¿Qué demonios les ocurre a los políticos con su imagen?

En Onda Vasca hablamos de televisión

11 febrero 2016

 

1. A debate

Los líderes políticos y su repentino interés por la imagen

¿Qué les ocurre a los líderes políticos con su imagen pública? ¿Qué ha pasado para que, de repente, les haya sobrevenido tanto interés por su imagen y por su presencia mediática? ¿Qué está pasando? En mi opinión, estamos ante la manifestación de lo que, de alguna manera, está cambiando la política entre nosotros. Ante su falta de crédito y su desprestigio derivado de las políticas llevadas a cabo por la crisis y los numerosos casos de corrupción y despilfarro de recursos públicos, la clase política ha pensado que su remedio es mejorar su imagen y practicar una mayor presencia en la televisión. Paralelamente, el surgimiento de partidos nuevos, los emergentes, se han considerado productos de la televisión, lo cual tiene algo de cierto, pero no es su explicación. En este contexto, los partidos piensan que en la imagen y en la tele está su recuperación social. Lo hemos visto en la reciente campaña electoral.

Fijémonos ahora en dos aspectos de este repentino interés de los políticos por la imagen. Uno es la distribución de los grupos en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, que tanta polémica ha levantado. Y el atuendo que Sánchez, Rovira e Iglesias lucieron en la gala de los premios Goya del pasado sábado.

¿Por qué les parece tan importante su ubicación física en los asientos del Congreso? Por las imágenes de la televisión. Los informativos de las cadenas de televisión proporcionan miles de horas de este lugar, y sus imágenes son siempre desde la posición frontal a los asientos. Y el hecho de que en esas imágenes se perciba nítidamente y en posiciones preminentes uno u otro político es muy importante. Los líderes y sus grupos tienen que ocupar posiciones destacadas. Esto de por sí ya es un mensaje de fortaleza o debilidad. De ahí que los demás grupos marginasen a Podemos y los enviaran al gallinero. ¿Para qué? Para posicionar su irrelevancia en la cámara. Será una tontería para muchos, porque lo importante es lo que hagan los políticos en ese mundo y no los asientos que ocupen. Pero es importante.

Fijaos si es importante que el partido socialista, esté o no esté en el gobierno, siempre ocupa el espacio de la izquierda, vista desde la posición del espectador. Es un mensaje: somos la izquierda. Lo mismo ocurre con el PP y antes con UCD: ocupa el espacio de la derecha, esté o no en el Gobierno. En el Parlamento Vasco, ocurre lo mismo con las posiciones del PNV, el PSE y la izquierda abertzale. Las posiciones izquierda-derecha tienen su reflejo en los asientos que ocupa cada grupo. ¿Tonterías? Tal vez, pero esto les preocupa mucho y desde luego que la tiene.

¿Qué ocurrió el sábado en los Goya? Pues fue un espectáculo que refleja la crisis de los políticos y sus desmesuras con la imagen. En primer lugar, ¿tenían que estar allí? ¿Eso es importante, dejarse ver en ese espectáculo? A mi modo de ver, es una presencia forzada, muy forzada por la situación de las negociaciones para el nuevo Gobierno. Para mí, es parte del espectáculo. De hecho, se convirtieron en la imagen de la gala, eclipsando otras imágenes del evento. En cuanto al atuendo en sí, el de Rivera era correcto y coherente; pero no así el de Iglesias, que jamás usa corbata y este día se vistió de pajarita, entre otras cosas porque el acto exigía etiqueta. Pero ¿esta era su mejor imagen? Para mí, estuvo forzada y optó por una expresión carnavalesca, correspondiendo a los días de carnaval. Tuvo una intención irónica y hasta burlesca por su parte. Un poco de mofa, según creo. Y en este sentido, es aceptable. Si cuando va a a ver al rey no se pone corbata, no debería haber forzado tanto su atiendo. Y al forzarlo tanto, apreciamos una intención carnavalesca.

