Estas esculturas fueron realizadas en el año 2005 por Gyula Pauer y Can Togay.
Es un monumento relacionado con el horror vivido en Budapest, durante la Segunda Guerra Mundial.
20.000 judíos fueron asesinados a orillas del Danubio, justo donde se encuentran los zapatos y es un homenaje a todas las personas que murieron en ese lugar a mediados del siglo XX.
Está hecho de hierro y son sesenta pares de zapatos de este material, dejando claro que este fue el lugar donde se arrojaron los cuerpos sin vida de miles de judíos, que eran obligados a descalzarse antes de ser asesinados y arrojados al río, de ahí el diseño de esta obra, que describe con sutileza el momento previo a la ejecución.
Las personas que han visitado este monumento coinciden en que la sensación de pena y tristeza lo inunda todo, además de un silencio de duelo y de respeto por todas las personas que fueron tiroteadas a orillas del Danubio.
El hermoso Danubio azul se volvió de color rojo, y la razón del monumento es homenajear a las víctimas e impedir que caigan en el olvido.