Risto fuma Chester

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Mientras que el amor sigue palpitando en el cine, la literatura y la música con mayor o menor intensidad, en la tele es un tema más de entretenimiento. Se ha puesto de moda, al igual que no hace mucho les dio a todos los canales por los programas de gastronomía, que después fueron decayendo y de los que algún vestigio queda. Ahora es el amor en su versión vulgar y exhibicionista lo que mola. Triunfan First dates, en Cuatro, con su espectáculo de citas, y también el degradante Mujeres y hombres y viceversa, en Telecinco, barrizal en el que chapotea nuestra Emma García, y, sin embargo, erigida madrina de la nueva temporada de sidrerías del Goierri. Fracasaron El amor está en el aire, en Antena 3, y 60 minutos a solas, una de las peores ocurrencias de la televisión pública vasca. En primavera reaparecerán Adán y Eva y otros espacios explícitos, y quizás Vasile emprenda por fin el gran empacho de All you need is love, actualización de Lo que necesitas es amor.

La moda cursi ha alcanzado de lleno a Risto Mejide, que ha pasado de vivir airado a estar enamorado, una locura más, con el resultado de Chester in love, emitido los domingos por la noche en Cuatro, algo así como la conversión del sofá inglés en sofá cama. ¿Es posible soportar largas entrevistas a personajes diversos, desde políticos a cantantes y actores porno, con el único argumento del amor? No lo creo, porque empalagará por exceso de merengue. Millón y medio de espectadores en la primera entrega no está mal, Risto, pero no te fíes, ni aun cuando estés pensando en sentar a tu joven novia en el diván como regalo. No lo hagas, por tu propia honra. El amor no es menú del día, es banquete extraordinario y exclusivo de paladares cultivados. No lo estropees hurgando en historias de amor, inmortales y conclusas, que no pueden narrarse sin lágrimas o exagerando.

El siglo XXI es el de las emociones, quizás el de un nuevo romanticismo. Espero que la tele no lo ponga difícil sometiendo el amor a concurso. Porque es el amor y no el dolor lo que nos hace vulnerables.

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