Pucherazo en Suecia. Eurovisión contra Rusia

 

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Había que innovar. Con 61 años y tras sucesivas crisis de identidad, el abuelo necesitaba algunos cambios para justificar su penosa vida. Los anteriores recauchutados ya no funcionaban. La vieja Eurovisión pensó que lo mejor era democratizarse, ponerse en modo guay y, a imitación de los talent show de la tele, dar la palabra a los espectadores a través de sms, apps y smartphones, la etérea tecnología comunicativa. ¿Con qué control, bajo qué parámetros? No importa: lo esencial es que la Europa cantarina revolucionase el sistema de votaciones, dando el poder de decisión, solo la mitad, a sus ciudadanos. Australia había vencido en el panel de los jurados profesionales; pero los sufragios on line dieron la vuelta a la tortilla y proclamaron ganadora a Ucrania con un tema esencialmente político y anti ruso, que trata del genocidio tártaro de 1944.

El resultado es un fiasco de proporciones continentales que ofrece la sensación de un enorme pucherazo. Rusia no debía ganar, aunque tuviese la mejor música, por inconveniencia estratégica; y tampoco Australia, exótica y reciente. Ha sido la edición más política y virtual de la historia. Con más banderas que nunca y más ocultaciones de los verdaderos conflictos europeos: la insolidaridad con cientos de miles de refugiados, un desgarrador Brexit y un neofascismo que se impone con callado miedo. No, la Europa que canta, sus males no espanta.

Tras las misteriosas votaciones de Suecia los que temen el voto electrónico tienen más motivos para desconfiar de su transparencia y limpieza. Hay como una pesada sensación de trampa. No obstante, el espectáculo fue grandioso en coreografías y efectos especiales. La música, algo mediocre. Lo kitsch reinó en todo su esplendor. La nostalgia nos embriagó, con el grupo Abba de mágico talismán. ¿Y España? Como siempre. Barei, la multimillonaria Bárbara Reyzabal, de raíces bilbaínas, probó la amargura del fracaso y José María Iñigo aromatizó la retransmisión con naftalina. Consuélese: Alemania, dueña del tinglado, quedó la última.

Un comentario en «Pucherazo en Suecia. Eurovisión contra Rusia»

  1. Muy bueno tú artículo. Y el título genial. . Un pucherazo cantarino.
    Muchas felicidades por su comentario abordando el tema de Eurovisión.

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