Gloria y miseria del candidato/a

Las campañas electorales son caras y sirven de poco. Hay dos niveles en este proceso: los partidos y los candidatos. Las siglas apuestan por la televisión para la notoriedad, la prensa y la radio para los mensajes y las redes sociales para la guerra de guerrillas. Los candidatos prefieren el contacto personal, convencer a vecinos, amigos y compañeros, humanizar la política; pero las marcas neutralizan las iniciativas particulares porque no se fían de la singularidad de los elegibles y de ahí que éstos parezcan clonados a imagen de sus partidos. Debería haber tantas campañas como ciudadanos en las listas. Es la anomalía de nuestra democracia, nada versátil: la protocolización del aspirante con el oprobioso Manual del Candidato, que todavía existe.

Así que nadie espere una campaña innovadora. Habrá frivolidad y crispación, llegarán los mesías. Se dirán falsedades como que ahora los votos se deciden en el espacio digital y no en la tele, que los debates organizados por las cadenas son imprescindibles y que las encuestas iluminan a los indecisos. El mal proviene del supremacismo de la derecha que se siente superior y de la izquierda que se cree mejor. La unanimidad se producirá en el miedo a la abstención, pues todos piensan que los suyos son los que más dejan de votar por pereza, el sol o la lluvia del domingo.

Quiero que se fijen en los llamados candidatos de relleno, esas mujeres y hombres a quienes los sufragios no les alcanzarán para un puesto, pero con el orgullo de ser vecinos comprometidos. Honor para ellos que no saldrán en la tele, salvo de pasada o como fondo de cartel. Creemos ser una democracia acomodada, pero somos un sistema de penurias, mal informado y retorcido por la intransigencia. Ayuso y su brujo Rodríguez, rancios chulapos, y los candidatos que fueron de ETA son sus excreciones.

JOSÉ RAMÓN BLÁZQUEZ

2 comentarios en «Gloria y miseria del candidato/a»

  1. He ahí el gran problema: El mal proviene del «SUPREMACISMO de las DERECHAS» que se sienten superiores…socios de los amos y señores de España…y de la «IZQUIERDA tradicional OBSOLETA» que se cree mejor…pero que se niega a abandonar el poder del bipartidismo en las decisiones claves del Estado».
    Las elecciones son sobre el futuro y las derechas españolas insisten en una campaña basada en el pasado…pero de los demás…no en la dictadura de sus antecesores, donde sus asesinos, después de la transición, continuaron ejerciendo libremente sus cargos políticos sin que nadie les exigiera su arrepentimiento ni mucho menos su alejamiento de la política.
    Es oportuno recordar a los votantes que para acabar con los malos políticos solo hay que dejar de votarles…que no se dejen engatusar por sus manipulaciones mediáticas…utilizando para ello el intelecto concienzudamente para no ser embaucados como de costumbre.
    Tomemos nota, cuando los políticos olvidan que son electos para dar los mejores servicios al pueblo y pasan a creer que sólo es una profesión, llegó el momento de echarles…porque mantener a idiotas en el poder es ir contra los intereses de los ciudadanos en general.

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