Zapatero, el presidente que lo arruinó todo -la economía, la política, a Cataluña y también a su propio partido- dejó a TVE en estado vegetativo. Su loca ocurrencia de arrebatarle la publicidad causó grandes destrozos: arruinó sus cuentas, derrumbó su liderazgo social y desequilibró el mercado audiovisual a favor de las cadenas comerciales.
Aquella desventurada Ley General Audiovisual, que inauguró la era de los recortes de derechos, la pagaremos durante décadas. Lo último son los 130 millones que el Gobierno central, vía SEPI, ha tenido que aportar para evitar la quiebra de la empresa pública. Más allá de que TVE fuese desde su creación el ministerio más oscuro del Estado y que su gestión haya sido irracional en grado superlativo, lo cierto es que tras la irrupción de los canales privados se hacía más necesaria que nunca la televisión pública como contrapeso de las bajezas e intereses de quienes pretenden quedarse con el sector estratégico de la comunicación como paso indispensable para controlar la democracia. Podemos derribar a los tiranos, pero es casi imposible librarse del dominio acaparador de las mafias, UTECA incluida, una vez acampan en el sistema.
La gente con cierta memoria y algo de dignidad odia a TVE por lo que fue, un instrumento de la dictadura y la portavocía del sectarismo. De alguna manera la fortaleza de las privadas está basada en ese rechazo. Hay que fijarse en un dato objetivo: detrás de todas las campañas contra el modelo de televisión pública están siempre los esbirros del mercado. O los tontos, que se creen el discurso de la libertad por el ahorro. Hay un liberal en cada ciudadano indocumentado.
El impulsivo deseo de que TVE quiebre tiene una peligrosa derivada, que nos atañe: si cae la cadena estatal se hundirá tras ella ETB, porque aunque tengan historias y objetivos distintos forman parte del mismo lote conceptual contra el que se conspira. Si la comunicación queda en propiedad de empresas lucrativas, nuestra libertad tiene precio de saldo. Tras los recortes vienen las rebajas.
Que ligues el destino de la TV pública madrileña al de la regional vascongada retrata muy bien la mentalidad actual del PNV actual.
Qué pena dais.
Si hay algo que hace falta en Euskadi es TVs independientes que compensen el panorama actual.
La autonomía que el PNV obtuvo para Vascongadas en su Pacto con la Metrópoli hace 35 años no incluía competencias en Política Cultural, es decir, permitía la creación de una TV de paritido pero al mismo tiempo dejaba vía libre simultaneamente a que años después, con la creación de la TV privadas españolas, Vascongadas deviniera un arrabal madrileño informativo y cultural de masas que convirtiera la presunta Autonomía emanada de la Ley 3/1979 de facto en una autonomía de opereta austrohúngara, de falla valenciana, de foguera alicantina, de cartón-piedra.
Una autonomía que dice que los idiomas co-oficiales son el vasco y el español pero en la que una TV emite en el idioma que le da la gana, y no precisamente «vía satélite».
Lo importante no es ahora ya la libertad de expresión, un concepto arcaico, del siglo XIX, liberal, asumido por quienes vivimos en 2014 y hemos asumido las conquistas sociales (o sea, quienes nos hallamos a la izuierda, siempre a la conquista de más, pues aún queremos más) sino el Derecho a la Información, aún no conseguido porque a los sectores conservadores no os interesa como no os interesaba la libertad de prensa en 1848 y ahora salís reivindicándola.
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Pero, Blázquez, ¿qué nos dices del último gañido de JL Bilbao?
Besugoiti ya escribió una vez una artículo promoviendo el boicot contra MCC.
¡No te quejarás con semejante Diputado General de orgía de Freedom of Speech 🙂 !!!
Y el PNV arruinando euskadi, asi que mejor callar
Me ha parecido muy interesante esta reflexión. Ayuda mucho a entender la corrupción que hay , ahora en la televisión. Después de la mala cabeza y la mala gestión , de su dirigentes, el pueblo tiene que pagarMuchas felicidades por su exposición y su valentía en la misma. todo . Y si se hunde la TVE , luego la próxima las cadena autonómicas. Nuestra ETB.