Idoia Goiti, interiorista

Desde la pasión que siento por mi trabajo, creo que ha llegado el momento, de agradecer a todas las personas que seguís mis publicaciones, y tenéis siempre palabras de cariño hacia mi trabajo, y también hacia mi persona.

Ya de pequeña, sentía una gran curiosidad por el misterio que me transmitían las casas, el arte, la arquitectura, las cosas bonitas, el orden, el color, la porcelana, las telas, las flores…
Ahí se empezó a crear mi propio mundo, una niña solitaria con la cabeza llena de ideas, que disfrutaba muchísimo mirando una casa o una flor durante todo el tiempo posible y más… hoy en día lo sigo disfrutando igual.
Después de terminar el colegio decidí estudiar Bellas Artes, pero no era lo que que yo quería, algo me faltaba ahí, y opté por estudiar Arquitectura de interiores.
Fue una etapa muy bonita, aún mantengo relación con algunas compañeras, con las que quedamos todos los meses para comer, y compartir experiencias y sensaciones.
Después estudie también publicidad y me hice profesora.
El especial cariño con el que recuerdo a mis alumnos, el respeto y la confianza, fueron las claves a la hora de despejar las dudas, o en esos momentos donde las cosas y el entendimiento se ponían algo más difíciles.
Después llegó el momento de tener mi propio estudio, como yo quería, allí sigo creando, soñando, pensando siempre en hacer un poco más cómoda y feliz, la vida de las personas que vienen a encargarme algún trabajo.
Un trabajo que está muy ligado a la psicología, al entendimiento de las necesidades de los demás, siempre recuerdo a aquel querido profesor que me repitió un millón de veces eso de que «la casa no es tuya, es del que la habita»
Lo entendí muy bien, cada uno de nosotros somos únicos, como nuestra vida y por supuesto nuestras casas, hay que hablar y conocer las necesidades y gustos de los que te confían algo tan importante, el lugar más íntimo en nuestras vidas.
Me fascina reciclar, poder dar una segunda oportunidad a un objeto, aunque sea otra la función inicial para la que fue creado, mezclar piezas antiguas en espacios contemporáneos, investigar, probar…
La naturaleza es mi mejor fuente de inspiración, creo que no existe nada tan bello, tan sabio, ni tan perfecto.
La sencillez, pero con una perfecta ejecución, el atrevimiento, la mezcla de estilos, y las flores, siempre flores…
El hogar, en toda la extensión de la palabra, como refugio confortable en nuestras vidas.

Quiero agradecer a la editorial RBA, y en especial a Itziar Unzurrunzaga, por esos fantásticos reportajes que me han publicado en revistas como El mueble o Casas de Campo.
También a Josetxu Rodríguez, por darme la oportunidad de poder desarrollar una nueva faceta, escribiendo en mi blog de este periódico llamado «el espacio interior».
A la maravillosa Amaia Asategi Iturralde por esa sesión de fotos tan divertida.

Y a todas las personas que a diario me dedicáis esos comentarios tan bonitos en Facebook.

Idoiagz1605@gmail.com

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