Otra cosa es el atuendo de Pedro Sánchez, sin corbata. Esto sí que es absurdo y forzado. Un hombre que siempre usa corbata en los actos públicos (corbata rja con camisa blanca, casi como uniforme) no tiene sentido que en un acto de etiqueta se quite la corbata. Es muy artificial. Es una imagen ridícula incluso. ¿Qué quería demostrar? ¿Que es un hombre del pueblo, un político popular, que es muy guay y muy obrero y que no pertenece a la élite económica o social? ¿Era un posicionamiento de simplicidad o de alejamiento del lujo? Por favor, es ridículo. Una corbata es una prenda simbólica, muy asumida, y no da ni quita posicionamiento ideológico. La verdad es que sentí vergüenza ajena al verle. Que artificial pose.

En fin, más les vale a los políticos que cuiden lo que hacen y no tanto cómo visten o dónde se ubican.

 
2. El impacto

Otra vez, el mar

Aunque la meteorología es uno de los temas que más importancia se da en la televisión, porque a la gente le interesa, en días como los pasados este interés ha subido exponencialmente. Las imágenes de las olas batiendo nuestros puertos y costas y derribando espigones y rompiéndolo todo a su paso ha sido el espectáculo de la televisión de estos días. Y por mucho que ya nos estemos acostumbrando a que esto ocurra un año sí y otro también, no deja de ser, más allá de los daños que ocasiona y los riesgos que comporta, las imágenes que nos han servido las televisiones nos han impactado y también nos han sobrecogido.

Por cierto, ningún placer es más sutil que ser mojado por una ola cuando uno pasea junto a un espigón de un puerto o playa. Es de esas cosas que te devuelven a la infancia y te proporcionan un placer único. Eso sí, te cala hasta los huesos. En algunos casos puede ser peligroso; pero cuando una ola te pilla paseando junto al mar, es un regalo único.

 

3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

Vamos con tres datos interesante.

Por un lado, el estreno del nuevo programa de Patricia Gaztañaga en las tardes de TVE. Fue el lunes pasado, y su primer programa ha tenido una audiencia discreta, pero no mala. “Cuestión de tiempo” obtuvo un 4.8% y 516.000. Por cierto, que este dato en Euskadi es algo mejor, donde Patricia llegó casi a duplicar, con un 7,5%. Como es de los nuestros, y es una gran profesional, le deseamos a Patricia mucha suerte. Hay que ver hasta dónde puede llegar con este programa.

Gala de los Goya. Las audiencias de este espectáculo, celebrado el pasado sábado, no han registrado grandes novedades respecto de años pasados, quizás una ligera mejora. La audiencia de los Goya el pasado sábado fue del 25,8% y 3.900.000 espectadores de media, algo mejor que el año anterior, que fue de 24,7% y 3.800.000 espectadores. A lo máximo que ha llegado la gala en los últimos años fue en 2010, presentada por Andreu Buenafuente, con una cuota del 26,4% y 4.656.000 espectadores. Tres horas y pico de espectáculo, hasta más allá de la una y media de la madrugada es excesivo para cualquiera.

El gran espectáculo americano, la final de la SuperBowl. Fue en la madrugada del domingo al lunes y volvió a concitar a más de 100 millones de personas ante el televisor en los Estados Unidos. Exactamente, fueron 100 millones en lo que fue el partido, más otros 50 millones tras el partido. En el descanso, el espectáculo con Coldplay y Beyoncé, entre otros artistas, fue espectacular. Obviamente, los americanos nos llevan mucha ventaja en el montaje de grandes espectáculos. Es otra cultura, capaz de reunir en familias y grupos de amigos a casi la mitad de los habitantes del país en torno de un espectáculo único. Es una gran ritual social. Y hasta los anuncios que se emiten en la retransmisión se convierten en noticia. Impresionante.

 
4. La buena publi

San Valentín y los amigos

San Valentín es una fecha que tiene mucho significado, o es una excusa como otras para la celebración, además de ser una fecha de mucha importancia comercial. El amor, todo hay que decirlo, es un gran negocio. También para la Lotería que celebra un sorteo especial con el motivo del 14 de febrero.

