Fátima y Soraya son como las niñas de ‘El resplandor’

Soraya Saéz de Santamaría y Fátima Báñez dan más miedo que las niñas de 'El Resplandor'

La ministra Fátima Báñez y Soraya Saéz de Santamaría, –que cada vez que salen después de un Consejo de Ministros meten más miedo que las niñas de ‘El resplandor– han puesto la zanahoria de la jubilación un poco más lejos. En otro viernes negro para la colección, el Gobierno del PP ha decidido castigar las jubilaciones anticipadas y parciales con el objetivo de retrasar la edad de retiro. Que nadie se llame a engaño. En realidad, están fomentando el empleo juvenil, provocan que los mayores trabajen hasta que estén con un pie en la tumba y así, a los jóvenes, los emplean como enterradores.

Estimado Rajoy, después de meter la tijera a la sanidad, abaratar el despido, recortar en Educación, bajar el salario de los funcionarios y sus vacaciones, subir el IVA, aumentar el IRPF, incrementar el impuesto de las gasolinas, encarecer la luz, ahora metes mano a la jubilación… ¡Cuánta eficacia! Si alguien pensaba que gobernar era difícil, tomen su ejemplo. No hay más que aplicar la fórmula mágica. Vas a Bruselas y te ponen los deberes de matemáticas. Visitas Berlín y te dan las hojas de cálculo. Llegas aquí, haces fotocopias y las repartes entre los ciudadanos para que hagan las pruebas. Y así, cada viernes, examinas al personal a traición, sin dejarles que se repongan del ejercicio anterior.

Si querían tomarnos un poco más el pelo, podrían haber dicho que «exigirán un mínimo de 65 años cotizados para poder jubilarse anticipadamente con 63». Aunque parezca difícil de cumplir, en los ERES andaluces, algún socialista lo seguía al dedillo.

A dieta… pero doble

 

En estos tiempos que corren, cuando cabalgamos entre albóndigas al galope mientras trotamos entre tartas enmierdadas, es más cierto que nunca que todo lo que no mata engorda. Y además, lo que engorda (esta vez la cartera) o es ilegal o es inmoral como han demostrado Miguel Sanz y Yolanda Barcina cuando se ha sabido que ganaban 5.360 euros en dos horas. Eran sus dietas en Caja Navarra. Chupaban del bote 89 euros por cada minuto de escucha silenciosa, evidenciando que no solo hay comida basura, también hay políticos basura.

Sus honorarios alcanzaban los 2.680 euros por reunión, pero Sanz, y también Barcina, las agrupaban para optimizar sus visitas a la CAN de modo que presidían, por ejemplo, una cita a las diez de la mañana y otra a las once, cobrando en esa mañana lo que para otros es el sueldo base de todo el año. Miles de euros al bolsillo por sentarse y decir amén en una reunión mientras sacrificaban los derechos del resto de los navarros.

Deben ser las nuevas dietas gorrinas… porque solo se las dan a los cerdos y a la señora Porcina. Más pillaje, más vandalismo y más mierda, como en las tartas. Cuando Barcina –un apellido que se parece sospechosamente a Bárcenas– tuvo que renunciar forzosamente a esos pluses, se subió el sueldo el 33% en 2011… para compensar. Aunque seguro que es lógico cobrar mucho, hundir una caja con tanta pasta tiene que ser agotador.

¿En qué se parece Yola Berrocal a María Dolores de Cospedal?

Se nos van los mejores. Y no lo digo por Bárcenas que pudo poner pies en polvorosa pero prefirió quedarse para incordiar al PP. Lo digo por la fuga de cerebros que ha denunciado Yola Berrocal, aunque en su caso desconocemos si se refiere al cerebro de la derecha o al de la izquierda. Me temo que hace tiempo que su cerebro se fugó, aunque obviamente ella no se dio cuenta.

Hace días se lamentó de que la crisis le empuje a hacer las maletas y probar fortuna en Miami. Y esta semana acabó de encontrar la explicación a porqué Yola confundió el coeficiente de inteligencia con la talla de sujetador, que solo se parecen porque se miden en números. Obedece a que Berrocal tiene un cerebro simulado como le pasa a Marikospe, alias Cospedal, que no le aguanta un tercer grado ni a mi sobrina de siete años.

