Georgia O’Keeffe from Hawai

En el año 1938, la agencia de publicidad «Ayer & Son» contactó con O’Keeffe, para encargarle dos pinturas para la Hawaiian Pineapple Company, para usar en su publicidad.
La oferta llegó en un momento crítico en la vida de la pintora, tenía 51 años, y su carrera parecía estancada.
Llegó a Honolulu el 8 de febrero del año 1939, a bordo del SS Lurline y pasó nueve semanas en Oahu, Maui, Kauai y la isla de Hawai.
Por mucho, el periodo más productivo y más vivido fue en Maui, donde se le dio completa libertad para pintar y explorar.
Pintó flores, paisajes y anzuelos tradicionales Hawaianos.
De vuelta en Nueva York, O’Keefe completó una serie de pinturas sensuales y verdes.
Sin embargo, ella no pintó la piña solicitada hasta que, la compañía Hawaiana de la piña envió una planta a su estudio de Nueva York.

Georgia O’Keefe es un caso curioso en el mundo del arte, siendo una mujer precoz en demostrar su valía, le costó exhibir su obra.
Pintaba flores grandes y en primeros planos, lirios, orquídeas, amapolas, que envuelven completamente al espectador haciéndole sentir como un insecto.
Formas abstractas, con un singular realismo, que han hecho que muchos asocien el arte de O’Keefe con la corriente surrealista.
Para otros, estas flores son metáforas sexuales por su sensualidad y sus formas, pero en cualquier caso, la pintura de O’Keefe trasciende todo simbolismo y se afianza como una expresión plástica tan genuina y personal, que no se puede asociar con ningún movimiento artístico.

Cézanne y la montaña Sainte-Victoire

A mediados de los años 80, el artista Paul Cézanne, eligió esta montaña como musa para sus pinturas y la repitió en numerosas ocasiones.
El resultado de repetir esta montaña tantas veces, es clave para entender después el desarrollo del arte cubista.
Cézanne observa la montaña y la va dividiendo en cubos pequeños y grandes que el abstrae de la realidad, va disociando volúmenes y creando sus propias estructuras, para agruparlas finalmente en una masa con la que crea la imagen única.
Estas son las reglas que distinguieron claramente al arte cubista, el observar y pintar distintas partes de un objeto y juntarlas después en un mismo plano, para crear todo tipo de puntos de vista sobre un tema.
Con su particular empleo del color y su geometrización, el artista consigue imágenes emotivas.
En todos estos paisajes, el color va perdiendo importancia progresivamente, en favor de la forma geométrica, reconociéndose cada vez más la pincelada.
Cézanne hereda del impresionismo la costumbre de pintar paisajes, pero sus puntos de partida son diferentes, los impresionistas estaban interesados en el espacio y los cambios de luz y color, sin embargo Cézannne ve los paisajes como en un plano sólido y denso, saturado de color.
Es la articulación de esos planos de color lo que va determinando sus formas y organizando los volúmenes en el espacio.
Cada uno de sus cuadros es fruto de muchísima reflexión ya que no deja nada al azar.

«Llegará el día en que una sola zanahoria, observada con los ojos nuevos, desencadenará una revolución»
Paul Cezanne

Loren DiBenedetto cherries and raffia

Loren DiBenedetto es una pintora nacida en Carteret, Nueva Jersey, que tuvo una formación clásica en la escuela de Du Cret, y posteriormente asistió a la academia nacional de Diseño y Bellas Artes.
Ella está dotada de un talento increíble para la pintura, pinta siempre al óleo, y sus temas son frutas, flores y verduras.
La combinación de colores de flores y frutas son, a menudo, únicas y realistas.
Loren es una inspiración para la mayoría de los artistas de Nueva Jersey y es una artista popular en todo el País.
Ha ganado numerosos premios en concursos con jurados regionales y ha participado en exposiciones nacionales, donde su obra ha sido de gran prestigio.
Ella es miembro de la sociedad de pintores al óleo de América del Norte.

Las flores de Anne Cotterill

Anne Cotterill nació el 15 de octubre del año 1933, en el condado de Roxburghshire, en Escocia, cerca de la frontera con Inglaterra, y se graduó en el Edinburgh College of Art, en el año 1956.
Sacó su inspiración de las flores de temporada silvestres que crecían en los alrededores de su jardín, y cerca de su casa en West Somerset.
Anne se consideraba a si misma primeramente como una pintora, pero que pintaba sobre todo flores.
Las flores se colocan de manera informal, en una gran colección de floreros, ollas, jarras y simples frascos de mermelada, y se pintan con La Luz natural que cae en una dirección, y da valores tonales importantes en cualquier pintura.
Su comprensión detallada de la botanica, se combinó con un enfoque de La Luz y la textura, que le da a su trabajo una gran presencia, y sensación de movimiento.
Trabajó en su totalidad al óleo, y con colores de fondo que se mantienen deliberadamente neutros, para acentuar el color de la flor.
Anne trabajaba durante muchas horas cada día, para capturar la belleza fugaz de las flores, que colocaba delante de ella.
Fue catalogada como una de las principales artistas de su generación, dedicada a las flores.
Anne Cotterill falleció, el 29 de agosto de 2010, en Somerset, a la edad de 76 años.