Y con este sorteo especial, la Lotería Nacional ha lanzado esta campaña, con un anuncio excelente, con un tipo de mensaje y estructura de mensaje que está de moda actualmente. Es el anuncio como un vídeo de youtube, un anuncio sin apariencia de anuncio, algo que pretende ser natural para ser más creíble, pero que no deja de ser un anuncio, un truco comunicativo como otro cualquiera.

En este caso, es un anuncio montado como una conversación entre amigos, que preparan sus regalos de San Valentín para sus novias, que a su vez son amigas y quieren coordinarse para no crear envidias o piques entre ellas. Y de esta idea sale esta conversación tan divertida, muy buena. Debo decir, que la primera vez que he visto este anuncio solté una carcajada. Está muy bien hecho y tienen mucho sentido y acierta de pleno en el fomento de la ilusión, que es la base de los mensajes de las loterías y sorteos por el estilo. Inmejorable anuncio.


5. Recomendaciones para el fin de semana

La tele este fin de semana está marcada por la celebración del día de San Valentín. Mucha película de amor, mucho romanticismo, mucho color de rosa. Quizás un poco empalagoso para muchos, pero que no está mal. Es mejor así que nada.

La película recomendable para este fin de semana en la tele es: El Médico. Una gran película, sobre un libro enorme de Noah Gordon. Para mí, como en otras ocasiones, es mucho mejor el libro que la película. Pero es una gran producción y merece la pena. Será el sábado, en Antena 3, a partir de las 22:10 horas. Protagonizada por el gran Ben Kingsley y Tom Payyne. Dura dos horas y media.

Y para el sábado, otra propuesta. Comienza un nuevo programa de talentos. Es en Telecinco y se va a llamar Got Talent! Será el sábado, a las 22:00 horas. Se trata de un formato muy conocido internacionalmente y estará presentado por Santi Millán. Es un concurso de talentos en el canto, el baile, la magia y el humor. El jurado lo formarán Jorga Javier Vázquez, Jesús Vázquez y Edurne, la cantante. Veremos a ver qué tal arranca en su estreno.

¡Hasta el próximo jueves!

La verdad y la envoltura: test de confianza

20160206-635903917667902368_20160206214651-225-kASE-U301956800244nCF-992x558@LaVanguardia-Web

La gala de los Goya fue la fiesta del perro Truman, quizás porque fue una noche con muy poco brillo, algo tediosa, justa de emociones y sin el principal ingrediente del universo del cine, el glamour, más por impotencia que por táctica artística, porque la farándula española no posee esa pátina de elegancia y su mejor opción es el humor y un punto de rebeldía antisistema que esta vez quedó en casi nada, a falta de guerra y de gobierno. Sí, hubo protestas contra el IVA cultural y ácidos recuerdos para Montoro; pero quedaron negativamente compensadas con la carnavalesca imagen de Iglesias con pajarita, al igual que Rivera, y la ausencia de corbata en el atuendo de Pedro Sánchez, una artificiosidad que mueve al bochorno. ¿Alguien tan impostado puede albergar alguna capacidad de liderazgo?

Fue lo peor del espectáculo, junto con la forzada actuación de Serrat, descolocado en un evento que negaba su densa personalidad y su canción; y la intervención de Antonio Resines, zarrapastrosa y cutre, que ni siquiera acertó en el rechazo a la piratería en internet. Frente a este fraude socialmente aceptado, debería el cine emprender una cruzada semántica. ¿Acaso no han sido las películas quienes han glorificado a los piratas? ¿Cómo derrotar ahora a nuestros románticos héroes?

Hubo sorpresa y fue estratégica. La Academia del Cine había hecho creer, a través de filtraciones, que «La Novia» era la favorita, en razón de sus valores estéticos y los versos de Lorca. Más allá de Truman, el perro que es la excusa de una colosal historia de amistad y dignidad ante la inminencia de la muerte, los triunfadores fueron Daniel Guzmán y su abuela, con «A cambio de nada». Ellos pusieron todo lo que faltó a los demás: la fe en un empeño, la oportunidad para un joven actor y la ternura de una anciana. Y así, la gala comenzó con una avería de sonido y terminó estruendosa, quizás porque las emociones (risas, lágrimas, amores declarados y recuerdos de los ausentes) tuvieron una presencia escasa. España, sin rumbo ni gobierno, no está para sueños.

