Montó su estudio en Tokio y empezó a experimentar con materiales que nunca antes habían sido usados para construir.
La oportunidad de mostrar al mundo que se puede construir con materiales ligeros y baratos llega en 1995, cuando como respuesta al terremoto de Kobe, Japón, Ban construye una serie de viviendas con un singular material, tubos de cartón.
Estos proyectos sencillos y económicos, fáciles de montar y desmontar, reutilizables, ecológicos, se vuelven el inicio de una serie de trabajos humanitarios que lo llevaron a ser asesor para la ONU en el alto comisionado para los refugiados.
Sus proyectos han estado presentes en desastres como el terremoto de Japón, Turquía, India y China o el conflicto racial en Rwanda en 1994, y en refugios para la gente de Haití.
Shigeru Ban recibió el premio Pritzker en el año 2014