El balneario de Urberuaga

El balneario de Urberuaga, situado en la localidad de Markina (Bizkaia), comenzó su construcción en el año 1869, aunque las aguas se habían descubierto como termales en el año 1802.
El balneario, construyó en un principio, un solo edificio, pero debido a la cantidad de clientes que acudían, se tuvieron que construir dos edificios más.
Las habitaciones ubicadas en las plantas superiores, eran muy lujosas, ya que las personas que acudían a beneficiarse de las aguas del balneario, eran de clase adinerada.
En la primera planta, se encontraban dos espaciosos comedores y otro particular.
También contaba con un casino para poder entretenerse.
Al final de su construcción, el balneario contaba con tres edificios, conectados entre sí por medio de galerías acristaladas y 190 habitaciones, para albergar a sus ilustres visitantes.
En el año 1983, hubo unas tremendas inundaciones que arruinaron todas las instalaciones del balneario, aunque siguieron embotellando agua hasta el año 1993.
El lugar cayó en quiebra y pasó a ser propiedad del Banco Santander, después, un particular compró el edificio y estuvo negociando subvenciones, para rehabilitar un hotelito de 40 habitaciones, al final, nada de llevó a cabo y se abandonó el edificio, a día de hoy, el lugar permanece abandonado e invadido por la maleza.

Nire amamaren etxie

Los recuerdos que invaden mi cabeza están muy ligados a la casa de amama. Ella vivía en un antiguo caserío, una obra arquitectónica perfecta, donde sus más de 1000 metros cuadrados solucionaban todas las necesidades domésticas. La cocina, con un fuego bajo, estaba en la planta baja y separada por un ancho tabique de piedra, la cuadra.
Los animales, vacas, conejos, gallinas…pasaban el día fuera, pero amama se encargaba, al caer la noche, de recoger a todos.
También había un gran dormitorio. El resto estaba en la primera planta. La escalera de acceso estaba muy deteriorada, pero la mano de amama siempre estaba dispuesta a ayudar a subir y a bajar.
Arriba dos dormitorios más, con un enorme espacio diáfano delante. En ellos se almacenaban cosas, se secaba la ropa colgada de unas cuerdas que iban de un lado a otro de las paredes.
Más arriba, después de otro tramo de escaleras, una puerta, y detrás de la puerta un enorme espacio donde se guardaban las nueces, las manzanas y un montón de trastos que parecían inservibles.
Pero en casa de amama había muchas más cosas. Recuerdo su voz, su complexión de mujer grande y fuerte, su presencia, las noches de frío cuando me apretujaba en la cama para darme calor, el ladrillo calentado en el fuego bajo y envuelto en periódico que calentaba la cama. La Luz del candil que ella llevaba hasta el dormitorio siempre cogiendo mi mano. Después venían las historias, los cuentos, hasta que me quedaba dormida.
En aquella enorme casa fría, sin luz, nunca faltó el cariño. Adoraba pasar tiempo con ella. Yo era muy pequeña pero mis recuerdos están intactos, era feliz con un trozo de chocolate que siempre tenía para mí, ese chocolate duro y amargo que resultaba gloria bendita.
El olor del fuego, del otoño, y su voz cálida y fuerte……
La entereza de una mujer que la vida había hecho dura, pero que siempre tenía un rato para sentarme en sus rodillas y acurrucarme como solo ella sabía.Nnunca he encontrado a nadie igual. Era única, era amama

La arquitectura Craftsman

El estilo Craftsman, es un tipo de construcción fácilmente reconocible, que tiene un gran impacto visual.
Un estilo arquitectónico, que tuvo especial proyección, en el primer tercio de siglo XX, en Norteamérica.
La propia palabra Craftsman, se traduce literalmente como artesano, por lo que, podríamos estar hablando del estilo artesanal por excelencia.
Su fuente de inspiración, nace con el movimiento Arts & Crafts, que buscaba un retorno a la pureza del artesano.
Esta corriente artística, y de pensamiento, impulsaba el respeto a la materia prima, y al proceso de fabricación del producto final

La casa abandonada

He encontrado la casa, he estado mirándola desde fuera con perplejidad, después me he animado a entrar, poco queda para intuir como era su distribución, los materiales con los que se había construido, solo quedan los muros de piedra de una increíble anchura, el tejado ya no está, algunas vigas han quedado atravesadas y sujetan las últimas tejas.
El interior lleno de maleza conserva algunos muros que separaban las estancias, muy bonitas ventanas, algunas en forma de arco, la madera que queda en la puerta y las ventanas pintadas de color azul, y muchas preguntas…….
Preguntas sin respuesta, silencio, mucho silencio, de vez en cuando algún pájaro se ha dejado ver, pero nada, ni nadie más.
Me he quedado un buen rato, he recorrido el interior con muchas dificultades, la inscripción encima de la puerta solo me deja ver un 1702, el resto resulta imposible de descifrar para mí, y sigo imaginando…..

Oda a la casa abandonada, Pablo Neruda

Casa, hasta luego
No puedo decirte
Cuándo volveremos
Mañana o no mañana
Tarde o mucho más tarde
Un viaje más
Pero esta vez yo quiero decirte
Cuanto amamos tu corazón de piedra
Qué generosa eres
Con tu fuego ferviente en la cocina
Y tu techo
En que cae desgranada la lluvia
Como si resbalara
La música del cielo!

Ahora cerramos tus ventanas
Y una opresiva noche prematura
Dejamos instalada
En las habitaciones

Oscurecida te quedas viendo
Mientras el tiempo te recorre
Y la humedad gasta
Poco a poco tu alma

A veces una rata roe
Levantan los papeles un murmullo ahogado
Un insecto perdido se golpea ciego
Contra los muros
Y cuando llueve en la soledad
Tal vez una gotera suena
Con voz humana
Como si allí estuviera
Alguien llorando

Solo la sombra
Sabe los secretos
De las casas cerradas
Solo el viento rechazado
Y en el techo la luna que florece

Ahora hasta luego
Ventana, puerta, fuego
Agua que hierve, muro!
Hasta luego, hasta luego cocina
Hasta cuando volvamos
Y el reloj sobre la puerta
Otra vez continúe palpitando
En su viejo corazón
Y sus dos flechas inútiles
Clavadas en el tiempo