España, una partida de parchís

Hablamos de televisión

Contenidos del espacio emitido en Onda Vasca, el 4 febrero 2016,

dentro del programa de Begoña Beristain

 

1. A debate

Negociaciones para el nuevo gobierno español: una partida de parchís

La televisión es un escenario: la vida pasa ante nuestros ojos, con sus falsificaciones, sí, pero también con buena parte de lo que ocurre en realidad y que se presta, naturalmente, a nuestra interpretación subjetiva o a la de los propios canales. También la política desfila ante nosotros en la tele.

Y lo que estamos viendo estas semanas, a propósito de las negociaciones de los partidos para constituir el nuevo Gobierno español, es una gran partida de parchís. Pero en todo caso una partida compleja e interesante.

No voy a entrar en política, sino en su juego de comunicación. Lo primero que hay que decir es que la negociación tiene diferentes públicos, no es solo entre dos partes. El primer público de esta partida, ante quien se exhibe la disputa, es la gente, el electorado. Se trata de ganar la batalla principal: el de la opinión pública, el prestigio social. Si no contara tanto este aspecto, las negociaciones serían discretas o secretas. No se retransmitirían en directo en las pantallas. Ganar la batalla de la opinión pública es más importante que ganar el Gobierno. Mucho más importante.

En este sentido, hay cuatro jugadores (Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera) que miran de reojo a sus oponentes y miran de frente a la sociedad. Cada uno de ellos ha adoptado un papel para ganar esta batalla compleja, el juego del parchís, en el que hay que llegar a la meta comíendote a tus oponentes y sin que te coman:

Rajoy ha asumido el papel de perdedor. El suyo es un juego patético. Ha ganado pero está perdido. Asume con patetismo su rol de perdedor, con el que nadie cuenta. El niño con el que nadie quiere jugar. Su jugada es esperar: esperar a que su oponente, Sánchez, fracase. Es como el jugador pasivo, que espere los movimientos erróneos de los demás. Es un segurola, con riesgo de quedar el último. Es un papel discutible, pero coherente con la personalidad pasiva y resistente de Rajoy. Tiene todas las de perder, pero él cree que ganará.

– Sánchez ha adoptado el papel de héroe épico. Se proyecta como el jugador que no solo tiene que jugar contra sus rivales, sino contra sí mismo, contra su propio equipo. Se siente fuerte en este papel y sabe que es muy importante vender esa lucha mortal que le plantean su propia gente y el poder del dinero para evitar una alianza de izquierda. Ahora, ha hecho una jugada a la baja, intentar pactar con Ciudadanos, para intentar después una alianza con Iglesias. Tiene mucho que perder y mucho que ganar. Pero es muy interesante su juego épico, incluso dramático.

– Iglesias es el jugador tranquilo. Ha adoptado un juego agresivo, exigente, duro. Su jugada la tiene clara. Y va a por ella, porque sabe que solo puede jugar a eso, a la alianza de izquierda. Y juega con otra baza emocional, que le pone muchísimo: y es que sabe que da miedo a determinados poderes y eso le estimula. Hacer el juego de “coco” o demonio con cuernos y rabo es lo que le mola. Y ahí va a seguir hasta atraer a Sánchez a su juego. En ese momento, soltará un poco de lastre para hacer posible esa alianza de izquierdas de mínimos.

– Rivera es el último de la fila. Es el jugador que sabe que tiene menos que ganar y más que perder. Quedarse sin juego es lo que le da miedo. Es un jugador tocado, algo perdido. Le horroriza unas nuevas elecciones e intentará su máxima jugada: una alianza con el PSOE, que es su ideal para diferenciarse de Rajoy. Pero tiene que esperar, no tiene iniciativa. Depende de otros. Y está muy nervioso. Su problema es que todo el mundo le quiere comer. Y se lo comerán, tarde o temprano.

