxi Lóppez lehendakari (sin su gran aportación los números no hubieran dado).
Recuerdo que Ziarreta iba cantando que el PNV solo quería seguir mandando para gestionar el marco actual y que, sin embargo, ellos querían la soberanía y dar pasos ya en ese sentido; Bildu.
Pasados los años y con PPatxi ya en la orla de lehendakaris (medallita para EA) y EA absorbido totalmente por Bildu vamos viendo , efectivamente, qué otra cosa que no sea el marco actual ha gestionado Bildu donde ha podido. A más a más, aprueba presupuestos, por una cucharadita de lentejas, al gobierno Español, presupuestos que no sé qué otra cosa hacen más que consolidar el «marco actual». Qué decir del famoso y deseado «tripartito de izquierdas» qué, sin duda, sería un paso de gigante no ya hacia algún cambio en el «marco actual» si no hacia la independencia. En fin, que me jode algo decirlo porque fui votante de EA desde su fundación hasta las coaliciones con Ibarretxe pero por mi que desaparezcan formalmente de una santa vez y que dejen de dar espectáculo y el coñazo.
La alianza con EA y Alternatiba permitió revivir a una Batasuna destrozada porque el TEDH dijo que ser parte de una organización terrorista no era un puñetero derecho humano y que veía cómo se le subían a las barbas los de Aralar. Una vez cumplido eso, queda depurarlos de una forma u otra.
Hago notar que el entusiasmo con el que el electorado vasco hizo resurgir Bildu dice exactamente lo mismo que el auge de Vox a novel español. Eso es, que fascistas hay en todos lados y que ya podemos hacer cabriolas, que ni una ni otra son puras y racionales.
Se metieron ellos solos en la boca del lobo
Ahora se los han comido ,es lo que tiene la carcoma
Siempre me han recordado a ANV, hasta en su modo de desaparecer. Descansen en paz.