Menuda ha liado la secretaria general del PP con el finiquito en diferido de Bárcenas y la simulación del salario. Bien mirado, si era una simulación, podían haber pagado al extesorero en billetes del monopoly. A partir de ahora, podríamos pagar el IVA de forma imaginaria y diferir los pagos públicos de manera indefinida. Se van a enterar de lo que es empezar a simular por encima de nuestras posibilidades. Espere que voy a ir corriendo al banco a decir que pago el crédito en diferido. Vaya película, parece que todos los del PP han fichado por Paramount Comedy. ¡Ah! que por eso no es un gobierno, que es un simulacro. Acabáramos.

Su alteza ciborg, una monarquía para el desguace

El rey biónico se opera de nuevo. Será este domingo por una hernia discal. Con ese montón de curro que lleva a sus espaldas, y después de apretarse tanto el cinturón, cómo para no herniarse. Su alteza ciborg suma ya cinco intervenciones desde 2011, que no sé ni para qué tiene escoltas porque le disparan y las balas rebotan. Lleva tanta chatarra incorporada que es comprensible que la monarquía esté para el desguace.

Semejante desgaste solo puede ser causado por tanto sol, tanta vela, tanta Corinna, tantos elefantes y tanto vegasicilia… Será reparado por el mayor atornillador del reino, un gurú de las prótesis, los empalmes y los alargadores. Al hombre mecano, la última vez le dieron unas muletas que pitaban. ¿Qué le pondrán esta vez? ¿Una silla de ruedas 4×4? Perfecto, así ultima su operación Transformer.

Se opera en la Clínica La Milagrosa porque en España las listas de espera han mejorado muchísimo. Ya lo dijo Juan Carlos; todos somos iguales ante la ley y ante la sanidad. En lugar de pasar por el taller, como él suele llamarlo, ¡jé qué campechano!, será mejor que su majestad Robocop pase a los cuarteles de invierno y abdique. ¡Con lo cucas que son algunas residencias, y lo incómodo que debe ser La Zarzuela! Aunque a mí, el rey me recuerda al paciente del juego Operación. ¿Saben cuál? El del enfermo de la nariz roja. Con unas pinzas hay que mover los huesos del muñeco sin hacer contacto en los bordes porque si no, suena una alarma y pierdes al paciente.

Chorizo casero a la salsa de la CEOE

Ya ves chatina… el mejor negocio será montar una empresa de sobres porque circulan que da gusto. El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, a la sazón cuñado de Gerardo Díaz Ferrán, también pagaba en negro. Y eso, que para estar al frente de la patronal, debería haberse presentado con los deberes hechos y el culo limpio. Pero en el país de la corrupción y el fraude hay un ventilador esparciendo mierda todo el día y se avanza al ritmo del pato criollo, que cada paso que da, cagada que deja.

Es un lugar donde el chorizo es el plato cotidiano y en cualquier sitio se cocina una chorizada. Ahí va la receta: Se coge un chorizo casero y se le pone una corbata. Lo metemos en un despacho al calorcito. Lo acompañamos con un par de asesores empanados, es decir, que estén albardados todo el día, y se le deja durante un tiempo. Y él solito va haciéndose rico, rico, rico…

Y tú Arturo, ¿cueces o enriqueces? Como creo que el pollo Fernández ya está enriquecido, ahora se tomará un tiempo para pensar si dimite por el dinero B, y para cocerse se irá de vinos a Francia (como Bárcenas) a pasar el mal trago. Si este país no estuviera gobernado por sus amiguetes tendría mucho tiempo para reflexionar, en el trullo, y podría saludar a Díaz Ferrán al grito de ¡cuñaaaaoooo! Qué lástima que el PP haya hecho una reforma laboral y una amnistía fiscal a la medida de estos personajes. Qué pena que tires del hilo que tires, siempre llegues al mismo ovillo.