Todas las obras de Jurga fascinan por su vitalidad, precisión en las actitudes de los personajes y sus expresiones, sentido del humor, encanto y sencillez.
Como sucumbir a estas esculturas realizadas en terracota? Que reflejan un profundo conocimiento del ser humano por parte de la artista, sin importar las condiciones sociales o la edad.
Jurga nació en Útena, Lituania en el año 1977.
«Es necesario que la escultura este viva, yo trabajo la expresión de personajes que aprenden, que descubren, que se maravillan»
Las expresiones que consigue en los rostros de los niños, la naturalidad de las poses, la atmósfera de los grupos de los personajes y los detalles, las manos, los pies…pura belleza.
«El diálogo con la escultura me obsesiona. Se trata de un diálogo que no necesariamente se expresa con palabras, sino a través de los ojos y las manos y escucho lo que dice la escultura, si ella no habla, no está viva. Este es mi trabajo: hacer que hable»