El eterno retorno: Nietzsche y la tele

nietzscheLos programadores de la tele deben ser seguidores radicales de la teoría nietzscheana del eterno retorno, según la cual todos los acontecimientos -pasados, presentes y futuros- se repetirán eternamente. Solo así se explica ese movimiento de resurrección de los viejos productos que fueron éxito en su tiempo y a los que, tras su natural extinción, se pretende dar una nueva vida. El último propósito de retorno sin fin es el de Caiga quien caiga, espacio de información satírica que causó impacto en Telecinco a finales de los noventa por su atrevimiento transgresor y cuyas sucesivas reediciones en La Sexta y Cuatro fueron un fracaso de audiencia hasta su patética desaparición en 2010. CQC murió por agotamiento esencial, porque su estilo sarcástico fue engullido por el sistema mediante la habilidad táctica de los políticos, que pasaron de huir de sus reporteros disfrazados de Reservoir dogsal ardiente deseo de aparecer en el programa. Ocurrió que las gafas negras, su inicial símbolo crítico, degeneraron en estética pija.

             La réplica de toda crisis de ideas es la melancolía, refugio de la mediocridad. Ya intentaron aplicar el método del eterno retorno a La Clave, venerable espacio de debate político de la transición española, que resultó un fiasco en su reedición en Antena 3 una década después. ¿No se percataron de que la sociedad y la tele habían cambiado para siempre? También se pretendió revivir el concurso popular Un, dos, tres y no funcionó. Tal vez en la genial y trastornada cabeza de Nietzsche pudo existir un proyecto de existencia repetitiva. En la tele no hay sitio para semejante teoría. Y aún así en ETB no cejan de producir clones de Vaya Semanita, con escaso éxito.

             Muy desesperados están los gestores de Telecinco al comprar el billete de regreso a Caiga quien caiga. Mario Benedetti escribió que “si alguna vez me suicido, será en domingo”, por lo tedioso que se le antojaba este día. Cuando la tele decida autodestruirse lo hará  por el método de la nostalgia perpetua y el bucle fatal del aburrimiento. Están en ello.

 

Un comentario en «El eterno retorno: Nietzsche y la tele»

  1. Muy buena reflexión. Entiendo que estos equipos que recurren a programas de antaño, es porque crecen de cretividad para acometer estas getiones productivas en la televisión.Van a lo fácil, a la ley del minimo esfuerzo.
    Mucha felicidades por su articulo.

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