Este es el juego. Y hay que estar atentos, más allá de lo político. Interesa el juego de comunicación y quien se lleva la partida de la opinión pública.

 

2. El impacto

El espectáculo del mar

Otra vez el mar nos ha ofrecido a través de la tele un gran espectáculo. A vecesson las olas, los tiburones y otros misterios y placeres. Esta vez ha sido la operación de remolque del buque Modern Express, completamente escorado. Es hoy y los días pasados una de las noticias que más han reunido a la gente ante el televisor. Ver esa enorme pieza de acero doblegada y arrastrada a duras penas hacia el interior del puerto de Bilbao no deja indiferente a nadie, dada su complejidad técnica y la enormidad del barco.

Estas imágenes se han podido se han podido ver también en todo el mundo y, en cierta manera, es una buena campaña de imagen para Bilbao y Euskadi, que la operación de remolque, sin vertido ni daños humanos ni materiales, y más allá de la suerte del buque, se haya realizado con éxito.

 

3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

Audiencias del mes de enero: el duopolio se refuerza

Las audiencias del mes de febrero muestran la misma tendencia de los dos últimos años: hay un duopolio, formado por os grupos Mediaset y Atresmedia, que acaparan más de la mitad de los espectadores a diario. Si bien, el gran engaño -y diría que corrupción encubierta- es que con esos datos se llevan casi el 90% de la inversión publicitaria. Algo ocurre, y no solo es porque TVE no tiene publicidad. Hay algo más que convendría indagar.

Telecinco vuelve a ser líder, con una pequeña baja, al situarse al borde del 14%. Le sigue Antena 3, 13,6%, a solo tres décimas de Telecinco, pero incapaz de adelantarle. La tercera es TVE, con un 10,1%, y después La Sexta, con 7,3% y Cuatro, con 6,6%.

En cuanto a ETB, se recupera un poco. ETB2 gana ocho décimas, para situarse en torno del 8% y ETB1, sube tres décimas y se coloca en el 2,1%. Se nota la influencia de El Conquistador, que es imbatible los domingos. Los miércoles, con el debate, no puede con el programa de Bertín, que sigue arrollador.

La emisión más vista en enero fue, precisamente, la entrevista de Bertín Osborne al cantante Alejandro Sanz el pasado miércoles, 27 de enero, con 4.100.000 espectadores de media. Este programa, que yo también vi, fue realmente bueno, todo hay que decirlo, más allá de que nos caiga mejor o peor el señorito Osborne.

El consumo de TV ha aumentado con el invierno y se ha situado este mes pasado en una media por persona y día de 255 minutos, o sea, 4 horas y 15 minutos, casi nada. En Euskadi un poco menos, con 251 minutos persona/día.

El anuncio más visto también tiene que ver con el invierno, Frenadol, seguido de Bisolfren, otro antigripal. Tendremos que hablar algún día de estos de la publicidad farmacéutica y su influencia en nuestra vida cotidiana. Estas serían las campañas más eficaces; pero el anuncio más visto es uno de la ONCE, lo cual no quiere decir que sea el anuncio más eficaz. La eficacia en publicidad se mide en términos de GRP, es decir, número de impactos sobre el público concreto al que me dirijo. Un anuncio no puede emitirse en cualquier momento, sino cuando más gente que me interesa está viendo la tele. Gastar mucho no significa ser más eficiente.

 

4. La buena publi

Bayer rectifica

Hace unas semanas denunciamos aquí el anuncio del antigripal Propalgina frivolizaba con los riesgos de muerte por gripe. Su tratamiento ofendía innecesariamente a los afectados por esta enfermedad. Contra el contenido de este anuncio se habrían levantado voces para que se retirara este anuncio. Y aquí también lo pedimos. Pues bien, Bayer ha cambiado este anuncio y lo ha hecho sustancialmente. Y no solo eso, ha retirado de YouTube el anuncio original.

Nos alegramos de esta rectificación por parte de Bayer aunque echamos de menos que haya pedido disculpas explícitamente por su enorme frivolidad.

