Diario de cuarentena. Día 87. Un inglés vino a Madrid

Y llegó para instalarse en la capital y cambiar de vida. Para entonces, James Rhodes ya era un pianista de fama y autor de un relato autobiográfico que estremeció al mundo. “Instrumental” narra la tragedia de James niño, violado durante años por su profesor de gimnasia en un colegio de élite. Su terrible experiencia comenzó a la edad de 6 años. ¿Puede alguien imaginar por un momento lo que esto significa para una criatura? No fue una vez, sino muchas, muchas veces y durante años. Nadie, ni el colegio ni sus padres, ni los profesores quisieron ver nada. Es imposible mayor dolor y vivencia más cruel.

La música y el piano fueron la tabla de salvación de Rhodes. Después de una vida rota, con intentos de suicidio, autolesiones, drogas y estancias en psiquiátricos, Rhodes canalizó su recuperación personal convirtiéndose en un músico de éxito. He asistido a dos de sus conciertos en Bilbao. Tras el primero, me firmó su libro y pude decirle lo que pensaba de él: “You’re a miracle, Mr. Rhodes”. Es mi héroe.

A James Rhodes le cautivó el modo de vida de España. Necesitado de un cambio, decidió afincarse en Madrid. Odia el clasismo que rodea la música clásica y siempre se presenta en el escenario en tejanos y camiseta corta. Nada de etiquetas. En su último libro, “Playlist”, hace repaso de sus autores y obras preferidas. Sergei Rachmaninov es uno de ellos, del que elige el Concierto Nº 2. “El último movimiento es mi favorito. Tiene todo lo que un fan de la música puede desear: melodías increíbles e inolvidables, una pirotecnia para piano brutal, emoción, melancolía, desamor y heroísmo”.

Pues bien, este hombre, un músico inglés y persona extraordinaria, ha conseguido que, por fin, en España tenga una ley decente de protección de la infancia. Ayer se presentó el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, por la que llevaba años clamando: “A uno se le cae el alma a los pies al leer las estadísticas en materia de violencia contra la infancia en este país”. Ya está aquí, por todos los niños.

El proyecto comenzará pronto a tramitarse en el Congreso. Y aunque la pone en marcha el actual Gobierno, sus inicios comenzaron en 2016 con el PP, “un hecho por el que le estoy inmensamente agradecido”. La ley recoge muchas mejoras, como la creación de unidades de policía especializada, el procedimiento judicial, la obligación de denuncia, los delitos en internet, los protocolos de prevención en los colegios y el endurecimiento de las penas para los abusadores. 

Lástima que no se haya suprimido del todo el sobreseimiento. Que no se contemple la investigación de abusos anteriores. Y que no aplique a los culpables la prisión permanente. Porque la merecen más que cualquier asesino. En fin, que James Rhodes con su tozuda lucha ha conseguido despertar a los legisladores del Estado. Gracias, James, profundamente agradecido.

Un comentario en «Diario de cuarentena. Día 87. Un inglés vino a Madrid»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *