Si tenéis la suerte de poseer alguna pieza antigua, bien sea un mueble clásico de madera o tapizado, estáis de suerte, estas piezas pueden adaptarse a los espacios más modernos, dando un aspecto «intelectual» a la composición.
En el caso de los muebles de madera, lo mejor es lijarlos y darles una cera para recuperar el aspecto original.
Las tapicerías pueden rejuvenecerse con telas lisas, neutras y naturales como el lino o el algodón, para conseguir un aspecto más fresco.
Hay algunas piezas a las que se les puede cambiar la utilidad para la que fueron creadas, un cabecero puede convertirse en un elemento decorativo encima de un aparador, y una bicicleta puede ser un magnifico soporte para un lavabo con toallero.