Este es el nuevo anuncio, ya rectificado:

http://youtu.be/2BwHk58_fYY

 

Ikea y el misterio del orden

Otra vez Ikea nos regala un anuncio espectacular. Así como otras veces nos ha mostrado sus catálogo, sus ofertas para terrazas, mesas y dormitorios, en esta ocasión se centra en el orden en casa, como a tener los cacharros y las cosas en un orden conveniente, ante tanta avalancha de objetos. Que no se pierda nada, no tener que comprar lo que ya tenemos, encontrar las cosas es un misterio en una casa.

El anuncio es como una pequeña película de misterio, porque eso es el orden en casa, una aventura cada día, para que podamos encontrar las cosas y que no pierdan en el caos. El anuncio provoca una sonrisa, pues nos vemos retratados en é, y nos gusta verlo una y otra vez. Otra pequeña maravilla.

 

https://www.youtube.com/watch?v=DkwcqlmtKcE

 

5. Recomendaciones para el fin de semana

Dos recomendaciones y las dos para este sábado, alternativas, porque coinciden a la misma hora.

Aconsejable el debate político de La Sexta Noche, con Iñaki López. Este sábado, a partir de las 22:00 h. Aquí, en este programa y ahora, vamos a ver las primeras escenificaciones de la segunda partida de ajedrez de los líderes políticos y sus respectivos partidos. Hay que estar atentos al movimiento de fichas. No se trata de ver lo que dicen exactamente, sino cuál es su juego, qué pretenden, cuales son las segundas intenciones o el propósito final, con sus descartes y fintas.

– Una peli de Woody Allen. Para los que pasan de la política y quieren ver buen cine, mi consejo es que vean este sábado, en la 2 de TVE, a las 22:00 horas, “El sueño de Casandra, de Woody Allen. Es la historia de la ambición, desde una perspectiva irónica, con dos actorazos, Ewan McGregor y Colin Farrell.

¡Hasta el próximo jueves!

Expediente X y la necesidad del misterio

x-files-720x300

Por si no fueran suficientes los misterios que nos provee la vida (el azar, el amor, la belleza, las cuentas de Osasuna…), la televisión y sus hermanos, el cine y los libros, se permiten imaginar otros muchos. Vivimos mejor entre enigmas y ocupados en tratar de comprenderlos, pues confirman otras certezas maravillosas y terribles. Tenemos alma de descubridores, es lo que ocurre. Para regalarnos su ración de misterio, tras catorce años de ausencia, ha regresado Expediente X.

Fue el martes pasado, dos días después que en Estados Unidos, cuando hemos vuelto a ver, esta vez en la cadena Fox, a nuestros entrañables agentes federales Mulder y Scully ocupados en desentrañar casos de seres extraterrestres, abducciones y otros mitos modernos. Esta pareja, con sus aventuras al límite y también con su amor en precario, marcaron una época de la tele. Acaparan 150 premios.

De especial la serie tiene el hacer razonable el portentoso género de la ciencia ficción. Hay que ser muy corto en presunciones para no aceptar la hipótesis de la existencia de otros mundos inteligentes e incluso de su camuflada presencia entre nosotros. El retorno tiene un punto de nostalgia culta.

Para que un enigma tenga sentido tiene que darse una gran desigualdad a favor de lo racional y ninguna prueba de lo imposible. Además, las autoridades deben ser diligentes en la ocultación de todo atisbo paranormal y desacreditar a quienes fomentan semejantes fantasías.

La misión de Expediente X es recordarnos que aún no estamos preparados para saber ciertos hechos, que conviene guardar en secreto, porque las costuras de nuestra mente se romperían ante su conocimiento, pobres humanos primitivos. Nos educan para el futuro. Su contrapunto es Cuarto Milenio, un espacio contradictorio al que acuden unos locos adorables que deshonran la verdad profunda e inabarcable.

Puede más cualquier corazón abierto que los científicos antisistema. No cabe prescindir de los misterios porque existen, no para entretenernos unas horas. La realidad común, esa sí que distrae y nos reduce.