Para colgar cuadros en nuestra casa, no es necesario tener una gran colección de arte.
Podemos hacer composiciones con fotos, láminas de una temática que nos guste y hasta dibujos de nuestros hijos.
Es muy importante la altura en la que coloquemos los cuadros. Lo mejor es calcular la altura de los ojos para que esta línea imaginaria, sea el centro de la composición.
Los cuadros de formato grande o que tengan una especial importancia para nosotros es mejor colocarlos solos, sin ningún elemento que despiste la atención.
Un cuadro colocado encima de un mueble nunca debe de ser más ancho que este.
Los cuadros deben de tener un orden predeterminado, sino el resultado sería caótico, hay que generar áreas visuales definidas.
No hay que tener miedo de mezclar estilos, marcos y tamaños, por molesto que sea le dará estilo propio a la casa.
La afinidad y el valor sentimental de los cuadros es algo a tener muy en cuenta
También es muy creativo el dejarlos apoyados en un mueble.
Para no fallar en la composición y dejar la pared llena de agujeros lo mejor es cortar papel Kraft del mismo tamaño que los cuadros, e irlos colocando hasta conseguir un equilibrio.
Por lo general las obras más clásicas combinan muy bien con paredes de tonos oscuros, mientras que los cuadros contemporáneos lucen mejor con fondos claros, si vamos a mezclar estilos lo mejor es un fondo neutro.